Sin duda el 2012 fue uno de los años en que el kirchnerismo y los sectores populares que lo respaldan han soportado el más intenso acoso social desde que las patronales agrarias se pusieron en pie de guerra, en el denominado "conflicto del campo".
El paro general convocado el día de ayer, 20 de noviembre, tuvo un apoyo parcial en el conjunto de la clase obrera, pero no mayoritario. Estuvo completamente distorsionado por la presencia de 300 cortes de ruta en todo el país, protagonizado por unos pocos de miles de activistas y de camiones que paralizaron el tránsito en rutas, líneas de tren y de colectivos, y que impidieron el acceso a las grandes ciudades y a sus lugares de trabajo a millones de trabajadores que no fueron consultados por su apoyo a esta medida de fuerza.
La movilización del 8 de noviembre tuvo una concurrencia masiva en todo el país y contó con una composición heterogénea, abrumadoramente de sectores de clase media, con todos sus matices, y con reclamos contradictorios. En rigor, la convocatoria a esta movilización fue una de las mayores estafas políticas habidas en el país en años. Convocada y financiada desde las sombras por los peores enemigos de la clase trabajadora y del pueblo pobre, fue capaz de aglutinar el malestar de un sector de la sociedad.
En los últimos meses –en el congreso del Partido Obrero, celebrado en julio, y en sucesivos números de Prensa Obrera– los dirigentes del PO han vuelto a referirse a la Corriente Marxista Internacional, con sus insultos y mentiras habituales. Esta vez fue a cuenta de la situación en Grecia. No nos inquietan unos cuantos insultos estúpidos, pero sí estamos obligados a defendernos cuando la dirección del PO trata de utilizarnos ante su militancia para tapar algunos problemas internos.
La Corriente Socialista Militante denuncia la campaña de desestabilización contra el gobierno impulsada por los sectores decisivos de los grandes empresarios, banqueros y terratenientes. Cualquiera sea la opinión que se tenga del gobierno, todo miembro consciente del campo obrero y popular sabe que los ataques que está sufriendo el kirchnerismo desde la derecha y desde el gran capital son consecuencia, no de los puntos débiles de su política, sino de los puntos fuertes de la misma a favor de los trabajadores y del pueblo pobre.
Este miércoles 10 de octubre el sector de la CTA que dirige Pablo Micheli ha convocado a un “paro nacional” que tendrá el apoyo moral, aunque no efectivo, del sector de la CGT que dirige Hugo Moyano, quien comprometió la presencia del sindicato de camioneros en la marcha convocada a la Plaza de Mayo. También adhieren y marcharán la Federación Agraria, la Federación Universitaria Argentina (FUA) y la Organización de Trabajadores Radicales (OTR), estas dos últimas organizaciones dirigidas por la Unión Cívica Radical (UCR). Además, se sumaron organizaciones de desocupados como la CCC, Teresa Vive y Barrios de Pie, y partidos que integran el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), como PO e Izquierda Socialista.
Contra la reacción: ¡Ni un paso atrás! ¡Hay que ganar la calle!
LaCorriente Socialista Militantedenuncia la campaña emprendida por los sectores decisivos de los grandes empresarios, banqueros, terratenientes y multinacionales, para desestabilizar al gobierno democráticamente electo de Cristina Fernández. En esos sectores identificamos a grupos económicos y sociedades empresarias como Techint, Arcor, Bagó, Clarín, la Asociación Empresaria Argentina (AEA), Sociedad Rural, la banca privada, etc.
ACTO DE APOYO A LA REELECCIÓN DE CHÁVEZ EN LA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS DE BUENOS AIRES
Esta semana hubo numerosos actos de apoyo en la Ciudad de Buenos Aires para mostrar el apoyo a la reelección de Hugo Chávez en las elecciones presidenciales de Venezuela del próximo 7 de octubre, lo que muestra el interés y la solidaridad de numerosas organizaciones populares de la Argentina hacia la revolución bolivariana y el presidente Hugo Chávez.