Los disturbios en Gran Bretaña son sólo un síntoma de la crisis general del capitalismo. Los marxistas no nos uniremos al coro hipócrita de denuncias de la burguesía y sus agentes. Nuestro deber es encontrar un camino hacia la juventud, ayudarlos a encontrar el camino correcto: el camino revolucionario, el camino a la reconstrucción socialista de la sociedad.