La sed del gobierno macrista por recuperar los años “dilapidados” después del Argentinazo pareciera, por momentos, que pierde la perspectiva política desde su asunción el 10 de diciembre último. Esta pérdida de perspectiva política es la que hace que el gobierno de los empresarios crea que con el triunfo de diciembre, la burguesía a través de él podrá avanzar contra las conquistas que costaron años de lucha por parte de los trabajadores y los sectores populares.
Un millón y medio de trabajadores y estudiantes desbordaron las calles de la Ciudad de Buenos Aires, y cientos de miles más hicieron suyas las calles en las principales ciudades del país. Esta movilización multitudinaria es un claro ejemplo del potencial revolucionario de nuestras fuerzas. Organizaciones políticas, obreras, estudiantiles, sociales, culturales, universitarias, barriales, sindicales marcharon este 24 de marzo a 40 años del golpe cívico-militar en repudio a la presencia de Barack Obama y a las políticas de ajuste del gobierno de Mauricio Macri que forman parte de la ofensiva capitalista de los últimos meses.
Este 24 de marzo se cumplen 40 años de la última y más sangrienta dictadura militar que sufrimos los trabajadores y el pueblo pobre en la Argentina. Mediante la aniquilación de la resistencia popular y con la imposición del terrorismo de Estado, los militares establecieron un nuevo esquema económico basado en el endeudamiento, la concentración de la riqueza, la extranjerización, la desigualdad, el desempleo, la precariedad, bajos salarios y sumisión al imperialismo que aumentaría en forma astronómica las ganancias del empresariado.
No sólo es la tormenta que azota a parte del país después de las impresionantes temperaturas de estos días, los nubarrones que hace más de 50 días se encuentran por arriba de nuestras cabezas señalan un futuro de penurias y lucha.
La ofensiva desatada por el gobierno del empresario Macri y su gabinete de banqueros y patrones, en tan sólo 35 días, mantiene una arremetida sostenida hacia los puestos de trabajo y derechos democráticos, que costaron organización y lucha a los trabajadores durante estos últimos años.
La ofensiva desatada por el gobierno del empresario Macri y su gabinete de banqueros y patrones, en tan sólo 35 días, mantiene una arremetida sostenida hacia los puestos de trabajo y derechos democráticos, que costaron organización y lucha a los trabajadores durante estos últimos años.
Decenas y decenas de organizaciones políticas, sindicales, culturales, barriales, estudiantiles, de género, sociales, y miles y miles de participantes independientes con sus familias fueron testigos irrefutables de esto que afirmamos. Es también indudable, que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner deja su mandato con altos niveles de adhesión, algo inédito en la vida política Argentina.
Con un apretado resultado, según el escrutinio provisorio, el domingo pasado, Mauricio Macri y su coalición Cambiemos, se impuso a Daniel Scioli del FpV, por tan sólo 2,8%, que representa 704.860 electores a favor de Mauricio Macri.