Los ataques en París han despertado la repulsión y la ira de millones de trabajadores franceses y la juventud. Tres días después, estos sentimientos están aún muy lejos de desaparecer. El temor de nuevos ataques es palpable. Es alimentado por el evidente fracaso de las autoridades para evitar la matanza del viernes, diez meses después del ataque a Charlie Hebdo. Este fin de semana las calles de las principales ciudades de Francia estaban casi desiertas, dando testimonio de esta ansiedad colectiva.
El reaccionario terrorismo fundamentalista islámico ha golpeado de nuevo ayer por la noche en un ataque coordinado en diferentes lugares de París, dejando más de 128 muertos y más de 100 heridos graves. Este es un ataque totalmente reaccionario contra trabajadores comunes, muchos de ellos jóvenes, disfrutando de una noche en los restaurantes, salas de conciertos y en un estadio de fútbol. Condenamos a la banda criminal que llevó a cabo estos ataques y expresamos nuestra solidaridad con el pueblo de París.
El anuncio por parte de la dirección de Air France, de un recorte de 2.900 empleos cayó como un rayo sobre los empleados de esta gran empresa. Ya habían consentido muchos sacrificios en términos de remuneración y condiciones de trabajo a lo largo de la última década. Muchos puestos ya han sido eliminados: la plantilla de la empresa pasó de 65.000 empleados en 2004 a 52.500 en la actualidad. La exasperación de muchos empleados ha alcanzado su punto álgido, como se muestra, por ejemplo, en los vídeos a continuación.
La noticia que el piloto alemán Andreas Lubitz estrelló el Airbus 320 de Germanwings en una montaña en los Alpes franceses, fue un shock para el mundo. Aunque la investigación oficial del accidente aún está en curso y tomará meses en completarse, las autoridades francesas rápidamente la convirtieron en una investigación criminal y liberaron cierta información que apunta directamente al Primer Oficial a bordo.
El reciente atentado terrorista contra los caricaturistas franceses ha impactado profundamente a la sociedad, las leyendas sobre Charlie Hebdo continúan en las calles, comercios y universidades. Este lamentable acontecimiento, sin embargo, ha sido el pretexto ideal para endurecer la política represiva del gobierno de Hollande. Es realmente irónico que este acontecimiento se use en la práctica para restringir la libertad de expresión y endurecer la represión.
Apenas 48 horas después de la gran manifestación que recorrió las calles de Bilbao pidiendo el fin de la dispersión de los presos vascos, esta mañana han sido detenidos dieciséis personas en Euskal Herria y Madrid, 12 abogados de la izquierda abertzale y otras 4 personas que la Audiencia Nacional vincula a Herrira (la organización de apoyo a los presos vascos).
Mientras escribo estas líneas el drama en Francia acaba de ser llevado a un sangriento clímax final con la muerte de los dos hombres que asesinaron al personal de Charlie Hebdo. Este desenlace era tan inevitable como el final de una tragedia griega. No había ninguna perspectiva realista de cualquier otra. Tres días de intenso drama que capturaron la atención del mundo han terminado con veinte muertos, un número aún desconocido de heridos y una nación en estado de trauma.
Jérôme Métellus, Periódico Révolution - CMI Francia
El ataque terrorista contra Charlie Hebdo ha provocado una enorme ola de emoción, rabia e indignación en toda Francia. La misma tarde noche, más de un centenar de miles de personas bajaron a las calles en numerosas ciudades. La repulsión que suscita este acto bárbaro se une a la emoción ligada a la personalidad de las víctimas, algunas de ellas gente muy conocida y apreciada.