México vive un periodo de intensa agitación social, los sectores más avanzados de las masas, pese a los múltiples obstáculos impuestos por el régimen, lograron romper las intenciones de la burguesía para hacer del proceso electoral una disyuntiva entre dos opciones burguesas. AMLO nuevamente fue utilizado por las masas para expresar el repudio al sistema y la necesidad de un cambio.
El antiguo régimen autoritario del PRI no se sostuvo solamente con el sistema presidencial sino ante todo (y por encima de muchos) sostenido por una base social de apoyo, que no solamente legitimó al sistema, sino que fue utilizada en repetidas ocasiones como instrumento represor contra los opositores al todo poderoso “Señor Presidente”. El presente artículo presenta un pequeño recuento histórico de la construcción de la base social del priísmo, su base actual y la perspectiva para la Izquierda de lucha ante la actual coyuntura electoral.
La burguesía en nuestro país no está dispuesta a ceder ante el movimiento, el triunfo del AMLO daría confianza a los trabajadores y a los jovenes para mejorar sus condiciones de vida, las elecciones serían un medio por el cual el pueblo presionaría a AMLO para llevar a delante sus propuestas e ir más allá, pero obviamente no está dispuesta a ceder ninguna concesión a los trabajadores y ha optado por nuevamente un fraude electoral.
Las evidencias de fraude se acumulan: Las tiendas Soriana abarrotadas para cobrar las cientos de miles de tarjetas por la venta del voto, la cuenta paralela en Monex cuyo monto supera por sí mismo los topes de campaña - 10 mil tarjetas coincidentes con el número de operadores del PRI-, el operativo “Ágora” del SNTE para garantizar el acarreo de miles de personas, el compromiso de los gobernadores del PRI para asegurar millones votos a Peña Nieto, el hecho de que en el Estado de México los votos por la elección federal alcanzaran el 61% mientras que en las locales sólo el 50% , las irregularidades denunciadas en más de 113 mil casillas, la campaña de las televisoras revelada por The Guardian, etc. en los próximos días esas evidencias seguirán acumulándose y aumentarán la certeza de que Peña Nieto está a punto de ser presidente con uno de los operativos más sucios y caros en la historia de nuestro país.
Hace seis años se impuso al espurio de Felipe Calderón, un fraude lo llevó a la presidencia de la República, los poderes facticos lo avalaron, la iglesia y el ejército se cuadraron al ser investido como presidente de México.
Los mexicanos hemos sido testigos de un fraude electoral, más, este último se ha operado por la vía de la corrupción de los sectores más atrasados de las masas en la forma de compra de votos y en la abierta construcción de una candidatura desde los medios mismos de comunicación. El conteo de los votos lo único que verificará es el resultado de este embuste.
Miguel Ramírez, vocero a la asamblea interuniversitaria
Sin duda el movimiento #YoSoy132 se ha convertido en una bandera de lucha para miles de jóvenes a nivel nacional, como ya sabemos al chispa que detonó esta situación fue la falsa cobertura de los medios masivos de comunicación a la visita de Enrique Peña Nieto a la Universidad Iberoamericana. Después de este evento miles de jóvenes salieron a las calles a protestar para que los medios de comunicación no impusieran a un candidato en específico.
Tras una elección plagada de irregularidades, donde prevaleció la compra de votos, la manipulación de encuestas, favoritismo en los medios de comunicación hacia el candidato del PRI, alteración de los resultados electorales (en más de 113 mil casillas hay inconsistencias); han surgido una serie de iniciativas, movilizaciones, asambleas , concentraciones en todas partes, producto de el profundo malestar social que se vino a incrementar con el descarado intento de imponer a Enrique Peña Nieto en la presidencia.