Las desapariciones de mujeres ha sido uno de los temas más frecuentes y duros que se vive en  nuestro país, en los últimos 20 años la atención de este suceso se centraba mayoritariamente en el norte de México, sin embargo en el último periodo se vuelven cada vez más recurrentes las desapariciones en otros Estados, este es el caso del Estado de México.

 

El Estado de México es uno de los más característicos de nuestro país, ya sea por la larga filiación priista de sus gobiernos, por su cercanía con el DF o por su reciente incremento en la violencia.

 

Según datos recientes el Estado de México es en el que se concentra el mayor número de asesinatos, incluso supera a Chihuahua, Guerrero y Michoacán. Se ha convertido en uno de los estados más violentos del país. Día a día se incrementan los homicidios dolosos, las extorsiones, el narcotráfico, los feminicidios y las desapariciones (las cuales están estrechamente ligadas a lo anterior mencionado). En todas estas cuestiones existe un sector más afectado, el sector femenino.

 

A raíz de la llegada de Enrique Peña Nieto a la Presidencia de la Republica y de Eruviel Ávila Villegas a la gubernatura local se han disparado el número de desapariciones femeninas en el Estado de México, actualmente el radicar en este Estado es sinónimo de radicar en un espacio vulnerable a la violencia. Tan solo en los últimos 6 meses cifras oficiales del Gobierno Estatal arrojan un total de 86 desapariciones de mujeres a lo largo del Estado.

 

 

Sin embargo, las cifras oficiales no siempre representan la realidad vivida. Las desapariciones en esta entidad son cada vez más frecuentes y diversas personas no acuden a las instancias legales para difundir su caso, ya sea por desconfianza hacia dichas instituciones o por miedo a posibles repercusiones hacia ellos o hacia su familiar desaparecido, además de que la metodología utilizado por el gobierno estatal carece de lineamientos que permitan acceder a la mayoría de la población que quiere denunciar la desaparición de sus hijas, familiares o conocidas.

 

Por todo lo anterior expuesto es la sociedad organizada quien ha tenido que buscar directamente a sus familiares desaparecidas, fórmula que en muchas ocasiones ha resultado más eficaz que el recurrir a instituciones en donde se ven sumergidas en un mar de trámites burocráticos que lo único que hacen es alzar una barrera más entre la víctima y los familiares de ella.

 

Colectivos como Movidas por Encontrarlas, Acción y Bienestar Ciudadano (ABC) o el Observatorio Nacional de Feminicidios  han iniciado una serie de caravanas a lo largo de todo el Estado de México con el fin de exigir a las autoridades justicia y seguridad, la caravana va a realizarse los días 25 de cada mes.

 

El pensador francés Charles Fourier solía decir que el grado de civilización de una sociedad se mide por el grado de libertad de la mujer. Si tomamos como punto de referencia esta frase, podemos afirmar que la sociedad mexiquense, gobernada y controlado por el PRI es una sociedad que está en un grado muy bajo en la civilización, una sociedad donde se desaparece y se violenta a las mujeres.