Autodefensas y la entrega de armas - Ninguna confianza en el gobierno

Escrito por: 

Rubén Rivera

papapitufo.jpgLuego  de poco más de un año  que se inició el movimiento de autodefensas en Michoacán se ha fijado el día 10 de mayo como fecha clave para el desarme de dicho movimiento.

Como hemos señalado en ocasiones anteriores, el desarrollo de los grupos de autodefensa en Guerrero y Michoacán constituyen una prueba fehaciente el grado  descomposición del régimen y, al mismo tiempo, de la capacidad de auto organización de los trabajadores para enfrentar situaciones desesperadas.

En Guerrero dichos grupos tenían una historia ya añeja y sus vínculos con las organizaciones tradicionales los convierten en  un movimiento más consistente y menos espontáneo que en Michoacán.
Por su parte, el desarrollo del movimiento de autodefensas de Michoacán parciamente correspondió a una insurrección campesina de corte clásico, solamente que en este caso el levantamiento  se  dirigió en contra de los caiques delincuenciales, en la mayoría de los casos coludidos con las autoridades locales. Ninguno de los tres partidos mayoritarios; PRI, PAN y PRD se libró de estos vínculos, los cuales los llevaron  a participar directamente con los Caballeros Templarios o hacerse de la vista gorda ante el creciente control mafioso de  la región.

El 15 de abril del 2011 es una fecha clave, en ese entonces el pueblo de Cherán se insurreccionó y expulsó tanto a delincuentes como autoridades locales. El ejemplo fue poco a poco perdiendo, las masas campesinas dejaron de colaborar con las mafias y finalmente se sumaron a la lucha, así el 24 de febrero, en Tecalpatepec, Buenavista y la Ruana se repitió en ejemplo de Cherán, desde ese momento se constituyó una coordinadora de autodefensas que planifico la movilización hacia diversos  pueblos y ciudades.

La actitud del Estado de frente a estos movimiento fue en un inicio de un franco desprecio, los campesinos de Aquila, que se levantaron en armas para defender sus recursos naturales  de las mafias locales, se vieron atacados  también por el Estado y fueron acusados de terrorismo.
Para mayo prácticamente todo el occidente de Michoacán se había sumado a las autodefensas. El surgimiento de los grupos de autodefensa, fue incontrolable y el apoyo de las comunidades campesinas se convirtió en masivo,  razón por la cual fue imposible para el Estado tratar de controlarlos, no obstante estaba claro que el movimiento no era de la simpatía del Estado  y en cualquier momento haría lo posible por sofocarlo.

A mediados de año estaba claro que el gobierno no podría sofocarlo por la fuerza, debido a ello procedió a movilizar al ejército, uno de los primeros movimientos fue la ocupación de Morelia y del puerto de Lázaro Cárdenas, a donde  las autodefensas amenazaban con llegar.
Los campesinos asaltaban ranchos,  recuperaban tierras y se enfrentaban a  bandas armadas ante la mirada expectante y muchas veces temerosa de la policía local, la cual en múltiples ocasiones fue desarmada y detenida acusada de colaborar con la delincuencia organizada.

En noviembre del 2013 las autodefensas son rechazadas  de Apatzingán por la acción combinada de delincuentes y policía, no obstante las zonas aledañas son poco a poco liberadas. A la larga  y luego de un acuerdo previo logran entrar, en realidad este fue uno de los primeros acuerdos entre autodefensas y gobierno.

De ninguna manera el gobierno considero al movimiento de autodefensas como  algo deseable, desde el principio lo enfrentó pero al darse cuenta de que no podía con él estableció una especie de tregua en espera de  poder desgastarlo y dividirlo.

No cabe duda que la mayoría de los dirigentes del movimiento, el doctor Mireles entre ellos, son gente honesta y que ha sacrificado muchas cosas en su lucha contra la delincuencia, no obstante está claro que políticamente están a la deriva, en el fondo no es su culpa, la mayoría de las organizaciones de izquierda les  han hecho el vacío,  es una desgracia que incluso Andrés Manuel  López Obrador se deslinde de ellos. En esta perspectiva es absolutamente lógico que poco a poco el movimiento caiga en la trampa  que el Estado les ha tendido.

El primer paso fue utilizar el movimiento para darle una serie de golpes a los “Templarios”, el siguiente fue empezar a generar divisiones en el seno  de los dirigentes y efectuar detenciones selectivas.

Las autoridades aprovecharan cualquier tipo de desarme para  asimilar a los elementos que pueda y aplastar a aquellos que  no entreguen las armas.  Lejos  de abandonar al movimiento de autodefensas las organizaciones sindicales e incluso las bases del Morena deberán brindarles toda la solidaridad y advertirles que el Estado no es honesto y que prepara  la represión selectiva, ya sea por medio de sus propias fuerzas o por medio de matones de los grupos delincuenciales, los cuales están esperando mejores tiempos para emerger.

De este modo el 10 de mayo lejos de significar el fin del movimiento puede ser en realidad sólo un nuevo capítulo. El rumbo final que tome depende de la lucha que en su conjunto decidan emprender las masas contra el régimen de Peña Nieto.

Fecha: 

Abril de 2014