La juventud estudiantil quebró el hielo, los trabajadores profundizaremos la lucha

La lucha de los estudiantes ha transformado toda la situación política de la noche a la mañana. Las contradicciones acumuladas durante un largo periodo de tiempo han emergido abruptamente creando un escenario político que ni en sus peores pesadillas la clase dominante podría haber imaginado. Con un enorme aparato de publicidad, creando un personaje fuera de toda realidad, la mafia del poder creía que la elección de Enrique Peña Nieto iba a seguir una línea ascendente sin oposición de nadie; así lo habían calculado y al menos su plan parecía ir al pie de la letra. Pero ahora, a poco más de un mes de las elecciones presidenciales, la burguesía se ha topado con un movimiento juvenil ascendente y vibrante en las calles, que comienza a extenderse como fuego en una pradera seca. El hecho es que lo que algunos comienzan a llamar “la primavera juvenil”, está contagiando a los batallones pesados de los trabajadores; por el momento ya han dado el primer paso en el mismo sentido de los jóvenes estudiantes: la creación del Morena-laboral.

Ni un voto al PRI, ni un voto al PAN… Pero tampoco ni un fraude electoral más

Pese a todo lo que podamos decir sobre la conformación de esta nueva instancia, el hecho es que por el momento solo conocemos declaraciones. Lo importante es que la creación del Morena laboral es el reflejo del ambiente general que hoy impera en la sociedad. Es en definitiva el síntoma de que algo importante está comenzando a ocurrir.

La propuesta está siendo encabezada, entre otros, por el sindicato de telefonistas, el STUNAM, el SME, la UNT y el Frente Sindical Mexicano. Como se ha comentado, esto comienza como un experimento que, por ahora, no sabemos sus alcances. Sin embargo es en todos los aspectos positivos, en primer lugar porque hecha a tierra, las idea del “apartidismo” sindical, ahora más que nunca ideas como la de “todos los partidos son iguales”, etc. no tienen ningún lugar de ser. El que esta instancia se plantee como una de sus primeras tarea luchar contra el voto corporativo, y no solo eso, sino por una promoción activa del voto para la izquierda es ya un paso enorme adelante.

Esta propuesta debería ser complementada con una activa organización para cuidar el voto y preparar el terreno organizativo para un fraude electoral. Y es que como se demostró hace seis años, votar y esperar no es suficiente. Si no defendemos el voto e impedimos el ascenso de Enrique Peña Nieto a la presidencia, nos esperaran otros seis años de pesadilla; a todos los trabajadores organizados y consientes nos queda claro que la escancia del PRI y el PAN es la misma, cambiaran nombres, algunos de camiseta, pero el proyecto es el mismo.

En segundo término, la idea de crear una instancia que vaya más allá de las elecciones es absolutamente positiva. Si se plantea un programa de lucha claro, que considere temas como la solución a las demandas de los compañeros electricistas y de mexicana de aviación, la lucha por un programa por mejoras generales a los trabajadores del país, la autonomía sindical, la mejora en las condiciones laborales para la juventud trabajadora, etc. será una clara advertencia a quién sea como presidente: o estas con los trabajadores o estas contra ellos.

La juventud de este país ha salido a la lucha por que entiende acertadamente que todas las puertas les están cerradas. El hartazgo y la frustración individual se han convertido en organización y movilización colectiva. Con todo y lo heterogéneo que pueda ser considerado, el movimiento de los jóvenes está poniendo en tela de juicio todo el orden corrupto existente. En su gran mayoría están utilizando de manera decidida y creativa al Morena como vehículo para canalizar toda su inconformidad.

Para nosotros como trabajadores, el horizonte se nos ha cerrado desde hace mucho tiempo. Lo que hemos tenido que hacer es aguantar y defender lo poco que tenemos, no sin algunas derrotas fuertes en el proceso. Esta es nuestra oportunidad. Integrar el importante movimiento sindical con el movimiento de la juventud en la calles para impedir que un títere del poder nos sumerja en otro sexenio lleno de austeridad, represión y contrarreformas laborales, para abrir ese horizonte que nos lo han cerrado desde hace mucho tiempo.