Honduras: ¿Cuál es la estrategia que puede llevar al movimiento a la victoria?

Escrito por: 

Jorge Martín

Este artículo es un resumen del artículo publicado en militante.org: Volante: Honduras ¿Cuál es la estrategia que puede llevar al movimiento a la victoria?

El movimiento ha llegado a un punto de inflexión. De un lado, la oligarquía no es capaz, ni con el engaño ni con la represión, de imponerse sobre la resistencia contra el golpe. La resistencia, liderada por el Frente, ha dado muestras de una amplia capacidad de movilización y el pueblo hondureño ha respondido a todas las convocatorias haciendo frente a la represión brutal. Sin embargo todavía no se ha podido derrotar a los golpistas.

  1. En primer lugar el llamamiento del Frente y de los sindicatos que lo componen de manera destacada a la huelga general es totalmente correcto y necesario. Los golpistas representan los intereses de las 12 familias que controlan la economía del país. La economía del país, ya bastante golpeada por la crisis, ha sido duramente afectada por el golpe y las movilizaciones contra el mismo. En manos de los trabajadores está la capacidad de paralizar por completo la vida económica y social del país. Es totalmente decisivo asegurar que  este llamado se concrete en una auténtica huelga general que ponga sobre la mesa la cuestión de ¿quien dirige el país? 
  2. En segundo lugar hay que mantener (dosificándola si fuera necesario) la presencia masiva de pueblo en la calle. Como parte de la estrategia de la movilización hay que discutir cómo enfrentar a la represión y a los provocadores. Correctamente, el Frente se ha basado hasta el momento en movilizaciones masivas y pacíficas.
  3. Sin embargo, enfrentados a la brutal y creciente represión por parte del régimen golpista, es necesario y urgente organizar la autodefensa de la resistencia, de sus movilizaciones, sus dirigentes y sus organizaciones. En cada sindicato y organización campesina hay que formar piquetes de autodefensa para proteger los locales y los dirigentes de las mismas. Estos piquetes tienen que estar bajo el control de las organizaciones y en ningún caso actuar por su cuenta. De igual manera, estos piquetes deben de jugar un papel clave en la marchas, vigilando e impidiendo la infiltración de provocadores y si es necesario defendiendo las marchas de los ataques de la policía y del ejército. El peligro es que si no se toman medidas de este tipo, se puede dar la tentación entre sectores de los activistas de la resistencia, frustrados e impotentes ante la arremetida de la represión, de organizar pequeños grupos armados aislados de las masas, lo cual sería totalmente contraproducente.
  4. En tercer lugar, el Frente, muy correctamente, el 1° de agosto hizo un llamado al boicot obrero internacional contra el régimen golpista: “el Frente Nacional contra el Golpe de Estado hace un llamamiento a las organizaciones representativas de la clase obrera mundial para que organicen y ejecuten una solidaridad militante con la clase obrera y con el pueblo de Honduras, realizando acciones de boicot a todos los productos que entran y salen a puertos hondureños, a fin de asfixiar económicamente a la dictadura”.
  5. Ahora es responsabilidad de las organizaciones obreras de Centroamérica llevar ese llamado a la práctica. Los trabajadores de Guatemala, El Salvador, Costa Rica y Nicaragua tienen una responsabilidad especial en esto. Ellos tienen en sus manos la posibilidad física de bloquear el comercio internacional de Honduras. Hay que entender también que si triunfa el golpe de estado en Honduras, la oligarquía de estos países se sentirá con mucha más fuerza y confianza para intentar movimientos parecidos. La amenaza es muy real y concreta en el caso de El Salvador, donde el FMLN llegó al poder, pero no controla el parlamento. Para las masas obreras y campesinas de estos países, la derrota de golpe en Honduras es una cuestión de vida o muerte.
  6. También tienen una responsabilidad importante las organizaciones sindicales en los propios EEUU, dónde va a parar una parte decisiva del comercio exterior hondureño. Los trabajadores portuarios estadounidenses tienen una orgullosa tradición de solidaridad internacionalista y deberían declarar inmediatamente un boicot obrero a los productos hondureños.
  7. En cuarto lugar, es importante comprender que el régimen golpista no va a caer a no ser que se logre quebrar el aparato represivo del estado. Hubo, sobre todo en los primeros días del golpe, numerosos ejemplos aislados de elementos de la base de la policía y del ejército que simpatizaban con el pueblo. También circularon numerosos rumores acerca de la posible rebelión de militares jóvenes. Durante las siete semanas que ha durado la resistencia, el pueblo, con un gran instinto, se ha dirigido una y otra vez a los soldados increpándoles que ellos también son del pueblo que no ataquen a su gente. Esto es correcto, pero no es suficiente. El Frente debe de organizar una campaña consciente y coordinada hacia las filas del ejército para romper su moral.
  8. Hay que publicar volantes específicamente dirigidos a los soldados. Hay que hacer contacto con ellos a través de sus familiares, vecinos y conocidos. Hay que llamar a la formación de comités de soldados que se coordinen con el Frente.

La combinación de una huelga general que paralice la vida económica del país, la movilización masiva de trabajadores, estudiantes y campesinos en las calles, el boicot obrero internacional y un llamamiento serio y decidido a la base del ejército, es lo único que puede garantizar una victoria contra el golpe. La resistencia no puede confiar más que en sus propias fuerzas. Es inútil hace un llamado a los EEUU a intervenir. En realidad, la presión diplomática sobre Micheletti será más fuerte cuanto más fuerte sea el movimiento de las masas, ya que lo que más temen los EEUU y los gobiernos burgueses de América Latina y de la UE es precisamente el derrocamiento del golpe mediante una insurrección revolucionaria del pueblo.

Fecha: 

21 de agosto de 2009

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