Por mandato del Tribunal Federal Electoral (TEPJF), se realizaron los comicios internos para relevar consejeros nacionales, estatales y delegados al Congreso del PRD.  Este proceso, largamente eludido por la dirigencia del partido, finalmente tuvo lugar el pasado 23 de octubre. 

El cuadro general de la elección puede calificarse como caótico y determinado por los ingentes esfuerzos de las corrientes derechistas para controlar en todo momento las condiciones de la elección para alzarse con el triunfo. 
La primer maniobra comenzó mucho antes de que instalaran las urnas, pues dio comienzo con la manipulación del padrón, que fue sistemáticamente depurado de todos aquellos que fuesen sospechosos de simpatizar con las planillas de izquierda, maniobra que fue seguida por operaciones de compra de votos y acarreo de votantes.
Quizá el punto más álgido se vivió en la sede de la Comisión Electoral del Partido, que fue tomada por asalto por presuntos integrantes de la planilla 22, identificada con el jefe de gobierno capitalino, lo que impidió la realización de la elección en el DF y en otros cinco estados.
En el caso del distrito 37 Federal (y 19 Local) que incluye Cuautitlán, Melchor Ocampo, Tultepec, Tultitlán y Nextlalpan, NI, ADN y Foro Nuevo Sol, corrientes a la derecha e identificadas con la candidatura de Ebrard, formaron sus planillas y las opusieron a las de GAP, IS e IDN.  En el caso de este distrito NI y ADN compitieron separadas por rivalidades de grupo, mientras IS participó con las planillas 150 y 255.
La jornada distó de ser tranquila, en el caso concreto de Cuautitlán, de las tres casillas previstas, una no fue instalada por instancia de funcionarios de casilla y del partido presuntamente vinculados a ADN, otra más fue incendiada por sujetos desconocidos y la tercera fue sustraída antes de que terminara la jornada, de manera que la elección, en los hechos, no tuvo efecto.
IS Cuautitlán proporcionó un secretario de casilla pero lo retiró poco después de instalada ésta al no contar con las condiciones mínimas de seguridad. Horas después, una de las tres urnas de la casilla fue sustraída junto con papelería de la elección, pero el presidente de casilla mantuvo la casilla en funcionamiento a pesar de quedar demostrado que no existían las mínimas condiciones de seguridad.  Esa misma casilla fue incendiada por la tarde por sujetos desconocidos.
Estos hechos fueron denunciados oportunamente por Izquierda Social Cuautitlán en las instancias nacionales del Partido, demandando que los resultados en el municipio de Cuautitlán sean desconocidos en su totalidad y se anulen la totalidad de las casillas y los votos que contengan.  En el municipio no puede considerarse que el proceso fue válido ni que establece un precedente para determinar las condiciones internas del partido, pues dadas las condiciones en que se efectuó ningún resultado que se pretendiese extraer tendría la menor certidumbre. 
Este desorden es el resultado lógico de las maniobras burocráticas que han instrumentado las corrientes derechistas en el marco de su estrategia para controlar el partido como su coto particular y descarrilar así al movimiento popular.  Esta estrategia debe ser detenida en nombre de los intereses del movimiento democrático mexicano, los únicos legítimos y a los cuáles debe responder la izquierda del PRD.

¡El Movimiento Popular Triunfará!
¡Con el Movimiento Todo, sin el Movimiento Nada!

Izquierda Social Cuautitlán