¡Expropiación y control obrero al sistema de pensiones!

Escrito por: 

Samuel Santibáñez

Con el sistema de pensiones se ha hecho ya un fraude descomunal a los trabajadores, no va a ser necesario esperar 20 años para que se evidencie este robo multimillonario. 15 millones de trabajadores son obligados por ley a depositar su dinero regularmente en un sistema diseñado para llenar las arcas de los banqueros.

 

Veamos  la parte formal del asunto

Cada trabajador está obligado por ley a obtener una cuenta individual para su pensión que está integrada por aportaciones tripartitas como sigue:

Trabajador. El 1.125% sobre el salario base de cotización de manera bimestral.
Patrón. El 2% del salario base de cotización por concepto de Retiro y el 3.15%  para Cesantía en Edad Avanzada y Vejez. Las aportaciones se realizan de manera bimestral.
Gobierno. El 0.225% del salario base de cotización por Cesantía en Edad Avanzada y Vejez de manera bimestral y una cantidad equivalente al 5.5% del salario mínimo general para el D.F., por cada día cotizado, por concepto de cuota social.

La cuenta individual es gestionada por una Administradora de Fondos para el Retiro (AFORE), que es una Institución financiera privada que administra los recursos para el retiro a nombre de los trabajadores, mediante un Contrato de Administración de Fondos, contrato mediante el cual se obliga a un trabajador a afiliarse a una Afore que tiene la facultad de comprar en nombre y representación y por cuenta y orden del trabajador, acciones de una Sociedad de Inversión Especializada en Fondos para el Retiro (SIEFORE), dichos fondos son los fondos de inversión en los cuales las Afores invierten los recursos de los trabajadores, supuestamente para generarles rendimientos. Existen 5  diferentes SIEFORES de acuerdo a la edad de cada trabajador. Finalmente, todo esto está “regulado” por la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el RetiRO (CONSAR).

La realidad

Las Afores cobran sus servicios por adelantado. Antes de marzo de este año cobraban por comisión, por flujo, por saldo y rendimiento, ahora pueden cobrar una sola comisión, pero en términos generales son los mismos montos, de hecho las Afores en México tienen las comisiones más altas del mundo. Esto es una muestra de cómo el estado burgués está al servicio de los banqueros y grandes empresarios. La Consar les ha permitido mantener comisiones brutales, además de que ha tolerado que cobren prácticamente por cualquier concepto: por moverse de una Afore a otra o por pedir un estado de cuenta, etc. La “regulación” es prácticamente inexistente. Desde su creación y hasta 2005 las Afores habían obtenido utilidades por más de 24 mil millones de pesos. Tan sólo en 2005 las utilidades de las Afores fueron de alrededor de 3 mil 900 millones de pesos.

Por otro lado, en la medida de que las Afores ganan los trabajadores perdemos. La mayoría de los jubilados tendrán que sobrevivir con alrededor de mil 200 pesos mensuales sólo durante 15 años. No tendrá más ahorros si vive más. “Luego de 25 años de labores, el 63.61 por ciento de los trabajadores mexicanos —cuyos ingresos son menores a dos salarios mínimos— obtendrá entre 135 mil 811 y 186 mil 348 pesos. El 28.07 de obreros calificados —que tiene ingresos por alrededor de seis salarios mínimos— recibirá entre 326 mil 681 y 448 mil 243 pesos. Finalmente, el grupo de los que ganan alrededor de 16 salarios mínimos —el 8.32 por ciento del total de los trabajadores— obtendrá, al jubilarse, entre 803 mil 857 y 1 millón 102 mil 980 pesos.” [1]

Y es que las Afores meten nuestro dinero en la bolsa de valores que es como un casino en donde suele perderse más de lo que se gana. De hecho estas inversiones en la bolsa, llamadas “inversiones de riesgo” tan sólo en el primer semestre de este año 2008 provocaron pérdidas por 53 mil millones de pesos en los ahorros de los trabajadores. Esto significa que ahora que un trabajador revise el saldo de su pensión verá que ha disminuido, pues la Afore invirtió su dinero en el casino apostando por ejemplo a algún banco en Estados Unidos que ahora se ha declarado en quiebra.

Además en teoría, por ley el dinero de las pensiones debería usarse para invertir en desarrollo regional, vivienda, infraestructura y algo que eufemísticamente los burócratas le llaman “papeles de gobierno”. Pero la realidad es que el 90% del dinero de las pensiones sólo se ha invertido en papeles de gobierno. Es decir, que en las pensiones, el gobierno cuenta con financiamiento a costa de los trabajadores. El dinero de los trabajadores es usado no sólo para meterlo en el casino bursátil, sino que financia el déficit del gobierno que paga puntualmente a las Afores que cobran comisiones obscenas. ¡Negocio redondo!

Nacionalización de las pensiones

Tal como están las cosas, los trabajadores verán desaparecer sus pensiones como humo en el agua, si es que no luchamos decididamente a través de nuestros sindicatos y convertimos al PRD en un real instrumento de lucha. Esta problemática es similar en todos los países. Recientemente el gobierno argentino está en proceso de nacionalizar las pensiones como una medida que intenta apagar la mecha de un enorme estallido social. De hecho este tema de las pensiones, su gestión a beneficio de un puñado de buitres banqueros, ha desatado no sólo estallidos sociales sino una revolución en toda la regla, como fue el caso del Sistema piramidal en la Albania de 1997. Es un paso adelante que las pensiones estén salvaguardadas por el estado, pero en tanto sea un estado burgués siempre estarán sujetas a enormes riesgos. Sin embargo, una medida transicional es la nacionalización inmediata de las pensiones y que éstas sean administradas bajo un control democrático por parte de las organizaciones sindicales, que puedan decidir y vigilar el destino de la inversión de las pensiones.

La crisis capitalista a la que asistimos no ha hecho más que evidenciar cómo los capitalistas usan nuestro sudor y lágrimas para obtener astronómicas fortunas, como es el caso de nuestras pensiones. Esto puede ser el detonante de un enorme estallido social. En realidad la situación del país está como para que cualquier evento detone un estallido social de alcances revolucionarios. En Albania la revolución comenzó con el colapso del sistema piramidal, en México podría ser la combinación de distintos factores, inflación, la carestía de la vida, el desempleo, el robo de las afores, la privatización de Pemex, etc.

¡Expropiación y control obrero al sistema de pensiones!
¡Cárcel a los usureros de las Afores!

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