El Priísmo y la corrupción

Escrito por: 

Armando González

Nos encontramos a unos días de que llegue el domingo 1° de Julio, día en cual se decidirá mediante la elección popular quién será el presidente de México durante los próximos 6 años. La guerra sucia emprendida por los partidos de la burguesía, el PRI-AN, en contra de Andrés Manuel López Obrador, la compra de votos y el uso de la maquinaria electorera corporativista priísta, la muy anunciada posibilidad de un nuevo fraude electoral y la manipulación social a través de los principales medios masivos de comunicación (salvo unas cuantas honrosas excepciones) que buscan a toda costa imponer a Peña Nieto; entre muchos otros, son elementos que buscan y tienen la posibilidad de influir en el resultado de los comicios electorales.

La burguesía nacional e internacional necesita de un lacayo que esté dispuesto a imponer las llamadas reformas estructurales (laboral, educativa, energética, etc.) para seguir obteniendo la máxima tasa de ganancia a cambio de una inversión mínima de capital. Los grandes inversionistas requieren, por ejemplo, de la reforma laboral para legalizar la contratación mediante terceros, la eliminación del derecho a la organización sindical, el establecimiento de jornadas laborales superiores a las 8 horas y el pago de salarios miserables. En ese sentido, los grandes capitalistas han tomado la decisión de abandonar a la desahuciada y gris candidata panista JVM y jugar todas sus cartas en favor del intelectualmente inválido EPN.

Al respecto, es importante señalar que la candidatura de EPN no solo representa lo peor de los más de 70 años del “viejo PRI” en el poder: matanzas estudiantiles, represión obrera y campesina, fraudes electorales, enriquecimiento ilícito, saqueo y venta de los bienes de la nación, endeudamiento y devaluación económica; sino que además, representa la amenaza del “Nuevo PRI”, conformado por los seres mas despreciables y corruptos, dispuestos a enriquecerse a costa de la miseria y la pobreza nacional. Humberto Moreira, Arturo Montiel, Romero Deschamps, Tomás Yarrington, Jorge Hank Rhon y Mario Marín, son solo algunos de los delincuentes más notables, que se encuentran detrás del producto chatarra televisivo (léase EPN).

Humberto Moreira, ex gobernador de Coahuila principal promotor de la candidatura de EPN, y también ex dirigente nacional del PRI, actualmente es sujeto de investigación por parte de la PGR por la contratación ilegal de créditos bancarios, además, se han girado ordenes de aprehensión en contra de 5 de sus ex colaboradores mas cercanos por la falsificación de documentos para obtener créditos bancarios. Por otro lado, durante la gestión de Moreira el estado de Coahuila contrató una deuda que asciende a más de 30 mil millones de pesos, deuda que seguramente será cargada a la espalda de los trabajadores a través de los mecanismos ya conocidos y siempre utilizados por las administraciones del PRI: incremento de los impuestos, encarecimiento de la canasta básica, contracción del salario mínimo, entre otras marrullerías mas.

Arturo Montiel Rojas, ex gobernador del Estado de México, padrino y apoderado político de Peña, ha sido acusado en numerosas ocasiones de corrupción, malversación de fondos y enriquecimiento ilícito, durante su gestión en el Estado de México, en la cual EPN fungió como su secretario de administración. Sobradas evidencias han sido presentadas para comprobar que Montiel y su familia han amasado una millonaria fortuna a través del tráfico de influencias y la utilización de recursos públicos para fines privados, sin embargo, durante la administración de Peña, la procuraduría del Estado de México exoneró a Montiel de los delitos de peculado, enriquecimiento ilícito y trafico de influencias.  

Tomás Yarrington, ex gobernador del Estado de Tamaulipas, actualmente es sujeto de investigación por parte del gobierno de Estados Unidos y de México por el delito de lavado de dinero...”De acuerdo con los intercambios de información y opiniones jurídicas entre fiscales de ambas naciones, en México podría enfrentar el mayor número de cargos, ya que a Yarrington se sumarían acusaciones por delincuencia organizada y delitos contra la salud, lo mismo que ocurrió con Mario Villanueva Madrid, ex gobernador de Quintana Roo, identificado como protector de las operaciones del cártel de Juárez en la península de Yucatán...” (La Jornada, 2 de junio de 2012).

Jorge Hank Rhon, ex contendiente a la gubernatura del estado de Baja California por el PRI, integrante (al igual que Peña) del muy conocido grupo de Atlacomulco,  ha sido sujeto de investigaciones judiciales por diversos delitos: corrupción política, evasión fiscal, lavado de dinero, actividades ilegales, organizaciones corruptas y conspiración en la importación de sustancias controladas desde México hacia Estados Unidos.

Los anteriores, son solo algunos de los rostros más visibles de la corrupción y la delincuencia que representa no solo las más despreciables tradiciones y forma de gobierno del “antiguo” PRI, sino además el potencial peligro que pueden causar a la sociedad los elementos del “nuevo” PRI, un grupo de políticos que en aras de alcanzar beneficios personales y partidistas están dispuestos a entregar los bienes de la nación al mejor postor cargando la factura de sus oscuras maniobras al pueblo de México.       

Es importante señalar que la elección presidencial no es la panacea del movimiento obrero, y que tampoco representa un ultimátum para el proceso revolucionario. Por supuesto, los marxistas estamos convencidos de que el proceso electoral es solo una variable dentro de la ecuación de la lucha de clases, un elemento en cual aún confían amplias capas de la población, sin embargo, la movilización popular y la organización proletaria, es decir, las masas participando políticamente de manera activa en las calles, los barrios, las plazas populares y en los centros laborales; son los factores fundamentales que determinan, junto con las pésimas condiciones económicas (producto de la crisis del sistema capitalista a nivel mundial) a las cuales esta sometida la población, el desarrollo de las fuerzas revolucionarias y avance en lucha de clases. En ese sentido, es importante mencionar que solo la unidad del movimiento obrero y la juventud en lucha podrán evitar el regreso de la dictadura priísta a la presidencia de la republica.

Fecha: 

10 de junio de 2012

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