Grupo Atlacomulco: nacimiento y desarrollo de la mafia política que domina al Estado de México

Escrito por: 

Alfredo Elizondo

Introducción

La historia política del país después de la Revolución Mexicana estuvo marcada por la implantación de un régimen autoritario que monopolizó el poder en función de un partido hegemónico. Ese partido tuvo su base en el fin del conflicto entre los diferentes cacicazgos regionales y su incorporación en una  organización mayor, primero denominada Partido Nacional Revolucionario (PNR) que fundara Plutarco Elías Calles en 1929, luego Partido de la Revolución Mexicana (PRM) con Lázaro Cárdenas en 1938 y finalmente Partido Revolucionario Institucional con Manuel Ávila Camacho en 1946.  

Que esta organización permaneciera en el poder desde 1929 hasta el año 2000 indica que existió una forma organizativa que permitió a este conglomerado sostenerse el poder, así también indica que su existencia se debe a la capacidad de acoplamiento al entorno, o en otras palabras según Luhmann  (Jiménez, 2009) la configuración del PRI como una organización de tipo abierto, que necesita de su entorno para la supervivencia. De ahí que se desprenda la necesidad de un análisis de la conformación del Revolucionario Institucional y su relación con la estructura social donde se desenvolvió.

Sin embargo no es objetivo del presenta trabajo el estudio de tal empresa, más bien el análisis se dirige en especial a un grupo al interior del PRI caracterizado por “un estilo de hacer política que se reflejó en su clásico refrán: “Un político pobre, es un pobre político” (Olmos, 2008). La combinación entre poder económico y poder político deriva en la conjunción de dos esferas que conjuntan el ámbito empresarial y político para expandir y mantener una dominación.

En éste caso nos referimos al mítico Grupo Atlacomulco. La cualidad mítica corresponde a la negación de todos sus miembros sobre la existencia de tal agrupación política. Así la presente investigación tiene por objetivo esbozar una radiografía que muestre la estructura de la organización, sus principales actores, su ideología (sic) y los mecanismos mediante los cuales opera este conjunto. La importancia de tal esfuerzo se fundamenta principalmente en que esta élite política constituye hoy en día uno, sino es que el principal grupo político en México, además de que entre sus filas se encuentra el personaje (títere) que mediante el fraude electoral perpetrado, pretende continuar con la dominación de la burguesía nacional y el imperialismo norteamericano en el país, nos referimos a Enrique Peña Nieto.

Así también este grupo se presenta como un caso paradigmático del ejercicio del poder en México, desde tiempos post revolucionarios, y que no se ha modificado aún y con un proceso de “transición democrática”, simplemente la burguesía nacional ha preferido ser títere del imperialismo norteamericano, pero un títere acostumbrado a la corrupción y el derroche de los fondos obtenidos del esfuerzo de los trabajadores, y ahora, su último “hijo predilecto” pretende dar la estocada final a los explotados del país.

Recorrido histórico del grupo

La historia del Grupo se remonta al año 1942 y el asesinato del entonces gobernador del Estado de México. Ante tales acontecimientos, de los cuáles existe la hipótesis de un asesinato planeado por Ávila Camacho hasta la muerte fortuita producto de la violencia entre los caciques locales  (Maldonado Aranda, 2003), es designado por el Presidente el diplomático Isidro Fabela como gobernador interino de la entidad, cuyo periodo de gobierno comprendió de 1942 a 1945.

La decisión de Ávila Camacho obedeció a dos motivaciones, la primera de ellas fue la necesidad de orden en la entidad ante los conflictos recurrentes entre la élite política del Estado de México y la dominante en la capital del país. La segunda se inscribe en el deseo de Ávila Camacho de tener un cierto tipo de control sobre las élites locales del Estado de México, lo que paradójicamente se transforma en un mecanismo de protección de la élite local contra las ingerencias del gobierno central. En un principio la entrada de Fabela no agradó a los caciques locales pero gracias a su pericia en la negociación y el otorgamiento de prevendas políticas logró generar una red de influencia en el Estado de México que posteriormente tuvo la denominación de Grupo Atlacomulco de donde era originario Fabelav (Ibarra, 2004). Además de tales acciones una de las maniobres más importantes del periodo de Fabela “fue reorganizar una nueva estructura corporativa mediante la cual respaldaría su gobierno, así como aquellos intereses
de clase intrínsecos al proyecto de industrialización y urbanización de la entidad.” (Maldonado Aranda, 2003). Así la conjunción del factor corporativo más el poder derivado de la designación como gobernador contribuyeron en la cimentación de la élite política encarnada en Fabela.

Podemos dividir la historia del Grupo en dos grandes bloques y una tercera fase aún en desarrollo; el primero de ellos corresponde a los periodos de gobierno de 1942 a 1969 que se caracteriza por el ejercicio del poder mediante redes clientelares con el mando de Fabela. Se realizó una sistemática cooptación de líderes obreros además de la creación de un órgano alterno a la CTM de índole local, la Confederación de Obreros y Campesinos del Estado de México (COCEM) que permitió a la élite local maniobrar a favor de los poderes locales mediante el otorgamiento de cargos o sumas económicas a diferentes grupos. (Hernández Rodríguez, 1997). Este periodo de tiempo coincide con los gobiernos de Isidro Fabela (1942-1945), Alfredo del Mazo Vélez (1945-1951) y Salvador Sánchez Colín (1951-1957), en donde las políticas públicas y el ejercicio de la política se realizan bajo la tutela del ex-diplomático. Los periodos de gobierno de Gustavo Baz Prada (1957-1963) y Juan Fernández Albarrán (1963-1969) son caracterizados como de “imposición del centro” dado que el entonces Presidente, Adolfo Ruíz Cortínez, decidió que Baz Prada debía ser el gobernador, principalmente porque era un amigo cercano del titular del Ejecutivo, Fernández Albarrán tuvo una relación similar con Adolfo López Mateos (Arreola Ayala, 1985). Lo anterior representó un desafío frontal al liderazgo regional, sobre todo de los originarios de Atlacomulco.
El segundo periodo se inicia en 1969 con la llegada de Carlos Hank González, hijo político de Fabela, hasta el final del periodo de gobierno de Alfredo del Mazo González (hijo de del Mazo Velez) en 1986. Éste periodo de gobierno está caracterizado por el liderazgo del profesor Hank González encabezando el grupo, donde se caracteriza por la conversión del estado populista hacia la conformación de una élite fundada en un proceder neoliberal que “disfrazan su poder en la esfera pública, en el sentido de que mientras tratan de construir una imagen pública benevolente, detrás de ellas subyacen arreglos políticos informales cuyos aspectos alimentan formas de arbitrariedad, corrupción y manipulación política.” (Maldonado Aranda, 2003). Así mediante la gubernatura, luego el manejo político de la entidad y la regencia del departamento del Distrito Federal, aunado a la creciente estructuración de compañias que actúan con fondos públicos o amparadas bajo arreglos que las favorecen desde la esfera política, Hank González logra articular su red política y dominar el Estado de México.

Ejemplos de las compañías favorecidas por Hank González son:

“Campos Hermanos con empresas como Litolámina, La Isabel, Mexicana de Envases, Envases de Hojalata, Zapata y Tapón Corona; Sociedad Industrial Hermes y Consorcios Industriales Financieros que constituyen el Grupo de los Cuarenta integrado por el Grupo Desc, el Grupo ICA-Atlántico, el Grupo Comermex, el Grupo Pagliali - Azcárraga y el Grupo Industria y Comercio, del cual Hank había sido su dirigente empresarial. De igual forma, empresas del sector paraestatal entre las que destacan Anderson Clayton, Mexicana de Autobuses (MASA). Otros consorcios industriales como el Grupo Central fue beneficiado por la creación de la CTC una vez que varias de las empresas que lo integran, como Celanese Nacional, Unión Carbide, Kimberly Clark, Samsonite.” (Maldonado Aranda, 2003)

Otro de los aciertos políticos de Hank González fue la conformación de una nueva confederación de trabajadores, la Confederación de Trabajadores y Campesinos (CTC) que le permitió desplazar a la COCEM fabelista y poder ampliar su influencia en cuanto a las políticas laborales y el sistema clientelar a su favor.

Sin embargo, lo único que Hank González no pudo cristalizar fue su ambición de ser Presidente de la República, debido a que la Constitución no le permitía ser candidato por que su padre no era mexicano sino alemán. Esta traba fue combatida por Hank González quien trató de modificar la Constitución para poder acceder a la candidatura presidencial sin éxito.

Hacia el final del periodo gubernativo de del Mazo González la tendencia tecnocráta, que desde De la Madrid comenzaba a hacerse latente, se consolida en el Grupo Atlacomulco aunada a una disminución de poder político que viene acompañado con la debacle del regimen hasta 1988. Existe un proceso transicional con los gobiernos de Alfredo Baranda García (1986-1987), Mario Ramón Beteta Monsalve (1987) e Ignacio Pichardo Pagaza (1989-1993), donde la élite comienza recobrar fuerza gracias al apoyo de Salinas de Gortari. El periodo de gobierno de Emilio Chuayfett (1993-1997) estuvo marcado por tensiones, ya que él “fue quien violentó las normas de comportamiento y observancia de la élite, pues marginó a miembros de la clase política tradicional y solo incluyó en su gabinete a quienes le mostraban lealtad probada y fácil control” (Arzuaga Magnoni, Espinosa Santiago, & Niño Martínez, 2007) corriendo el reisgo de la fractura del grupo. Sin embargo con los periodos de César Camacho Quiroz (1997-1999)  y Arturo Montiel (1999-2005) (impulsado por el mismo Chuayfett) es como se cohesiona otra vez el grupo.

Sin embargo el suceso que sacudió al grupo fue la muerte del líder y guía, Carlos Hank González, hecho sucedido en 2001. Se pensó que era la liquidación del Grupo, sin embargo, gracias al manejo de recursos por parte del entonces gobernador Montiel y su sobrino Enrique Peña Nieto, el Golden Boy, quien se desempeño como subsecretario de Gobierno y titular de la Secretaría de Administración del gobierno de Montiel, lograron sobrevivir e incluso ampliar su esfera de influencia (Cruz & Toribio Montiel, 2009) . El Grupo Atlacomulco se perfiló entonces como una de las agrupaciones políticas más fuertes del país al aglutinar a los sectores más fuertes económicamente del Estado de México, contar con el apoyo el Expresidente Carlos Salinas de Gortari, haber logrado en las pasadas elecciones una victoria aplaztante en el Estado de México y gracias al apoyo del gobernador del Estado de México en el resto del país, contar con el apoyo de las televisoras y tener al sex simbol del momento y a su flamante novia. Todo lo anterior muestra la podedumbre de la cultura política de la burguesía nacional en el poder.

De la organización

“Un político pobre, es un pobre político”

La identidad de la organización se basa en la conjunción del poder económico y el político, donde sus miembros deben de cumplir con ambos tipos de ejercicio del poder para poder mantenerse dentro de la organización, en general, una vez llegados a cargos de elección popular o incluso durante su función dentro de la burocracia del gobierno estatal, los políticos de Atlacomulco utilizan la estructura y los recursos del gobierno para hacerse de empresas y con ello acrecentar los recursos económicos disponibles para la operación política cotidiana.  

Una segunda característica es la pertenencia al círculo familiar que tiene siglos reproduciéndose continuamente, donde “los apellidos Peña, Montiel, Nieto, Del Mazo, Fabela, González, Vélez, Sánchez y Colín, han dado al Estado de México seis gobernadores, todos ellos unidos por sólidos lazos familiares y de poder. Se han valido de la corrupción, compra de lealtades, imposiciones y otras maniobras similares para conservar y heredar el mando de generación en generación, a pesar de algunos intervalos.”  (Cruz & Toribio Montiel, 2009)

A partir de lo anterior, una especie de monarquía no oficial despliega su poder e influencia en el Estado de México, el PRI y ahora a lo largo y ancho del país. El “orgullo de ser de Atlacomulco” es el lazo ideológico que genera identidad entre los miembros de esta organización que por la vía de los hechos funciona de la misma forma que las mafias criminales.

Dirección de la organización

El Grupo Atlacomulco es una derivación de la idea de la "familia revolucionaria". Sirve para dar cuenta de una élite local influyente, con líderes que han alcanzado renombre nacional, que incluso han ocupado cargos en el ámbito federal y que también ha encontrado una fórmula para sucederse en el gobierno sin arriesgar su unidad y el desarrollo de programas administrativos. Estas características sólo han sido posibles por el férreo control de dirigentes que han heredado el poder y han sometido y controlado a todos los políticos. Fabela habría sido el fundador y el resto de los gobernadores fueron elegidos por él y luego por Carlos Hank González. (Hernández Rodríguez, 1997)

Ahora bien, existe una modificación importante en la dirección del Grupo con la muerte de Hank González en 2001. El Grupo perdió al “hombre fuerte” por el que pasaban las decisiones y que era el pilar de “la familia revolucionaria” de Atlacomulco. Una vez fallecido Hank González la dirección del Grupo se disputó entre dos personajes que fallidamente han trataron de competir por la Presidencia de la República dentro del PRI: Arturo Montiel y Alfredo Del Mazo González, ambos lucharon por determinar hasta que finalmente Montiel se hizo del control y colocó a Enrique Peña Nieto como el alfil visible del Grupo. El liderazgo ahora de los hombres fuertes determina las diferentes estrategias en el plano político, tanto dentro como fuera del PRI. En el caso de el manejo económico este pasa por Carlos Salinas de Gortari mediante Pedro Aspe.

La lealtad es la institución de mayor envergadura dentro del grupo, pues es aquella que les permite seguir cohesionados y de ser violada el Grupo retira el apoyo al infractor, como en el caso de Emilio Chuayfett que durante su gestión de gobierno dejó de lado a miembros del Grupo aunque pudo impulsar la candidatura de Arturo Montiel a la gubernatura del estado.  (Cruz & Toribio Montiel, 2009)

El mecanismo mediante el cual, a la muerte de Hank González, se decidió quien liderearía al Grupo fue el tener el cargo público con mayor envergadura y que tuviera la posibilidad de movilizar recursos, en el caso de Peña Nieto pues esto está por ser confirmado debido a que la fortaleza del ahijado político de Montiel se encuentra en la promoción mediática y no en el trabajo político con otros actores y grupos. (Villamil, 2009), lo que al interior del Grupo significa estar bajo la tutela de las televisoras, algo a lo que no están acostumbrados.

Perfil de dirigencia

Dado que no se trata de un grupo formalmente constituido, sino de una red política que actúa al margen del órden institucional burgués, la dirigencia necesita de cualidades específicas que no necesariamente corresponden al modelo ideal de “político burgués”, sino que se asemejan más al tipo ideal de liderazgo de las mafias, Carlos Hank González fue el modelo ideal presentando los siguientes razgos:

•    Pertenecer a la red familiar de Atlacomulco

•    Haber nacido o trabajado en Atlacomulco

•    Tener un cargo de elección popular o bien haber ejercido algún cargo en la administración pública.

•    Combinar negocios y política.

•    Suavidad en el trato, dureza a la hora de la toma de decisiones políticas.

•    Habilidad de negociación con otros grupos políticos.

Perfil de los afiliados

Los afiliados, en comparación con la dirigencia deben de guardar la lealtad hacia aquellos que toman las determinaciones del Grupo, sin embargo comparten los mismos rasgos que la dirigencia aunque en menor grado.

El grupo Atlacomulco en la actualidad no funciona bajo la dinámica del “hombre fuerte” como en antaño, en lugar de eso existe una dirección política que se encarga de delinear la estrategia y esta está encabezada por Arturo Montiel y Alfredo Del Mazo González quienes auxilian al titular de la teatralidad en el Estado de México Enrique Peña Nieto.

Por otra parte la relación del manejo económico está a cargo de Carlos Salinas de Gortari por medio de Pedro Aspe, quien se perfila a regresar al manejo de la economía una vez que Peña Nieto haya asumido formalmente el cargo de Presidente. Cabe aclarar que si bien Salinas no es como tal miembro del Grupo actúa como “asesor” del mismo, por lo que debe ser incluido dentro de la estructura. Así también la fracción parlamentaria que en éste caso encabeza Manlio Fabio Beltrones y en el Senado, Emilio Gamboa, representan importantes anclajes para el Grupo. En el caso de comunicación y promoción de la organización tenemos otro “consultor” adscrito, no es específicamente una persona, sino un consorcio mediático: Grupo Televisa. Está encargado del  manejo de imagen Peña Nieto y de la telenovela desplegada junto a la actriz de televisión que es la actual esposa del ex-gobernador del Estado de México.

Estructura a la que pertenece

El Grupo Atlacomulco pertenece principalmente a dos estructuras de la sociedad, la estructura política que se expresa a través del PRI y de donde el Grupo constituye una unidad de la totalidad que conforman a ese partido.

Por otro lado el Grupo pertenece a la estructura económica en tanto que el uso del poder político deriva en la acumulación de riqueza mediante la creación de empresas, favorecer compañías a cambio de prebendas o apoyar actividades delictivas con el objetivo de obtener fondos para sus objetivos políticos. (Martínez, 1999)

Reputación del grupo ante la opinión pública

El Grupo Atlacomulco al momento cuenta con una imagen creada a modo en los medios de comunicación, principalmente radio y televisión, debido a los contratos de promoción entre Televisa y Peña Nieto. Sin embargo existen sectores de los medios de comunicación críticos al Grupo, sobre todo de la izquierda donde por ejemplo se encuentra la revista Proceso, la periodista Carmen Aristegui y el politólogo Jenaro Villamil. Durante la campaña presidencial y posterior a los deslices de Peña Nieto, la imagen del Grupo, sobre todo ante la juventud, se ha modificado drásticamente, hasta en este momento ser la viva imagen de la corrupción y podredumbre de la clase política empleada de la burguesía.

Zonas de influencia

Acción económica administrativa.- Se ejerce mediante las empresas de los miembros del grupo o mediante concesiones a empresas a fin del grupo, es tanto directa como indirecta.

Acción político partidaria.- Se ejerce en la designación de candidaturas, puestos dentro del PRI así como también puestos en los distintos niveles de la administración pública.

Acción de carácter normativo.- Se ejerce mediante la bancada parlamentaria afin al Grupo en el ámbito federal. En el ámbito local se ejerce mediante el Congreso del Estado de México, el gobernador y la administración pública del estado.

Conclusión

A través de la exposición anterior se mostraron las principales características del Grupo Atlacomulco y como este se plantea como grupo dentro de la organización política del Partido Revolucionario Institucional. Cabe resaltar que la importancia del Grupo subyace tanto de su carácter histórico como de la operación política que realiza tanto a favor del PRI como de sus agremiados, lo que lo ha dotado de una reputación propia así como de identidad al interior del grupo.

El punto culminante de los esfuerzos de Atlacomulco se dio en la elección presidencial de 2012 donde la agrupación superó la prueba de fuego que históricamente lo ha dejado a un paso de la Presidencia del país. En este caso la tarea en parte fue realizada mediante los acuerdos pactados así comocon la ayuda de la estructura mediática en torno a Enrique Peña Nieto, de cualquier forma, el Grupo Atlacomulco tiene la capacidad de reestructurarse e incrementar sus adeptos para continuar como una organización poderosa, no solo dentro de su partido sino en el entorno político nacional.

Particularmente la habilidad de manejar las estructuras burocráticas con recursos públicos y la movilización de sectores corporativizados y desclazados, han conferido al Grupo Atlacomulco gran fortaleza para continuar en el poder. Por otra parte, la característica de no dependencia completa del presupuesto público y la posibilidad de contar con empresas particulares posibilitan que el Grupo pueda mantener su influencia más allá de la burocracia estatal, formando un conglomerado entre la burguesía local del Estado de México y los miembros del Grupo.

Para la clase trabajadora, analizar la historia y el funcionamiento del Grupo Atlacomulco le provee la posibilidad de poder identificar de manera más clara las fortalezas que pueden convertirse en debilidades si logran realizar acciones contundentes contra los pilares del poder de los políticos originarios de ese municipio del Estado de México. Específicamente, el corporativismo del que ha sido presa la clase trabajadora mexicana desde inicios del siglo XX constituye el principal reto para el proletariado mexicano, lograr romper esa cadena puede significar la unificación de los explotados del país y una lucha mucho más frotal y con potenciales consecuencias de derribar al régimen burgués dominante en el país.

Referencias:

Arreola Ayala, Á. (1985). Atlacomulco: la antesala del poder. En C. Martínez Assad, Municipios en conflicto. México: Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM-GV editores.

Arzuaga Magnoni, J., Espinosa Santiago, O., & Niño Martínez, J. J. (2007). Élites, alternancia y partidos políticos en el Estado de México: Entre la pluralidad, la búsqueda del voto y el debilitamiento institucional. Economía, Sociedad y Territorio , 129-156.

Cruz, F., & Toribio Montiel, J. (2009). Negocios de familia: La biografía no autorizada de Enrique Peña Nieto y el Grupo Atlacomulco. México: Planeta.

Hernández Rodríguez, R. (1997). Amistades, compromisos y lealtades: líderes y grupos políticos en el Estado de México. México: El Colegio de México.

Ibarra, V. (2004). Los espacios del poder del Grupo Atlacomulco. México: UNAM.

Jiménez, E. (2009). ENFOQUES TEÓRICOS PARA EL ANÁLISIS POLÍTICO. Recuperado el 4 de Octubre de 2009, de Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM: http://www.bibliojuridica.org/libros/2/517/7.pdf

Maldonado Aranda, S. (2003). Poder regional en el Estado de México: Entre "Grandes Hombres" y "Pequeños Caciques". Relaciones , 80-123.

Martínez, J. (1999). Las enseñanzas del profesor: Indagaciones de Carlos Hank González. México: Océano.

Olmos, J. G. (10 de Septiembre de 2008). Grupo Atlacomulco. Recuperado el 4 de Octubre de 2009, de http://www.proceso.com.mx/getfileex.php?nta=62079

Pacheco Bailón, F. (2002). Atlacomulco, élite hegemónica. La Revista Peninsular , 14-15.

Villamil, J. (2009). SI YO FUERA PRESIDENTE: ENRIQUE PEÑA NIETO SIN MASCARA NI MAQUILLAJE. México: GRIJALBO MONDADORI, S.A.

Zorrilla Santiago, J., & Monroy, F. (1993). En Dinámica social de las organizaciones (págs. 73-106). México: Edit. McGraw-Hill.

Fecha: 

20 de septiembre de 2012

Teoría Marxista: 

Nacional: 

Estados: