Con el inicio de actividades de la rectora Esther Orozco Orozco en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, dicha institución educativa vive su primer conflicto interno, ya que con un visible desconocimiento del plan de estudios de este centro educativo,  por parte de  la dirigencia actual,  se pretende  imponer de manera arbitraria  el sistema de enseñanza neoliberal instaurado por el Banco Mundial en el cual, los estudiantes se convierten en una simple estadística y se desarrollan profesionalmente como técnicos especializados, con lo que pierden toda capacidad crítica y humanística al transformarlos en unos autómatas, para que cumplan cabalmente  con las ordenes que emanan del mercado y de las políticas empresariales, que en esta época legitiman el desarrollo educativo de las instituciones que difunden el conocimiento.

Todo esto aunado a las lamentables declaraciones de la titular de dicha casa de estudios al catalogar  a este espacio de formación profesional como un fraude educativo, además de señalar que toda la comunidad universitaria cuenta con un bajo nivel de aprendizaje y con un coeficiente intelectual raquítico; amparada con una estadística interna que hasta el de día de hoy Esther Orozco nunca ha presentado y tratando  de estandarizar el desempeño escolar  de todos los estudiantes y  ha generado  el desprestigio de la institución y de su comunidad.

Por otro lado, el apoyo de actores externos intervinieron  en este conflicto, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, con el apoyo de todas las bancadas, violando la autonomía universitaria, al otorgar a la rectora la facultad de contratar personal de su confianza, además de poder reelegirse y llevar a cabo el desmantelamiento del proyecto educativo que apoya a gran número  de jóvenes y adultos de clases populares, que pretenden terminar una carrera profesional, la cual les ayude a tener una mejor calidad de vida y les fomente un mejor capital cultural que apoye en  la tarea de resolver  los problemas de su comunidad y los que se presentan en esta ciudad.

De esta manera y con el consentimiento de los legisladores locales, la rectoría quería imponerse al máximo órgano colegiado que es el Consejo  Universitario, y con ello perpetuarse en la dirigencia de la UACM sin tener ningún contrapeso que regule de manera legal todas las decisiones que se tomen y el empleo de los recursos que lamentablemente no han llegado para el mejoramiento de toda la infraestructura de los planteles como son: San Lorenzo Tezonco, Centro Histórico y Del Valle.

Por estos motivos y por el despido injustificado de los maestros John Hazard, Netzahualcóyotl Luna, Alberto Benítez y la Lic. Julia Cortes, entre otros, mismos que fueron destituidos de sus funciones profesionales en el plantel San Lorenzo Tezonco por oponerse a la conducta prepotente de la rectora, por lo tanto la comunidad  universitaria, docentes y trabajadores, votamos los días 10, 13 y 14 de Agosto pasado para instaurar el Consejo Universitario para que cumpla con la responsabilidad de frenar todas estas arbitrariedades que la actual rectoría ha llevado a cabo. Con un triunfo claro de los consejeros que se oponen a Esther Orozco, se pensó que se tendría un equilibrio en cuanto a la gestión de esta Universidad, lamentablemente el órgano responsable de legitimar las elecciones internas de esta casa de estudios, acepto un impugnación amañada en la que se tuvo como argumento principal, que el voto fue inducido en el plantel San Lorenzo Tezonco, casualmente el recinto mas grande. En este se obtuvieron m,as votos a favor del nuevo consejo, acusando a los maestros que a la hora del sufragio estos regalaban café y pan a los votantes así como encontrarse carteles de los consejeros pegados en las mesas de votación, con estas pruebas absurdas, el órgano responsable de la impugnación removió a los consejeros ganadores los cuales habían obtenido de forma legítima su cargo en el Consejo Universitario, e instauró a los que apoyan a la rectora Esther Orozco generando con esta decisión que siga teniendo la mayoría y fomente su poder autoritario.

A raíz de estos acontecimientos, se convocó a la comunidad universitaria a la huelga tomando los distintos planteles de la UACM y a luchar por la elección ganada en las urnas, finalmente el día 27 de septiembre de 2012 se cumplió el plazo para liberar los inmuebles, pero al no llegar a ningún acuerdo los edificios seguirán tomados, hasta que la dirigencia de la Universidad tenga voluntad de un verdadero diálogo y  acepte su derrota, además de que se instaure el Consejo elegido por la comunidad, es la única solución para destrabar el conflicto y para que la Universidad Autónoma de la Ciudad de México siga con su proceso incluyente y alternativo en la capital de este país.