Sobre la creación de la CTM

Escrito por: 

Ubaldo Oropeza

“El capitalismo monopolista no se basa en la competencia ni en la iniciativa privada libre, sino en el control centralizado. Las camarillas capitalistas que están a la cabeza de los poderosos trusts, carteles, consorcios financieros, etcétera, ven la vida económica desde las mismas alturas en que lo hace el poder estatal; y para cada paso que dan requieren la colaboración de este último. A su vez, los sindicatos en las ramas más importantes de la industria, se encuentran desprovistos de la posibilidad de aprovecharse de la competencia entre las diferentes empresas. Se ven obligados a enfrentarse a un adversario capitalista centralizado e íntimamente ligado con el poder del estado. De aquí surge la necesidad de los sindicatos a adaptarse al Estado capitalista y a competir por su cooperación, en tanto permanecen en posiciones reformistas, es decir en posiciones de adaptación a la propiedad privada. A los ojos de la burocracia del movimiento sindical la tarea principal reside en “liberar” al Estado de la influencia del capitalismo, en debilitar su dependencia de los trusts y en atraerlo a su lado.” (León Trotsky, Los sindicatosen la época del imperialismo)

La formación de la CTM, la central más importante para los trabajadores de México hasta hace unos años es digna de recordar no solamente por la trascendencia histórica sino por su rica experiencia en términos teóricos.
Trostki escribió en 1940 que el proceso de incorporación de los sindicatos al estado no era resultado de las condiciones particulares de un país sino que este fenómeno se repetía casi en todos los países y que esto obedecía principalmente a que el capitalismo había pasado a otra fase, una imperialista monopolista donde la competencia entre las diferentes burguesías no existía pues los trucs y monopolios había terminado con esta libre competencia, el Estado se había transformado en un aparato centralizado y riguroso al cuidar los intereses del imperialismo.
En este sentido los sindicatos ya no podían aprovechar la competencia de la burguesía y al no tener en su dirección a revolucionarios que comprendieran el nuevo periodo y el papel que tenían que asumir los sindicatos, las direcciones reformistas veían como una necesidad el trabajar junto al estado para tratarles de convencer de lo importante que eran los sindicatos y “ganarles” a su casusa, dejando de la do que el estado es un aparato de violencia de una clase sobre otra.
En México tuvo sus particularidades, especialmente el papel jugado por el partido comunista estalinista el cual en ese momento planteaba una política internacional del frente popular el cual trataba de hacer un frente con la burguesía nacional subordinando las aspiraciones y necesidades de los trabajadores al programa de la burguesía.

La CROM
Este no es el lugar para describir o explicar profundamente el gobierno de Calles, baste decir que el utilizo al movimiento obrero, principalmente a la CROM como un elemento con el cual golpeo al caudillismos agrarista de Obregón. El Partido Laborista de México conforma una alianza con el gobierno y formando parte del aparato estatal, “hacia 1927 tienen 11 de los 48 senadores, 40 de los 272 diputados, dos gobernadores, un miembro en el gabinete (el propio Morones, que tiene la cartera de Industria, Comercio y Trabajo) y controlan el gobierno de la ciudad de México.” (Roger Bartra, El movimiento Obrero en la década de los 20s.)
Todo el poderío de la CROM fue gracias al apoyo del gobierno y a los métodos gansteriles que utilizaba cuando había alguien que no se cuadraba ante las ordenes de la burocracia apegada al gobierno, esto se derrumbo cuando simplemente ya no fue útil para el gobierno, principalmente que fue superada la crisis del asesinato de Obregón en julio de 1928.

El movimiento sindical independiente
A pesar del control cromista sí existió una disidencia sindical encabezada principalmente por la CGT, organización dominada por los anarco-sindicalistas y comunistas. Esta organización crece principalmente en las zonas más desarrolladas e industrializadas, por ejemplo en la industria petrolera, ferrocarrileros, telefonistas, tranviarios, minera y eléctrica. También compite fuertemente en el centro del país en la textil.
Su ideario político es radicalmente opuesto al del la CROM, se declaran partidarios de la lucha de clases, su objetivo es el comunismo libertario, apoya la dictadura del proletariado y el internacionalismo proletario. La contradicción en la que cae este programa es que se niega la necesidad del partido obrero revolucionario y plantea la huelga general como la que dará el poder a los obreros organizados en consejos autónomos.
Frente al ambiente de discusión internacional con respecto a la Internacional Sindical Roja y la política anti partidista se da una escisión de los comunistas, sin embargo estos lanzan una nueva plataforma sindical la cual rápidamente se desarrolla. Bajo la política del Frente Único comienza a agrupar diferentes tendencias sindicales autónomas y crean el Comité de Unidad Proletaria, este es el embrión de la Confederación Sindical Unitaria de México creada a principios de 1929.
Aunque hubo más actividad sindical independiente, el desarrollo de estas dos organizaciones sindicales fueron las que jugaron un verdadero contrapeso a la central moronista.

La Crisis del 29
A principios de los años 30 hay un hecho internacional que impacta de forma decidida en la diva de los trabajadores y la organización sindical, la crisis económica de 1929 que comienza con un crac en la bolsa de EEUU se transforma en la peor crisis de sobreproducción a nivel internacional del capitalismo. Todas las económicas desarrolladas recienten duramente este impacto, con mayor fuerza es resentida en todos los llamados países subdesarrollados al hundirse el intercambio comercial de productos manufacturados y materias primas (cayeron las exportaciones en un 37% de 1929-33), la falta de inversión extranjera en la industria nacional esto repercute inmediatamente en desempleo.
En este ambiente se llamo a la conformación de una organización unitaria de los trabajadores, el resultado fue la creación del Comité Nacional de Defensa Proletaria (1935), antecedente inmediato de la Confederación de Trabajadores de México. A este Comité se unieron las organizaciones sindicales más representativas de la clase obrera: la Alianza y Federación de Obreros y Empleados de la compañía de Tranvías de México, la Alianza de Uniones y Sindicatos de Artes Graficas, la Cámara Nacional del Trabajo de la República Mexicana, la Confederación General de Obreros y Campesinos de México, la Confederación Sindical Unitaria, el Sindicato Ferrocarrilero de la República Mexicana, el Sindicato Industrial de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos y el Sindicato Mexicano de Electricistas.

El gobierno de Cárdenas
Ya para ese entonces se encontraba en el gobierno el general Lázaro Cárdenas. A lo interno del gobierno había una pugna entre los que apoyaban la continuación del proyecto Callista y los que pugnaban por el desarrollo de la burguesía nacional para que estos impulsaran el despegar nacional del país y romper con la dependencia internacional.
Cárdenas utilizo la fuerza del movimiento obrero para enfrentarse en 1935 con la fracción de Calles, al año siguiente en el conflicto con la burguesía regia y en el 38 en la confrontación con el imperialismo ingles al nacionalizar el petróleo.
Las características políticas y sociales dan la posibilidad al gobierno de Cárdenas para utilizar el empuje y la fuerza del movimiento obrero organizado el cual no contaba con un partido independiente el cual pudiera llenar las expectativas políticas y enfrentar esta coyuntura con una política propia que ayudara a fortalecer y organizar mejor sus cuadros y dar la lucha por un gobierno de los trabajadores.
Por otro lado la debilidad de la burguesía local y su sometimiento a los designios imperialistas hicieron que se creara al interior del ejército, dominado totalmente por la clase media y parte de la burguesía, una ala nacionalista la cual estaba dispuesta a asumir el control del estado, ponerse por encima de las clases en pugna y utilizar a los trabajadores para golpear a los sectores imperialistas y más reaccionarios de la burguesía nacional para conseguir una independencia política y económica la cual repercutiría directamente en la consolidación de la burguesía nacional, es decir, a pesar de que se golpeaba a una parte de esta clase se hegemonizada y estructuraba mejor su poder.

La formación de la CTM y la política del Frente Popular de los comunistas
La fundación de la CTM fue obra de prácticamente dos organizaciones obre¬ras, por un lado estaba el Comité de Defensa Proletaria encabezada por los comunistas y la Confederación General de Obreros y Campesinos de México, CGOCM, (Esta organización fue dirigida por Vicente Lombardo Toledano quien representaba a la CROM depurada, los ex anarquistas de la CGT, la Federación Sindical del Distrito Federal encabezada por Fidel Velázquez y Fernando Amilpa, y la Confederación Sindical del Estado de Puebla de Blas Chumacero, esta duro de 1933-36)
Esta última organización practicaba la negociación y recurría frecuentemente al gobierno para desarrollar sus filiales, se puede decir que cuando se crea la CTM esta ala ya tenía nexos fuertemente establecidos con el gobierno cardenista, esto le permitió tener un gran número de organizaciones campesinas y obreras.
En febrero de 1936 se crea la CTM, desde el comienzo había dos tendencias opuestas, el debate fraccional a su interior se desarrollo de forma intensa, en última instancia el debate y la propuesta de orientación para la central era o reformismo y colaboración de clases o revolución.
Si lo hubieran querido los comunistas hubieran podido controlar esta importante organización de la clase obrera sin embargo a nivel internacional la línea a seguir que dictaba Moscu por medio de la Internacional Comunista era la del llamado Frente Popular, esta consistía en la necesidad de hacer un pacto con la burguesía nacional progresista para enfrentar al enemigo común que era el fascismo, dejando de lado la política revolucionaria y todo aquello que le molestara a esta supuesta burguesía progresista se tenía que someter a los trabajadores al programa burgués. En otras palabras podemos decir que se amarraba las manos a los trabajadores para que la burguesía decidiera por ellos.
Esta Política de Frente Popular significó el entregar la dirección de la CTM la fracción pro gobierno. Así, este gran esfuerzo unificador y progresista de la clase obrera rápidamente se convirtió en una herramienta en las manos del estado capitalista para configurar de mejor manera el capitalismo nacional.

Fecha: 

mayo de 2011

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