A finales de los veintes, la situación general que vivía México, luego del final de la guerra civil y de la rebelión cristera no era de consolidación de la estabilidad, de hecho las constantes pugnas entre los jefes militares obligaron al caudillo sobreviviente Plutarco Elías Calles a formar el Partido Nacional Revolucionario (PNR) que era en cierta forma un pacto de convivencia entre los diversos sectores de la llamada "familia revolucionaria".