Militarización de Ciudad Juárez

Escrito por: 

Rodrigo Cruz

Al gobierno Calderonista no le importa que en lugares como Ciudad Juárez y otras tantas ciudades fronterizas todos los días corran ríos crecientes de sangre gracias a las pugnas del narco. No le importa porque esos niños, mujeres, ancianos, hombres, son gente humilde, gente de abajo, gente de la clase trabajadora. La militarización que en el último mes hemos visto en Cd Juárez no ha solucionado en nada las actividades del narco, pero si es un paso muy importante en la tarea de sacar al ejército para usar a este contra el movimiento obrero.

El drama de Ciudad Juárez, Chihuahua

Durante el año 2008 se contaron oficialmente 5 mil 300 ejecuciones relacionadas con el narco en todo el país, casi la mitad de estas ocurrieron en el Estado de Chihuahua es decir 2 mil 400, de ellas mil 800 ocurrieron en Ciudad Juárez. En esa misma ciudad y de Enero a principios de Marzo ya se había ejecutado a 350 personas más. De esta forma, esa ciudad fronteriza resultó ser la ciudad más violenta en todo el país.  Según reportes de diarios como “La jornada”, el problema además es que el narco ha hecho de Ciudad Juárez una ciudad en donde se vive con miedo: hablar apenas un poco de más puede significar una catástrofe. La extorción a comercios, los secuestros y al parecer también el negocio de los polleros,  todo está controlado por los jefes del narco.

Para las familias trabajadoras en Chihuahua y en Ciudad Juárez el drama es aún mayor, ese estado del Norte es uno de los estados de la República con menor cobertura educativa y con mayor deserción en primaria, ocupa uno de los últimos lugares, el 29, en vacunación, el primer lugar en suicidios y según el informe “La infancia cuenta en México, 2008” Chihuahua tiene a la niñez con peores condiciones de vida. Hace 20 años Ciudad Juárez, como otras ciudades fronterizas, eran una promesa para encontrar un “buen” trabajo, pero con la finalización del llamado “modelo exportador” y ahora bajo la crisis capitalista que azota a todo el mundo, la maquila ha quedado en ruinas, entre enero y febrero de este año 19 mil 022 trabajadores fueron enviados a la calle.    

Atole con el dedo

Calderón ha querido tomar la lucha contra el narco como la bandera que identifica a su gobierno y de esta forma justificar su estancia en los pinos. En el fondo la lucha antinarco es sólo una pantalla para beneficiarse políticamente. En esta lógica han militarizado toda Ciudad Juárez, la zona está custodiada por 12 mil 500 hombres, contando a militares, policías Federales, estatales y demás cuerpos.  Es decir que en promedio hay un policía o soldado por cada 80 personas en Juárez.  Pero los planes además incluyen que el ejército estará en la dirección y ejecución de las labores de vigilancia. El Secretario de Gobernación Gomez Mont, declaró en tono muy sereno que estas medidas servirán “para que al crimen organizado no se le ceda ni un centímetro de la plaza”. La realidad es que el narco sigue tan libre y fuerte como antes de la militarización. Una de las pruebas la vemos en la batalla que estalló en el penal de Juárez a principios de marzo y que implicó la muerte de 20 internos.

Si Calderón tuviera como objetivo real la lucha contra el narco, ya hubiera investigado y congelado los cientos de cuentas bancarias que manejan millones de dólares día a día y sin ninguna justificación real, esa es una medida sencilla y efectiva que incluso puede darse en el marco capitalista, pero no se ejecuta porque evidentemente Calderón también se beneficia de las jugosas narcoganancias.  

La militarización de Juárez va en el sentido de destruir todo mínimo derecho democrático de los trabajadores, el derecho a organizarse en sindicatos, a la huelga, a la libre expresión y manifestación serán reducidos a lo mínimo necesario. Este es el modelo que se desea aplicar a nivel nacional para evitar las movilizaciones de los trabajadores que inevitablemente estallarán en el marco de la crisis internacional actual.

Unidad obrera

La familia del pueblo trabajador es golpeada por la lacra del narco; ninguneada y engañada por el Gobierno de Calderón;  explotada hasta el cansancio por los banqueros y empresarios. La militarización de Juárez no significa fortaleza de nuestros enemigos de clase, al contrario, lo que significa es miedo y un reconocimiento claro de debilidad. Calderón sabe perfectamente, que en las fábricas, en el campo, en las escuelas la rabia contra el sigue creciendo como la espuma, sabe que toda esa gente está harta de salarios de hambre, de falta de educación y vivienda, Calderón sabe que en el centro de toda esa gente la revolución sigue fluyendo como lava de volcán.

Los trabajadores somos millones y por todo el continente protagonizamos imponentes luchas,  cada una de ellas retroalimenta a la otra, y es que nosotros los de abajo no tenemos nada que perder excepto nuestras cadenas. Unidad y conciencia obrera, esa es nuestra arma.

Fecha: 

Marzo de 2009

Periódico: 

Nacional: