Está mucho en juego este 1° de Julio, a pesar que AMLO ha mostrado un discurso de conciliación, donde explica que no quiere venganza ni que va a atacar a los empresarios, la guerra sucia se intensifica. Por más discursos moderados que se den la burguesía no va a perdonar la lucha que emprendimos hace 6 años, no quieren que Obrador sea presidente porque este triunfo animaría al movimiento de masas que exigirían se acabe de una vez por todas con el actual sistema de privilegios.

Es demasiada la insistencia de los medios de comunicación de sacarle declaraciones a AMLO de que respetará los resultados electorales y no llamará a una nueva lucha como en el 2006. La lucha de clases no sigue los designios de una persona, aunque el individuo en ciertas condiciones puede jugar un papel determinante. AMLO no ha llamado a movilizaciones en la campaña electoral y eso no ha detenido el estallido de la lucha estudiantil y las masivas protestas anti EPN.

La manipulación mediática y la cargada a favor de EPN en los últimos años es un reflejo de la inequidad de este proceso. Las pasadas elecciones en el Edomex nos dan una muestra de como actuará el PRI, poniendo a funcionar todo su aparato corporativo de compra de votos. Después tenemos el conteo, al IFE como un órgano parcial que favorecerá a EPN (como lo hizo en 2006 con Calderón).

Mientras la burguesía acusa a nuestro movimiento y a nuestro candidato de violentos, el PRI ha golpeado a estudiantes del #YoSoy132 que protestan contra EPN (Córdova, Colima, partido México-Guyana son ejemplos de esto) y el extremo es el caso del entonces candidato del PRI al municipio de Villaflores Chiapas, quien asesinó de un balazo en la nuca a un panista que removía su propaganda. Lo que vemos es a las fuerzas revolucionarias de la juventud y los trabajadores que empiezan a luchar por un cambio profundo que se posicionan contra el PRIAN y por otro lado a las fuerzas de la reacción que no se tentarán el corazón para aplastar las protestas si se los permitimos.

No se trata de solo ir a votar, aquí tenemos una lucha de clases viva. Algunas encuestadoras ya dan un empate técnico, si esto es verdad no es suficiente para ganar por todas las trampas a las que nos enfrentaremos, es necesario intensificar la campaña y convencer a quien aun no lo está de que es importante ir a votar y hacerlo por la izquierda. También es importante que las casillas se cuiden bien, una casilla que no es vigilada es una casilla robada. Las redes sociales nos pueden permitir un mayor control, es importante fotografiar las sabanas electorales y subirlas a la red.

Cuando AMLO en el 2006 dijo: “Al diablo con sus instituciones” solo reflejaba el sentir de millones de trabajadores que veíamos como todo el aparato Estatal (IFE, Iglesia, Medios de Comunicación, Partidos políticos, Ejercito, juzgados, Poder Federal…) se unían para fraguar el fraude. Esas instituciones no han cambiado y a la par de luchar dentro de la trinchera hostil de estas elecciones amañadas, debemos prepararnos para actuar en el terreno donde somos más fuertes: las calles.

Las elecciones serán precedidas por masivas movilizaciones, incluyendo la del 30 de junio que será sin duda masiva. Pero si aun con esto imponen a Enrique Peña Nieto nuestra respuesta debe ser aun mayor. La lucha no puede quedarse en las universidades y los barrios, debe llegar a los centros de trabajo. Es importante desarrollar comités del Morena, Morenaje, del #YoSoy132, de la OPT en cada universidad, cada barrio y cada centro de trabajo. Si el fraude se consuma no será suficiente con hacer multitudinarias marchas, tenemos que tomar acciones mayores, debemos preparar una huelga general de 24 horas como un primer paso. Los universitarios pueden jugar un papel importante, dando el ejemplo en la lucha, sacando brigadas a los barrios obreros y centros fabriles y cuando se reinicien las clases hacer campañas intensas de información, asambleas y paros que permitan una mayor movilidad de la juventud.

Solo acciones contundentes y masivas pueden hacer retroceder a los represores priístas, solo una campaña de información masiva con brigaderos que lleguen a los que no tienen acceso a las redes sociales podrá contrarrestar las mentiras y difamaciones de los grandes medios de comunicación que sin duda se intensificarán. Es importante la consolidación de los comités desde la base que deben organizar el movimiento desde abajo, en ellos también debe haber cuadros con claridad política que sepan a donde ir, por eso la formación política, el estudio de la lucha de clases y para esto el inigualable aprendizaje del estudio del marxismo se hace necesario. Quien no aprende de la historia esta condenado a repetirla.

Los dirigentes de la OPT y los sindicatos, del Morena (empezando por el mismo AMLO) y del movimiento #YoSoy132 deben plantear un plan de unidad de acción y de lucha que esté dispuesto a llegar hasta el final y  no permitir un nuevo gobierno impuesto, un gobierno reaccionario del PRI. Nosotros no queremos dividir a México, este sistema capitalista injusto ya nos ha dividido en poseedores y desposeídos, la clase dominante tiene a su favor el Estado y sus medios de comunicación, nosotros solo podemos confiar en nuestra unidad, en nuestras propias fuerzas y en el papel que la clase obrera juega en la economía sin permiso de la cual, nada se mueve y nada funciona en esta sociedad. Es el momento de la unidad de los explotados y oprimidos.