Cada día es evidente, no sólo para un pequeño grupo, sino para amplios sectores de la población y sobre todo para la juventud, al servicio de quién están las instituciones: el IFE, el Congreso, la presidencia, todos están sometidos a las decisiones de un pequeño grupo: las grandes empresas, los dueños de los medios de comunicación, los banqueros y los altos mandos de la iglesia católica. Para la burguesía y la oligarquía las elecciones del 1 de Julio sólo fueron un simple trámite, para validar la decisión que ellos ya habían tomado años antes: sustituir al PAN por el PRI en la presidencia, los límites de su democracia quedan demostrado en el reciente proceso electoral.