CNP ¿Por qué defendimos firmar bajo protesta? Ninguna confianza en dirección general

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CLEP-UER
ParoestudiantilenESIAZacatenco_1_zps5e9c267b.jpgAcompañando el término de la huelga del Politécnico en el 2014 y como resultado de esta misma, el IPN le da bienvenida al Congreso Nacional Politécnico (CNP), el cual cuenta con la facultad de modificar, crear o remover parte de la estructura interna de la institución. Sin embargo, para que dicho Congreso comenzara a trabajar se necesitaba que la AGP (Asamblea General Politécnica) junto con DG (Dirección General) llegarán a acuerdos, facilitando su labor dentro de la institución. Esto no es un trabajo fácil, se refleja en el tiempo que se le invirtió para llegar a un acuerdo, AGP ha trabajado y desarrollado posturas, las cuales se defienden en mesas de trabajo con el Director General actual, Enrique Fernández Fassnacht, dichas posturas tienen el objetivo de ser operantes ante la situación en la que se encuentra este Congreso. 
 
A sabiendas de que el CNP puede ser la instancia para lograr la transformación del instituto en beneficio de la comunidad -dependiendo de que los representantes que lleguen al mismo atendiendo los intereses de la comunidad- la lucha por este es muy importante dentro del IPN  tanto para los alumnos, profesores y trabajadores organizados, interesados en que el IPN sea transformado para beneficio de la comunidad. También observamos incluso corrientes reaccionarias y conservadoras, que buscan involucrarse para dar satisfacción a necesidades particulares y de sus grupos de poder y que desean que la situación en el IPN no cambie o bien pretenden utilizar el Congreso para impulsar las medidas privatizadoras implementadas desde el gobierno federal. 
 
El Congreso tiene claramente dos objetivos, los cuales, dependiendo de las posturas que lo integren, se llevarán a cabo. El primero y el más relevante, es que la comunidad utilice este Congreso para erradicar las problemáticas, injusticias e incluso actos de corrupción, acuerdos entre grupos de choque, autoridades, grupos porriles, las carencias educativas, el fortalecimiento de la educación pública, porque se establezca una real democracia interna y mejorar las relaciones laborales en el IPN. Y la segunda postura obedece a aquellos grupos conservadores que pretenden conservar sus privilegios dentro del instituto. 
 
Desde un inicio el Comité de Lucha Estudiantil Politécnico (CLEP) defendía la primera vía, con el único fin de velar por los intereses de la comunidad, todo esto se vio reflejado en acuerdos con otros colectivos, asistencia constante en AGP y actividades de esta asamblea. 
 
El día jueves 12 de noviembre se firmaron los acuerdos en la mesa con el Director para conformar la comisión Organizadora del CNP, sin embargo el Comité de Lucha toma la postura de firmar únicamente bajo protesta, ya que nosotros pensamos en que hace falta la discusión política dentro de la AGP sobre la función del congreso. Esta es nuestra postura gracias a que observamos una oportunidad bastante factible para que fuerzas viejas y burócratas puedan sumergirse con fines de entorpecer el trabajo y conservar sus intereses particulares politécnico que se ha tenido desde sus inicios. Nosotros queremos un cambio dentro del Instituto, por esto mismo creemos que se tiene que pulir más el trabajo en cuestión al congreso y que la comunidad resulte privilegiada ante todos los posibles resultados que se vayan ganando. 
 
Para llevar a cabo un CNP positivo se necesita una correlación de fuerzas muy grande, como la que surge en la AGP el año pasado, ejerciendo presión y verificando que los procesos sean legítimos y verídicos, un frente único para luchar y manejar la situación del congreso de una manera más equilibrada, pues ante la ausencia de esta organización el politécnico se verá influenciado por intereses particulares y conservadores. Tenemos un papel muy grande dentro de esta alternativa, defender y velar los interés de la comunidad y del pueblo mexicano que paga nuestra educación, no permitir injusticias ni corrupción dentro del Instituto, verificar y apreciar toda la trayectoria dentro del CNP con tal de que no se pierda y que siga sus ideales iniciales. 
 
El Congreso Universitario de 1990, es un ejemplo de lo que tenemos que evitar en el CNP. El congreso de la UNAM revirtió todos los logros del movimiento estudiantil que se desarrolló en 1986–1987 y fue necesario otro movimiento, 10 años después, para revertir los resultados de ese Congreso. 
 
Nosotros deseamos y luchamos porque en el CNP logremos la democratización del IPN, que se tome en cuenta la voz de toda la comunidad para decidir el rumbo del IPN, acabar con la estructura autoritaria y vertical que prevalece en los órganos de gobierno del IPN, necesitamos y luchamos por medidas para fortalecer la educación pública dentro del instituto, acabar con los ataques laborales hacia los profesores y trabajadores de apoyo, que precarizan sus condiciones de trabajo. 
 
Luchamos porque el IPN después del congreso salga fortalecido como la institución de vanguardia de educación científica y tecnológica, remarcando su carácter público, como una institución destinada a que los hijos de los sectores populares y de la clase trabajadora tengan acceso a la educación, tal y como fue el proyecto original, por el que fue creado el politécnico. Sabemos que hay fuerzas que desean intervenir en el Congreso para que nada cambie, o para imponer su proyecto conservador y privatizador, necesitamos cambiar la correlación de fuerzas, debemos llegar organizados los estudiantes, profesores y trabajadores que deseamos un cambio por las vías democráticas en el IPN, necesitamos generar un movimiento en torno al congreso con estas demandas para salir triunfantes en beneficio de la comunidad del IPN y del pueblo trabajador. 
 
Estas fuerzas que se oponen a un cambio en beneficio de la comunidad no solo están dentro, también vienen de fuera, son las mismas fuerzas que están atacando a los trabajadores del país, quienes quieren privatizar la electricidad y el petróleo, quienes encubren a los culpables de las muertes y desapariciones de estudiantes, quienes atacan a los estudiantes normalistas y de las universidades públicas. Pero también hay fuerzas que quieren un cambio profundo a favor de las mayorías, nuestros aliados son los mismos que consiguieron la fundación el IPN: los trabajadores del campo y la ciudad y sus hijos. La defensa del IPN no solo es tarea de los politécnicos sino del pueblo trabajador en su conjunto. 
 
¡Solo unidos y organizados venceremos!
 

Fecha: 

12 de noviembre de 2015

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