El punto de partida de la ciencia moderna es el Renacimiento, ese período tan maravilloso de renacimiento espiritual e intelectual que puso fin a miles de años de reinado de la ignorancia y la superstición. La humanidad miraba de nuevo a la naturaleza sin que la sombra del dogma cegara sus ojos. El mundo volvió a descubrir las maravillas de la filosofía clásica griega, a través de traducciones directas de versiones fidedignas llegadas a Italia después de la invasión turca de Constantinopla. La perspectiva materialista del mundo de los antiguos jonios y atomistas indicaron a la ciencia cuál era el camino correcto.
Cualquiera que desee comprender la vida no como una serie de accidentes sin sentido ni como una rutina irreflexiva debe ocuparse de la filosofía, esto es, del pensamiento a un nivel superior al de los problemas inmediatos de la vida cotidiana. Tan sólo de esta forma nos elevamos a una altura desde la que comenzamos a realizar nuestro potencial como seres humanos conscientes, dispuestos y capaces de tomar las riendas de nuestro destino.
Las modernas Ciencias Naturales, las únicas, han alcanzado un desarrollo científico, sistemático y completo, en contraste con las geniales intuiciones filosóficas que los antiguos aventuraran acerca de la naturaleza y los descubrimientos de los árabes, muy importantes pero esporádicos y, en la mayoría de los casos, perdidos sin resultado. Las modernas Ciencias Naturales, como casi toda la nueva historia, datan de la gran época que nosotros, los alemanes, llamamos la Reforma —según la desgracia nacional que entonces nos aconteciera—, los franceses Renaissance y los italianos Cinquencento, si bien ninguna de estas denominaciones refleja con toda plenitud su contenido.
Este folleto no intenta ofrecer una exposición completa del marxismo, sino ayudar al obrero, al estudiante, en su acercamiento al tema, dando un vistazo lo más rápido y claro posible a algunas ideas básicas, además de ofrecer una selección de libros con los que puede continuar su estudio. El estudio del marxismo se centra en tres puntos principales que corresponden a la filosofía, la historia de la sociedad y la economía, o usando sus nombres correctos, Materialismo Dialéctico, Materialismo Histórico y la Teoría del Valor Trabajo. Estas son las tres partes integrantes del marxismo sobre las que escribió Lenin. Este folleto es una introducción al Materialismo Dialéctico.
En 1846, el comunista utópico alemán Wilhelm Weitling se quejaba de que los "intelectuales" Marx y Engels sólo escribían sobre temas oscuros que no tenían ningún interés para los trabajadores. Marx respondió furioso con las siguientes palabras: "la ignorancia nunca ayudó a nadie". La respuesta de Marx es tan válida hoy como lo fue entonces.
En el ámbito de lo cotidiano, es decir ahí donde lo que priva no es un estudio científico de la realidad sino el sentido común, o más bien el prejuicio de la gente, resulta fácil encontrar opiniones que sin proponérselo señalan muy bien el contenido ideológico de una época. La Ideología entendida como un sistema de ideas que justifica un sistema dado y a la vez crea condiciones para su reproducción, no surge de la nada. Procede de las necesidades de la clase dominante, no obstante estas necesidades no se plasman en el conjunto de la sociedad de clases de manera automática. Toda nueva ideología tiene que enfrentarse con otra precedente o el algunos casos confundirse con ella, así mismo la ideología dominante para establecer su hegemonía tiene que enfrentarse a los demás sectores sociales apareciendo como su representante general, aunque en los hechos las combata con muchísimo más furor que a las viejas clases, tal es el caso de la burguesía respecto al proletariado.
Ponemos a disposición de nuestros lectores un breve pero hermoso videoclip elaborado por el documentalista e intelectual mexicano, Fernando Buen Abad Domínguez, activo colaborador de la Fundación Federico Engels y de la Corriente Marxista Internacional. Este video pone imágenes y voz a un texto elaborado por Fernando Buen Abad que tiene por título: "¿Para qué editar los clásicos del marxismo?" que fue escrito como homenaje a la actividad de la Fundación Federico Engels, que extiende su labor revolucionaria por la mayoría de los países castellanohablantes: España, México, Argentina, Venezuela, Perú, Bolivia, Cuba, El Salvador, ...