Unos días después del ataque químico a la embajada brasileña en Honduras, el viernes 25 de septiembre, y tras el llamamiento de Zelaya a las masas a la Insurrección final, la dictadura puso en práctica el decreto ejecutivo PCM-M-016-2009 de Estado de sitio con vigencia de 45 días. El decreto, que a la fecha no ha sido ratificado por el congreso golpista, profundizó la represión, suspendió las garantías individuales de reunión, manifestación y cualquiera puede ser arrestado simplemente por ser “sospechoso”. El día 28 fueron clausurados dos medios informativos nacionales que se posicionaron decididamente contra el golpe desde el inicio y que en la práctica han jugado el papel de principales mecanismos de difusión de la Resistencia: la ya heroica Radio Globo y el Canal 36 Cholusat sur. El 30 fueron desalojados los campesinos que —cuidando los trámites de títulos de propiedad—, resguardaban desde el 28 de junio el Instituto Nacional Agrario, 38 de ellos han sido acusados de sedición y enfrentan juicio en los tribunales golpistas.