Hace poco más de dos semanas que se llevaron a cabo las elecciones en nuestro país y el descontento debido a los resultados que anunciaron como ganador a Peña Nieto no se hizo esperar. Sabíamos que asistiríamos a un proceso lleno de irregularidades y así fue. El PRI, para no perder la costumbre, echó mano de sus artimañas tradicionales con el descaro que le caracteriza en la compra de votos y la intimidación.

En muchas partes del Estado de México y más específicamente el municipio de Chicoloapan, al cual pertenezco, y que cuenta con una población aproximada de 20,000 habitantes, las elecciones, ya sean locales o federales, son siempre eventos que se tornan violentos.  Desde muy temprano se comenzó a notar la diferencia respecto a elecciones pasadas pues las filas de personas que esperaban pasar a ejercer su voto eran muy largas y así se mantuvieron durante buena parte del día.

Esta ocasión contamos también con un gran número de observadores que se mantuvieron durante todo el proceso vigilando que éste se desarrollara con normalidad. Los priístas estaban ya muy bien ubicados, meses antes estuvieron haciendo trabajo de “reclutamiento” para convencer a los vecinos de dar su voto al PRI a cambio de una ayuda económica, que en algunos casos alcanzó los $2,500, o las ya bien conocidas tarjetas de Soriana que desde un día antes se estuvieron entregando cerca de la cabecera municipal con un crédito de $500.

Alrededor de las 4:00 pm comenzaron a llegar muchos hombres a bordo de camionetas y se concentraron muy cerca de las casillas. Eran aproximadamente 60 y desde su llegada el ambiente se tensó. El primer conflicto se dio poco antes de las 5:00 pm, comenzaron a acercarse y mucha gente salió corriendo, incluidos algunos funcionarios de casilla que se fueron a casa.

A pesar de las recomendaciones de la representante del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) de dejar que se llevaran el material y no caer en provocaciones, la gente del Grupo Acción Política GAP (que en este municipio promovió durante toda la campaña el voto para AMLO bajo el escudo de Morena, grupo del que además salió el candidato para presidente municipal por el PRD: Gerardo Cervantes) que también era numerosa, comenzaron a formas vallas y empezó un enfrentamiento entre los golpeadores pagados por el PRI cuyo objetivo era robar las urnas y las personas que se aferraban a proteger todo el material electoral. Hubo dos o tres disparos entre los jaloneos, no se logró saber de dónde provenían, se abrieron las puertas de una escuela para que la gente se protegiera.

Algunas personas se encargaron de mal informar diciendo que se trataba de gente del PRD, como haya sido es inaceptable que se dispare de esa forma tan irresponsable, y en todo caso, quienes comenzaron el conflicto fue esa gente del PRI. Falló el intento pues la representante del IEEM ya había llamado para pedir el apoyo de la policía local minutos antes y al ver llegar a dos patrullas se empezaron a dispersar pero jamás abandonaron el lugar. Como crecían en número por ambos lados, se pidieron refuerzos para el cierre de casillas, llegaron alrededor de las 6:00p.m. los granaderos y cercaron todo el lugar, se mantuvieron ahí hasta las 9:30p.m. hora en que se terminaron de reportar los resultados y a trasladar las urnas.

Finalmente la presidencia municipal la recuperó el PRI con su candidato Andrés Aguirre y al menos en mi sección, en la elección presidencial AMLO rebasó por mucho a Peña Nieto. Nos enfrentamos a un monstruo con una larga trayectoria en fraudes, siete décadas jugando sucio los colocan un paso adelante. Y por otro lado están aquellas instituciones que los respaldan cuando de mantener sus beneficios se trata.

Finalmente, como el mismo Engels decía, el sufragio universal es también un instrumento de dominación de la burguesía. Cómo se pretende que las instituciones creadas por ellos mismos titubeen y cedan el poder de otra clase. Y sin embargo Engels también decía que el sufragio universal es “el índice de la madurez de la clase obrera. No puede llegar ni llegará nunca a más en el Estado actual”. De manera que, aunque se sabe que la democracia es puramente burguesa, que sólo funciona para unos cuantos, es dentro del sistema capitalista la forma más elevada de “democracia” a que puede aspirar la clase obrera. Para rebasar estas limitaciones políticas es necesario superar al mismo sistema. La lucha por la vía legal es, por esto mismo, una lucha claramente limitada e insuficiente. Debemos ir más allá y seguir organizándonos en un frente contra la imposición, porque ya fueron suficientes seis años de soportar a un presidente espurio, no debemos permitir que nos impongan a otro.