Pakistán: Los gobernantes siguen con su juego, el sufrimiento de las masas no tiene precedentes

Escrito por: 

Lal Khan

La presente versión es un resumen del artículo publicado en la página de internet militante.org: Pakistán: Los gobernantes siguen con su juego, el sufrimiento de las masas no tiene precedentes

En los últimos cinco meses del nuevo gobierno de coalición encabezado por el PPP, los trabajadores y las masas ya empobrecidas han pasado un sufrimiento social y económico no visto en la accidentada historia de Pakistán. Los precios de los alimentos han subido más de un 200 por ciento, el combustible que con el anterior gobierno estaba a 47 rupias está ahora a 87 rupias, cuando los representantes del PPP están en el poder.

Las cifras macroeconómicas presentan una imagen sombría. El déficit comercial se ha disparado desde los 12.000 a los 20.000 millones de dólares. Las reservas de divisas han caído de 16.000 a 10.000 millones de dólares. Los aumentos del gasto militar con este régimen "democrático" no tienen precedentes. La mayor parte de los ingresos en divisas proceden de las remesas enviadas por los trabajadores pakistaníes en el extranjero. Pero la mayor parte de estos 6.500 millones de dólares se gastan en el servicio de la deuda, que ha pasado de 34.000 a 46.000 millones de dólares en sólo cinco meses.
Mientras tanto, Zardari, el líder del PPP, ha conseguido descongelar 60.000 millones de dólares de una de sus varias cuentas en bancos suizos gracias a la NRO (Ley de Reconciliación Nacional).

Debemos recordar que Zardari, el viudo de Benazir Bhutto, fue el hombre que echó por tierra el movimiento que estalló el 18 de octubre de 2007 y que alcanzó una fase explosiva el 27 de diciembre cuando asesinaron a Benazir.

Las masas están en un estado de conmoción y angustia. Cada vez es mayor la furia contra el nuevo gobierno, y especialmente contra Zardari, como resultado de la devastación que estos dirigentes están provocando a las masas, éstas odian a la camarilla gobernante. Entre los trabajadores hay explosiones esporádicas.

Las únicas concesiones hechas por este gobierno han sido para las multinacionales y grandes capitalistas. En el presupuesto han reducido aún más los impuestos a las empresas y han dado concesiones sin precedentes a los inversores extranjeros.

Como resultado de esta situación, el descontento y la furia de las masas van en aumento. El PPP ahora es un cascarón vacío. Los activistas lo han abandonado en tropel, mientras los sicofantes y lame botas de Zardari ahora están al mando del PPP. La crisis dentro de las clases dominantes y el Estado está profundizándose rápidamente. La coalición gobernante está dividida. Las guerras civiles sangrientas en la Frontera Noroccidental han doblado el número de víctimas en el ejército. Dentro del ejército hay mucha ansiedad y descontento. Pero incluso si el ejército interviene, no resolverá nada. Por eso los norteamericanos presionan para que el ejército no intervenga.

La realidad es que Washington no ha tenido jamás un régimen tal servil en Pakistán como el actual gobierno del PPP. Es más obediente de lo que incluso quieren sus amos. Los fundamentalistas están en declive, los nacionalistas desorganizados y buscando el apoyo del imperialismo estadounidense para conseguir su parte del saqueo que padece Pakistán.

A pesar de esto, era absolutamente necesario y correcto dar un apoyo crítico al PPP como la expresión de masas de la rebelión de las masas contra la dictadura de Musharraf. No haber hecho esto en esas circunstancias habría supuesto nuestro alejamiento del movimiento de masas de millones de trabajadores y campesinos que se movilizaron bajo la bandera del PPP. Todos los demás supuestos grupos de izquierda en Pakistán no consiguieron comprender la manera en que las masas se moverían y, por lo tanto, se alejaron del movimiento y de los acontecimientos. Sólo los marxistas de The Struggle evaluaron correctamente la situación y fueron capaces de intervenir con éxito.

Pero la verdad, como solía decir Lenin muchas veces, es siempre concreta. Nosotros pronosticamos por adelantado que los dirigentes del ala de derechas del PPP formarían una coalición con la Liga Musulmana como una excusa para no llevar a cabo una política en interés de los trabajadores y campesinos. Eso fue una traición a las aspiraciones de las masas. Por lo tanto, es necesario hacer un análisis sobrio de la situación, que cambia con los días. Es inútil repetir como un papagayo las consignas que ayer eran adecuadas pero que hoy son totalmente inadecuadas debido a la marcha de los acontecimientos. Actuar de esa forma sería convertir a los marxistas en una ridícula caricatura, ir detrás de los acontecimientos y mirar al culo de la historia en lugar de mirar a su cara. Este método no tiene nada en común con el marxismo cuyas consignas y tácticas se basan en las condiciones concretas y siempre tienen puesto el dedo en el pulso de las masas.

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