El papel del carrancismo en la revolución

Escrito por: 

Evert Beltrán

La revolución mexicana fue más que una serie de acontecimientos aislados, fue todo un proceso, con sus altas y sus bajas, en el que figuraron personajes con convicciones e ideología diferentes, algunos de ellos zigzageando de un bando al otro, fue un proceso lleno de contradicciones entre los principales líderes, por lo que ver a esos personajes como actuantes asilados sólo daría como resultado una visión parcial y deformada de lo que fue la revolución mexicana.

En el presente trabajo intentaré exponer de forma clara y breve el papel del carrancismo en la  revolución, tratando de ser lo más conciso tocaré lo que a mi parecer son los eventos más importantes en los que participo Venustiano Carranza.
Quién era el “viejo” Carranza
Venustiano Carranza nació el 29 de diciembre de 1859 en Cuatro Ciénegas, Coahuila, hijo del coronel Jesús Carranza y de María De Jesús Garza pertenecientes a la clase media, descendientes de españoles y poseedores de algunas propiedades.
Inició su carrera política cuando fue electo presidente municipal de Cuatro Ciénagas, en la época del gobernador José María Garza Galán, pero debido a que sus relaciones con él no eran buenas renunció y cuando Garza Galán intentó reelegirse, Carranza se rebeló en su contra. No tomó las armas pero convenció a Porfirio Díaz de que el movimiento no era anti porfirista. Bernardo Reyes fue designado mediador, y apoyó a Venustiano Carranza por lo que volvió a la presidencia municipal de Cuatro Ciénegas de 1894 a 1898.
En 1908, ocupó la gubernatura de Coahuila de manera interina. Se preveía que sería el próximo gobernador, pero su participación en el movimiento de Reyes le acarreo la oposición de Porfirio Díaz. A pesar de ello, presentó su candidatura independiente al gobierno de su estado, siendo derrotado por Jesús de Valle.
Por otra parte en un principio no se comprometió con Francisco I. Madero, pues continuó con la esperanza de que algún día el general Bernardo Reyes, quien lo había apoyado en su lucha contra Garza Galán, regresara al país a suceder a Porfirio Díaz. Al ver que esto no sucedía, y cercanas las elecciones presidenciales, decidió adherirse al maderismo comprometiéndose a acudir al llamado de las armas. Fue designado por Francisco I. Madero como gobernador de Coahuila. Luego lo nombró secretario de Guerra y Marina en su gabinete provisional de Ciudad Juárez. Fue ratificado en su cargo de gobernador de Coahuila, para el que poco después fue electo. Como gobernador de su estado, organizó fuerzas auxiliares que impidieron el paso de los seguidores de Orozco a Coahuila en 1912.
La Decena Trágica
Después de la renuncia de Díaz y su partida al extranjero y la consecuente elección de Francisco I. Madero como presidente en 1911, después del interinato de Francisco León de la Barra, las cosas parecían calmarse, sin embargo todo empezaba a complicarse, Madero exigía el desarme a las tropas zapatistas y la vuelta a “la normalidad”, cosa que era imposible, debido a que la mayoría del pueblo en armas eran campesinos que querían una reforma agraria, que Madero no concedía.
A los pocos días de la toma de posesión presidencial, Zapata lanzó el Plan de Ayala desconociendo el gobierno de Madero y levantándose en armas contra él. Lo que desencadenó una nueva ola revolucionaria en norte del país con Pascual Orozco nombrado “Jefe supremo de la revolución” por Zapata y por otra parte Bernardo Reyes  como representante de los sectores fieles al porfirismo y a los intereses (comerciales y petrolíferos) de los Estados Unidos, a lo que Madero respondió enviando a Victoriano Huerta y responsabilizándolo de arremeter contra los que desconocían su gobierno.
En febrero de 1913 en la Ciudad de México Bernardo Reyes, después de haber sido liberado por alzarse contra Madero y Félix Díaz (sobrino de Don Porfirio) tuvieron un enfrentamiento contra Huerta con una duración de nueve días, en donde murió el primero, ya para el 18 de febrero Huerta y Félix Díaz se reunieron con el embajador  estadounidense Henry Lane Wilson, pactando contra Madero. Como resultado del pacto el día siguiente el 19 de febrero Huerta destituyó a Madero, lo tomó como prisionero junto al vicepresidente José Ma. Pino Suárez, asesinó a su hermano Gustavo A. Madero y se autoproclamo presidente. A los tres días de la proclamación de Huerta como presidente, fueron asesinados Madero y Pino Suárez.
Con la instauración del régimen huertista se eliminó la libertad de prensa, se persiguió a los movimientos obreros y sobre todo contó con el apoyo reaccionario de los grupos más conservadores de México. Sin embargo ante tal situación hubo una inmediata respuesta de los grupos revolucionarios, sobre todo en el norte y en el sur, teniendo cierta repercusión el Plan de Guadalupe lanzado el 26 de marzo de 1913, en el que se desconoce a Huerta y se nombra como Jefe de las fuerzas constitucionalistas a Venustiano Carranza, acontecimiento muy particular pues Carranza en un principio no se metió en problemas contra Díaz, fue fiel aliado de Reyes como defensor de los intereses de capa más reaccionaria del país y ahora se levantaba en armas para luchar por sus propios intereses como hacendado y hombre de poder.
Ante esta situación varios lideres revolucionarios entre ellos Zapata y Villa, con una base de apoyo campesina, popular y en menor medida de obreros, deciden lanzarse contra las fuerzas federales huertistas y logran derrotar en algunos meses el régimen del usurpador, sobre todo cuando Villa ocupó Chihuahua y Durango; Obregón Sonora, Sinaloa y Jalisco; Zapata en todo el centro-sur, además de la intromisión nuevamente de los Estados Unidos pero ahora oponiéndose a Huerta. La victoria final contra Huerta se dio cuando se ocupó Zacatecas, Guanajuato, Guadalajara, Querétaro y cuando finalmente el 15 de julio de 1914  dimitió y dejó el país e irónicamente fue detenido y encarcelado en Estados Unidos, cuando meses antes bajo su complacencia había usurpado el poder.
Carranza al poder
Al dimitir Huerta deja la presidencia en manos de Francisco Carbajal, quien se rindió el 13 de agosto de 1914, entrando triunfante al día siguiente Obregón con su ejército a la ciudad de México y Carranza por medio del Plan de Guadalupe asume la presidencia provisional.
Ante ésta situación Zapata y Villa se inconforman, por lo que comienzan las hostilidades entre ellos y el nuevo régimen, por una parte Carranza quería el desarme de las tropas revolucionarias, para instaurar la paz y la constitucionalidad en el país, pero por la otra parte zapatistas y villistas querían el reparto de tierras. Es claro que de nueva cuenta lo primordial era el desarme de las tropas más combativas y que querían avanzar hacia la reforma agraria, pero también es claro y obvio que Carranza quería el poder sin que cambiara nada de fondo.
Sin embrago y a pesar de los conflictos se convocó a una reunión el 1 de octubre de 1914, conocida como la Convención de Aguascalientes, convocada por Carranza y que en un principio no había invitado a zapatistas y villistas dado que complicarían sus aspiraciones políticas. En la convención la mayoría eran abogados, jurisconsultos, intelectuales (políticos de carrera) y la minoría eran por decirlo así, los revolucionarios, que querían que se iniciara el reparto de tierras y que se avanzara en reformas para mejorar la situación del país.
La Convención, que Carranza creyó lo legitimaría, lo desconoció como presidente, lo cesó de su cargo y nombró a Eulalio Gutiérrez Ortiz como presidente provisional. Carranza, en lugar de acatar las decisiones democráticamente tomadas por la Convención, la declaró en rebelión y en enero de 1915 partió a Veracruz con el personal de su administración. Ahí reorganizó su ejército con el apoyo de los generales Álvaro Obregón, Pablo González y otros. Por otro lado Gutiérrez llevó el gobierno a San Luis Potosí y la ciudad de México quedó en poder de Villa y Zapata.
Ante las hostilidades por parte de Carranza y su hambre de poder, Villa solicitó la ayuda de Zapata y ambos se enfrentaron a las tropas de Obregón y Carranza, que tenían el apoyo de los Estados Unidos. Los primeros fueron derrotados en 1915 en la batalla de Celaya y decidieron retirarse a sus respectivos estados. Zapata regresó a Morelos y allí fue asesinado en 1919 en una emboscada preparada por Pablo González. Por su parte, Villa reorganizó su ejército en Chihuahua y, aunque fue vencido en Agua Prieta, aún pudo mantener una guerrilla, con la que realizó varias incursiones contra los Estados Unidos, sería asesinado en 1923 en una emboscada.
Al minar a los revolucionarios en Celaya Venustiano Carranza regresó a la capital del país, y en septiembre de 1916 convocó un Congreso Constituyente en Querétaro, que elaboró la nueva Constitución de 1917 que consolidaba algunas de las reformas económicas y sociales defendidas por la revolución, en especial la propiedad de la tierra, la regulación de la economía, la protección de los trabajadores y se le eligió como presidente constitucional. En las elecciones posteriores, Carranza fue elegido presidente de la República y tomó posesión de su cargo el 10 de mayo de 1917.
Durante su presidencia intentó pacificar al país, obteniendo el reconocimiento de su gobierno por los Estados Unidos, trató de avanzar en algunas cuestiones sobre todo administrativas y hacer valer la constitución que él promulgó, pero también se ganó el desprecio de algunos de los que antes eran sus más fieles seguidores como Obregón.
El asesinato de Carranza
En 1920 buscó imponer como presidente de la República a un civil, el Ing. Ignacio Bonillas, pues ya para entonces era contrario a la ideología política mostrada por Álvaro Obregón y se encontraba desilusionado por la actitud de Pablo González. Dicha actitud, causó una revuelta encabezada por Álvaro Obregón, quien desconoció a Bonillas y se sublevó en su contra al amparo del Plan de Agua Prieta, de Plutarco Elías Calles y Adolfo de la Huerta, por un lado, y González, por el otro.
Cuando ambos bandos obtuvieron el apoyo de la mayor parte del ejército, Carranza decidió trasladar la sede del gobierno nacional al puerto de Veracruz, donde ya había permanecido cuando la guerra con la Convención, saliendo de la capital con todo su gabinete y todas las monedas, billetes y barras de oro y plata que había en la tesorería. El 15 de mayo de 1920 deja la estación de Aljibes en Puebla, internándose con muchos de sus seguidores además de los cadetes del Colegio Militar hacia la Sierra Norte del Estado de Puebla. Murió asesinado en Tlaxcalantongo, Puebla, por las tropas del Gral. Rodolfo Herrero, en el curso de la rebelión obregonista, la madrugada del 21 de mayo de 1920 mientras dormía en un jacal.
 

Fecha: 

Agosto de 2010

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