Menos de un cuarto de hora después de la apertura, el mercado de valores chino fue cerrado por un apagado automático. Esto sucedió dos veces la semana pasada por las súbitas caídas de más del 7%. Este mecanismo "interruptor" fue impuesto por el gobierno hace sólo 5 meses después de pérdidas igualmente bruscas. El gobierno ha suspendido esta medida por ahora, no porque se haya reencontrado con la confianza de los inversores, sino como un giro más profundo de pánico.
A pesar de todos los experimentos keynesianos y del estímulo monetario, China no se ha librado de la crisis económica mundial. En el año 2014, su crecimiento económico bajó al 7,4%, el más débil en 24 años. Por primera vez en 16 años el crecimiento no logró el objetivo anual del gobierno (7,5%).
El gobierno chino ha intentado camuflar la desaceleración de la economía al referirse a ésta como una "nueva normalidad del crecimiento económico" en la que los "ajustes estructurales progresan constantemente".
Tres años después de que el movimiento Occupy Wall Street se extendiera desde Manhattan a varias ciudades importantes del mundo, comenzó el 26 de septiembre, antes de lo previsto, el movimiento Occupy Central en Hong Kong, después de un par de años de debates y manifestaciones, con la declaración de una "era de la desobediencia civil". Previamente, el 22 de septiembre, los estudiantes de 25 universidades y varias escuelas se unieron en una huelga de una semana, convocada por la Federación de Estudiantes de Hong Kong, sirviendo de “última advertencia al régimen”.
Hace veinticinco años, el 4 de junio de 1989, los fusiles y tanques del ejército chino aplastaron las protestas de la Plaza de Tian'anmen. Fue un movimiento heroico del pueblo chino en una lucha contra la burocracia, en general y, más concretamente, contra la falta de democracia, la corrupción y el impacto negativo de las reformas hacia una economía de mercado.
Marcas de artículos de lujo como Louis Vuitton, Rémy Martin y Bentley han publicado informes de caídas, tanto en el crecimiento como en los beneficios en el período reciente, tras haber alcanzado máximos históricos. Que las ventas de artículos de lujo hayan estado en auge en un período de recesión mundial en los últimos años, constituye algo notable en sí mismo. Este fenómeno contradictorio, y su más reciente declive, pone de manifiesto un determinado aspecto de la crisis capitalista.
El 23 de noviembre, China anunció su propia Zona de Identificación de Defensa Aérea (Air Defence Identification Zone –ADIZ-), algo que los EEUU, Japón, Gran Bretaña y muchos otros países también aplican. Según el gobierno chino, cualquiera que esté planeando volar hacia esa zona debe adelantarlo por radio e informar al control de tráfico aéreo chino de sus intenciones, con el fin de obtener el permiso para hacerlo. El problema es que esta zona es bastante grande y se extiende mucho más allá del espacio aéreo chino. Sucede que el ADIZ invade a su vecino y enemigo Japón, y cubre las islas controladas por los japoneses, conocidas por los chinos como Senkakus o Diaoyus. Este paso de China es una prueba de que se acerca a su fin la época dorada del imperialismo de EEUU y su estabilidad relativa, y que amanece una nueva fase de inestabilidad y conflictos; moviéndose hacia el Pacífico occidental el epicentro de las contradicciones fundamentales entre las potencias capitalistas del mundo.
Seis meses después de la elección del nuevo Comité Permanente del Buró Político de China bajo la presidencia de Xi Jinping, ha quedado muy claro que los próximos diez años bajo su mandato no se parecerán a la relativa estabilidad social y al rápido crecimiento de los diez años pasados. El carro no seguirá rodando por el mismo camino. Xi Jinping y el Partido Comunista de China están en una encrucijada, enfrentados a ese dilema clásico de todas las clases dominantes - ¿abrirse a reformas democráticas o tomar medidas drásticas ante el crecimiento de la disidencia?
Durante los acontecimientos revolucionarios en Egipto, las autoridades chinas han mostrado un nerviosismo extremo, incrementando la presencia policial en las calles y tomando medidas drásticas respecto a internet, donde las referencias a la Revolución egipcia han sido censuradas ¿Por qué están los dirigentes chinos tan preocupados por los acontecimientos que tienen lugar en lejanos países?