En la fase inicial las reivindicaciones de la revolución son de carácter democrático ¡Por supuesto! Después de 30 años de dictadura brutal, la juventud aspira a la libertad. Evidentemente, sus aspiraciones democráticas pueden ser objeto de abuso por parte de los políticos burgueses, que sólo se interesan por sus futuras carreras en un parlamento “democrático”. Pero nos vemos obligados a asumir las reivindicaciones democráticas y a darles un contenido claramente revolucionario. Esto llevará inevitablemente a la reivindicación de un cambio aún más fundamental en la sociedad.
La Revolución Árabe es una fuente de inspiración para trabajadores y jóvenes de todos los lugares. Ha sacudido a todos los países de Oriente Medio y el norte de África hasta sus cimientos y sus reverberaciones están sintiéndose en todo el mundo. Estos dramáticos acontecimientos marcan un punto de inflexión decisivo en la historia humana. Estos acontecimientos no son accidentes aislados del proceso general de la revolución mundial.