Tal parece que se les metió una piedra en el zapato a las autoridades de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), y esta piedra no son más que los mismos estudiantes, ya que el día 11 de diciembre en sesión de Colegio Académico se pretende aprobar las modificaciones al Reglamento de Alumnos propuestas por el Rector General Enrique Fernández Fassnacht. Estos cambios, entre otros, hacen del reglamento, un ordenamiento jurídico más severo respecto a las faltas y medidas administrativas que atentan contra los derechos más básicos de los estudiantes, como el de organización, manifestación y la libertad de expresión.
 

En dicha modificación se consideraran como faltas graves:

Art. 8; Fracción XIII: Impedir o restringir el uso de las instalaciones de la Universidad. Sera sancionado con suspensión por dos trimestres hasta expulsión de la Universidad, o pérdida del derecho para obtener el título, diploma o grado académico a quien cometa dicha falta.

Art. 9; Fracción IX: Realizar, sin la autorización correspondiente, actos de comercio en la Universidad o en los lugares donde se desarrollen actividades vinculadas con la misma, y
Fracción X: Usar o disponer de los bienes o instalaciones de la Universidad para fines contrarios a su naturaleza u objeto. Sera sancionado con amonestación escrita o hasta suspensión por dos trimestres el alumno que cometa mencionada falta.

Cabe mencionar que lo contemplado en la fracción X es muy subjetivo; ¿Entonces no podremos utilizar las plazas públicas para manifestarnos, hacer una reunión, asamblea o convivió?

Art. 11; Fracción II: Difundir, por cualquier medio y sin autorización, grabaciones o documentos que afecten el derecho a la vida privada, intimidad, honor o imagen. Sera sancionado con amonestación escrita hasta suspensión por dos trimestres quien cometa esta falta, es decir, el derecho de prensa se extingue con este artículo.

Quien realice una caricatura, nota periodística, meme o panfleto exhibiendo los malos manejos, las arbitrariedades y las irregularidades de las autoridades será sujeto a expulsión por dos trimestres, solo por exponer lo que piensa. ¿La Libertad de expresión, dónde quedó?

Estas modificaciones al Reglamento de Alumnos contravienen preceptos Constitucionales, como el derecho al trabajo, Art. 5; el Derecho a la libertad de expresión, Art. 6; Derecho a la libre prensa, Art. 7; y el Derecho de asociación, Art. 9.

El reglamento es claro, pretende impedir cualquier tipo de manifestación u organización estudiantil, en estos momentos en que que la protesta de la juventud ha subido de tono en los último meses, teniendo como eje movilizador la imposición de Peña Nieto y en el caso de algunas escuelas y universidades sus demandas concretas. Cabe mencionar que algunos de los estudiantes sustentan sus estudios gracias a la venta de productos que realizan dentro de la Universidad, la cuestión es ¿si a las autoridades de la UAM les molesta este tipo de actividades por que no promueven mayores apoyos para los estudiantes como son aumento en el número y el monto de las becas otorgadas.

Cabe resaltar que cuando estaba en propuesta apenas lo de la Reforma Laboral (por mencionar algún caso), los profesores y trabajadores de la UAM se manifestaron y recibieron de alguna manera el apoyo de algunos sectores de los estudiantes, en este proceso debemos acudir para pedir la solidaridad a los trabajadores y académicos de la UAM, contra este reglamento que atenta contra nuestros derechos más básicos.

Las autoridades de la UAM refutan su propio lema ¿“Casa abierta al tiempo”?, entre signo de interrogación, ya que los tiempos son otros, en los que los estudiantes ya no se conforman con asistir a clases, aprender lo que les dicen e irse a sus casas satisfechos por seguir los preceptos establecidos. Los universitarios como gran parte de la sociedad mexicana está despertando ante este nuevo “gobierno”, tirano y represor, y nos opondremos a las llamadas reformas a la educación, esta modificación a la reglamentación en la UAM es parte de lo que nos espera.  El gobierno no puede contra las manifestaciones estudiantiles, ha optado por criminalizar la protesta juvenil y social, al paso que vamos en vez de escuelas tendrán que hacer nuevas cárceles, porque ya no habrá donde meter a todo aquel que se manifieste cotidianamente en el sexenio de Peña Nieto, toca el turno a los estudiantes de la UAM luchar contra esta reglamentación autoritaria.