Después de que se reconoció que la crisis iba tener efectos en cualquier parte del mundo; después de los rescates multimillonarios en EEUU; después de que infinidad de  gobiernos del mundo empezaron a repartir dinero a los banqueros y empresarios para que no quebraran; después de las supuestas reuniones entre capitalistas, para que no se extendiera la crisis; después de las supuestas medidas a favor del empleo y los salarios, hoy nuevamente vemos que los costos de la crisis han recaído sobre los hombros de millones y millones de trabajadores en todo el mundo, aumentando los precios de productos básicos, elevando los precios de la gasolina y el gas, despidiendo masivamente y, como ya es su costumbre, reduciendo los salarios de los trabajadores, es decir, reducir todavía más el nivel de vida de los trabajadores a escala mundial.

Pero la clase trabajadora caracterizada por esa gran fuerza que tiene en sus manos no se ha quedado con las manos atadas y ha reiniciado la lucha de clases en todo el mundo.

Ejemplo de ello son los trabajadores de la isla antillana de Guadalupe, departamento de ultramar de Francia (DOMs: départements d’outre-mer), que el pasado 20 de enero iniciaron una huelga general, que fue convocada por el Comité contra la Explotación Extrema (LKP).  Protestaban contra la carestía de la vida, y reivindicaban un aumento al salario (reclaman un aumento de 200 euros para los salarios más bajos) y la reducción de precios de los productos básicos, principalmente, además la isla tiene un alto índice de pobreza y de desempleo (la tasa de pobreza es del 12,5%, mientras que el índice de desempleo es del 22,7%).

La huelga que duró siete semanas, despertó asimismo tensiones raciales entre la población negra y la minoría blanca (bekés que son descendientes de los colonos esclavistas). Se llegaron a manifestar 50.000 personas para denunciar la represión y el control de la economía por parte de los bekés. Estos controlan la economía de la isla, del petróleo y la gasolina a la gran distribución, y fijan los precios, mucho más altos que en la metrópoli (Francia). Un cepillo de dientes que cuesta un euro en la metrópoli, no baja de 4,50 en Guadalupe.

La huelga se extendió por todas partes, el aeropuerto de Pointe-a-Pitre fue cerrado el martes 17 de febrero por la mañana, por falta de personal, informó la prefectura, y varias barricadas perturbaban la circulación en varios puntos de la isla, según radios locales. Hubo enfrentamientos con las fuerzas represivas oficiales y “extraoficiales”, en las que fue asesinado a tiros el sindicalista Jacques Bino, cuando regresaba de un piquete de huelga en su auto.

En Guadalupe triunfó la huelga

Después de 44 días de huelga los trabajadores de Guadalupe volverán a sus puestos con la satisfacción de haber salido victoriosos en la lucha que emprendieron en enero pasado.

El acuerdo firmado entre las organizaciones sindicales y las autoridades para la reanudación normal de la actividad en Guadalupe, contiene 165 artículos y recoge los progresos obtenidos desde que el LKP presentó el 20 de enero 146 reivindicaciones para mejorar el poder adquisitivo en la isla. El acuerdo aceptó las demandas de los manifestantes de un aumento de 200 euros (252 dólares en los salarios más bajos) que concierne a entre 30.000 y 40.000 trabajadores, además se redujo el precio de decenas de productos para los trabajadores de la isla.

Tras la firma del acuerdo, Elie Domota líder del LKP pidió a los trabajadores que “permanezcan movilizados y continúen la lucha”. También mencionó que “Este es un primer paso y los próximos meses y semanas habrá muchas otras luchas por capacitación, empleo, vivienda (...) Nosotros seguimos movilizados", y agregó "Hace 40 días que estamos en movimiento. El LKP no se detendrá. Todavía tenemos trabajo para 40 años".

Martinica y Reunión siguieron el ejemplo de Guadalupe

El 5 de febrero el departamento de Ultramar de Martinica (Isla que cuenta con más de 70.000 personas viven por debajo del umbral de la pobreza) inició una huelga general, motivada por los acontecimientos en Guadalupe.

Martinica se encuentra a 160 kilómetros, al sur de Guadalupe, en donde según datos de la policía unos 10.000 manifestantes participaron en marchas por las calles de la capital en protesta por los precios de los alimentos y para denunciar a la elite empresarial.

Para el 5 de marzo la mayoría de comercios permanecían cerrados y la actividad económica seguía paralizada, además hileras de automóviles esperaban en las estaciones de venta de gasolina en Fort-de-France, capital de Martinica.

Un acuerdo sobre el aumento de los salarios bajos fue firmado durante la noche del lunes 9 al martes 10 de marzo, pero los huelguistas instaron a proseguir la movilización hasta obtener un recorte de los precios.

Tras 6 semanas de huelga general, Martinica puso fin a una movilización social sin precedentes con la firma unánime de un protocolo de acuerdo global, en él están reflejados una veintena de acuerdos ya alcanzados (salarios, precios, banca, seguros, etc.).

El departamento francés de La Reunión que se ubica en el Océano Indico con 750.000 habitantes convocó a una jornada de huelga el 10 de marzo, contra la carestía de la vida, siguiendo así las huellas de las islas de Martinica y Guadalupe.

El Colectivo de Organizaciones Sindicales, Políticas y Asociativas de La Reunión (COSPAR) llamó a una huelga general contra la carestía de la vida y en pro de alzas salariales y como en Guadalupe reivindicaban un aumento de 200 euros (255 dólares) netos en los salarios.

Las organizaciones mantuvieron su llamamiento a la huelga incluso después de que el delegado del gobierno central en la Reunión, Pierre-Henry Maccioni, anunciara un primer programa de medidas, como el recorte de los precios de la bombona (tanque) de gas y del carburante.

Según el COSPAR, la población ya no aguanta más, está hasta el límite su enojo, pues el 52% de sus habitantes vive por debajo del umbral de la pobreza.

Los acontecimientos ocurridos en Guadalupe y Martinica, hacen que los trabajadores de Reunión no se sientan solos y les da ánimos para seguir luchando pues hay movilizaciones en ciudades importantes como Saint-Benoît, Saint-André, Sainte-Suzanne, Sainte-Marie, Saint-Denis et Saint-Pierre, y en todo el resto de la Isla.

Dada la solidaridad con la huelga de Reunión, y la gran fuerza de los trabajadores, el gobierno no tendrá otro camino que ceder ante las presiones y llegar a un acuerdo similar a los llegados en las islas antillanas.

A luchar por el socialismo

La lucha de clases hoy más que nunca es visible en cualquier parte del mundo y América es un gran ejemplo de ello (Venezuela, Argentina, Bolivia, El Salvador, México, Estados Unidos y Canadá). El proletariado ha iniciado otra batalla contra los capitalistas, por el momento son contadas las huelgas, los movimientos estudiantiles, sin embargo los que ha habido han sido de una importancia fundamental a la hora de golpear al capitalismo, y no han sido más que el principio del derrocamiento del capitalismo, que ha mostrado su total putrefacción. Además se hacer notar que sin el permiso de la clase trabajadora no sucede nada, esto también demuestra que las ideas de Marx, Engels, Lenin y Trotsky siguen vigentes y que la única salida que tiene la humanidad es la organización en clase de todo el proletariado y por supuesto que cualquier lucha que se dé, ya sea en el campo laboral, estudiantil, ya sea del campesinado o cualquier otra, no es otra lucha, que la lucha por el socialismo.

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