Estudiantes de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) y diversas organizaciones sociales nos manifestamos el pasado 2 de octubre para recordar la masacre estudiantil perpetrada por el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz en 1968.

Alrededor de las 11:30 horas, uno de los principales contingentes integrado por cientos de estudiantes de la UAP, miembros del SUNTUAP, Redes Ciudadanas y otras organizaciones sociales, al grito de “¡2 de octubre no se olvida, es de lucha combativa!”, partió de Ciudad Universitaria hacia el Zócalo de la capital poblana.

Con la consigna de “¡Marín, Agüera; la misma chingadera!”, los estudiantes expresaron su repudio a la política represiva en el Estado y la universidad. Se manifestaron, también, en contra de la privatización de la educación pública, exigiendo “¡Educación, primero, al hijo del obrero; educación, después, al hijo del burgués!” y “¡Educación gratuita, el pueblo necesita!”; así como contra la nueva Ley del ISSSTE que viola los derechos de millones de trabajadores en nuestro país: “¡Calderón, entiende, el ISSSTE no se vende!”.

El otro contingente, integrado por cientos de integrantes de la Unión Popular de Vendedores Ambulantes “28 de octubre”, partió del mercado Hidalgo. Ambos contingentes arribaron al zócalo de la capital alrededor de las 13:00 horas y realizaron un mitin central. Entre los oradores, estuvieron representantes sindicales y de varias organizaciones sociales.

Un compañero nuestro habló a nombre del Comité Estudiantil en Defensa de la Educación Pública (CEDEP) y de la Tendencia Marxista Militante. Señaló que, recordar a los estudiantes caídos el 2 de octubre de 1968 es entender que su lucha sigue vigente y debemos continuar con ella.

Pues, hoy la lucha es contra el régimen autoritario y represor de Felipe Calderón que, después de haber llegado a la presidencia mediante un fraude electoral, se sostiene en el gobierno militarizando el país y criminalizando la protesta social. Por eso, dijo, debemos seguir en pie de lucha, formar un Frente Único de todos los trabajadores y sectores oprimidos y explotados de nuestro país e impulsar una huelga general para derrocar a Calderón. Porque, señaló: la libertad de todos los presos políticos, echar atrás la Nueva Ley del ISSSTE, frenar la contrarreforma laboral, la carestía de la vida, la privatización de PEMEX y la educación pública, pasa por la caída de Calderón y establecimiento de un gobierno democrático de los trabajadores.

Nosotros comprendemos que quien está en condiciones de poder vencer a la clase dominante son los obreros. Aquellos sujetos que en su conjunto hacen posible la producción en la sociedad y que deben atraer a la lucha a los estudiantes y otros sectores oprimidos para derrocar a la burguesía y propiciar un cambio social significativo en pro de la humanidad.

Hoy día los problemas que enfrentamos millones de mexicanos tienen un origen en común llamado capitalismo, por lo que se hace necesario que todos los sectores unifiquen sus luchas y los obreros sean la vanguardia del movimiento que conduzca a mejores condiciones de vida que sólo será bajo el socialismo.

6 de octubre de 2008.