La crisis del PAN: la debilidad del régimen

Escrito por: 

Edgar Arturo

El pasado 13 de febrero en un acto inesperado, diputados del PAN tomaron la tribuna para exigir al gobierno federal (surgido de su mismo partido) reducir los aranceles a los “autos chocolates”. El presidente espurio Felipe Calderón había expedido en el mes de diciembre un decreto que tenía como finalidad engrosar los trámites e incrementar los aranceles de los autos importados. Este hecho inédito en la política mexicana lo único que hace  (además de sacar a la luz las pugnas que se están desarrollando a lo interno del PAN) es evidenciar la debilidad del gobierno federal, que no es capaz ni de mandar en su casa.

El gobierno de Calderón se impuso enfrentando fuertes movilizaciones de los trabajadores, las cuales lejos de debilitarse se han fortalecido. La fuerte lucha de clases que se desarrolla en México ha hecho que la crisis del régimen se profundice haciendo cada vez más evidentes las divisiones del mismo. La actual crisis económica está haciendo que se arruine a la de por si escasa base social del panismo que se encontraba en las capas medias y a la cual el gobierno espurio tampoco puede dar una alternativa. De ahí que el gobierno de Calderón no pueda tener  una vida estable ni siquiera en su partido a pesar de todos sus intentos para controlarlo, tal  como fue la designación del presidente del PAN.

German Martínez llegó a la presidencia del PAN a finales de 2007 impuesto por Felipe Calderón para así tener un mejor control del partido, ya que el antiguo presidente del partido, Manuel Espino representaba una resistencia a lo interno del PAN para los planes del Calderón, por lo cual era prioritario sacarlo de la escena. Sin embargo, el control del partido sigue en duda, ya que Espino ha dado muestras de no estar dispuesto a colaborar con el gobierno federal y que no dejará que éste se meta en la vida del partido, o mejor dicho con sus intereses, como él mismo dijo en una rueda de prensa en la ciudad de Matamoros: “tengo que exigirle (al gobierno federal) que no se meta en el partido que no trate de controlar al partido…”. Espino se fue del partido pero se fue sacando los trapos sucios del PAN.

Por otro lado la presidencia de German Martínez que se ha propuesto “guanajuatizar el país” se ha encontrado con una resistencia a lo interno del PAN para cumplir su proyecto, como se demostró el pasado 3 de febrero al designar a Fernando Elizondo Barragán y Fernando Larrazábal candidatos al gobierno y a la alcaldía de Monterrey, respectivamente. La designación por “dedazo” de estos candidatos ha causado molestias en las altas esferas del panismo allá en Nuevo León, donde el ex gobernador Fernando Canales y los alcaldes Adalberto Madero y Fernando Margáin, han quedado fuera de las candidaturas y han mostrado abiertamente su rechazo al método de designación, que choca con sus intereses. A German Martínez no le ha quedado otra que dar discursos implorando la unidad del panismo.

Otra loza pesada que tiene que cargar el PAN son las declaraciones del ex presidente Fox y las corruptelas de Marta Sahagún y su familia. La última declaración de Fox de “dejar encargado el puesto para hacer campaña”  lo único que refleja es que hay un sector del PAN que no está dispuesto seguir perdiendo escaños y privilegios ante el PRI y que ven temerosos, y con razón, que los blanquiazules se dirigen a una catástrofe en las próximas elecciones. Sin embargo, mientras el panismo no tenga una mayoría en las cámaras, el gobierno de Calderón para seguir gobernando y sacar adelante sus iniciativas necesitará seguir compartiendo el poder con el PRI.

La muerte de Mouriño también supuso un fuerte golpe para el gobierno de Calderón, por un lado la versión oficial del accidente  no ha convencido a nadie, el gobierno federal en un intento desesperado de cubrirse la retaguardia y no exponer su debilidad, ha intentado hacernos creer con un cuento de risa, que el accidente se debió una “ráfaga de viento” combinada con la mala preparación de los pilotos. Por otro lado ha obligado a Calderón a perder a una persona de su entera confianza en el cargo de Secretario de Gobernación y otorgar a  regañadientes a Fernando Gómez Mont quien es uno de los cercanos al “Jefe Diego”,  con el cual Calderón  ha sostenido confrontaciones irreconciliables desde 1993. Gómez Mont representa los intereses de un grupo muy poderoso de empresarios y de grandes negocios de corrupción política. Para Calderón esto significa más presiones, además de que se encuentra con las manos atadas ante este grupo.

El PAN enfrenta la más fuerte batalla de su historia para mantener a toda costa la unidad de su partido y nos ha mostrado que también tiene cola que le pisen, pero sobre todo ha evidenciado la debilidad y la crisis del régimen, los trabajadores debemos pasar a la ofensiva cerrándole el paso al PRI y al PAN en las próximas elecciones.

Fecha: 

Febrero de 2009

Periódico: 

Nacional: