Por sí sola Casa de las Américas ha logrado construir la experiencia cultural que muchos gobiernos (u organizaciones internacionales) ni imaginan (ni lograrán). No somos pocos los endeudados con Cuba por el regalo, y legado, continentales que implica Casa de las Américas. Hay que decir a los jóvenes de todo el mundo que se trata de una realidad floreciente y posible porque un pueblo en revolución ha impulsado Casa de las Américas y que Cuba –pese al bloqueo, las injusticias y las calumnias- la ha hecho posible.