El pasado 22 de enero los trabajadores de Mitsubishi Motor Corporation (MMC) decidieron tomar su fábrica, pues demandaban la recontratación de 135 trabajadores de la planta. En la asamblea que realizó previamente a la toma de esta decisión, los trabajadores votaron la ocupación de la fábrica como medida de presión para la reintegración de sus compañeros despedidos; siendo aprobada esta decisión con 863 votos a favor, 24 en contra y 4 abstenciones.

El día 29 de enero recibimos con gran repudio la noticia de que dos compañeros: Pedro Suárez y Javier Marcano, fueron asesinados a manos de la policía del estado de Anzoátegui, Venezuela, que intentaba desalojar a los trabajadores de esta fábrica ocupada.

El brutal ataque de la policía de Anzoátegui se produjo a petición de la juez Diana Vázquez, que se presentó a ejecutar una orden de desalojo. Los trabajadores se negaron y la policía procedió a disparar con armas de fuego. Matando así a estos dos trabajadores y dejando a otros heridos.

Repudiamos el intento de desalojo y nos solidarizamos con las familias de estos dos trabajadores y compañeros en Venezuela asesinados, por lo cual exigimos:

1. Alto inmediato a las amenazas de desalojo contra los trabajadores  de esta planta.
2. El esclarecimiento de los asesinatos, así como castigo para los responsables.

Después de enterarnos de esta aberrante situación, los compañeros agrupados en la campaña Manos Fuera de Venezuela, miembros del CLEP-CEDEP y trabajadores de diversos sindicatos (Sindicato Mexicano de Electricistas, Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Universidad Autónoma Metropolitana, etc.) nos movilizamos afuera de la embajada de Venezuela en México, para mostrar nuestra solidaridad con el pueblo venezolano y su revolución, pero a la vez, para mostrar repudio a actos tan lamentables y cobardes como los que sucedieron en Anzoátegui, Venezuela, que son un claro ejemplo de acciones contrarrevolucionarias en contra del gobierno venezolano.

El mitin se realizó el 5 de febrero a las 11 de la mañana. Minutos después del inicio se  nos permitió la entrada a una delegación, formada por los asistentes, para entrevistarnos con la ministra encargada de negocios: Eloísa Lagonell. Después de ser recibidos y presentados con la ministra, esta dio la orden para que se nos permitiera entrar a todos los asistentes del mitin. Al término de la entrevista coincidimos que el ataque sufrido por los trabajadores de la planta de Mitsubishi es una muestra de los peligros que acechan a la revolución bolivariana, la cual no es irreversible y es saboteada por elementos reaccionarios que actúan desde el Estado, para golpear a los actores fundamentales del proceso: los trabajadores.

La ministra nos confirmó que se había iniciado un proceso judicial contra los autores materiales del crimen y nos ratificó que el gobierno de Anzoátegui, al igual que nosotros, tiene interés en que este crimen sea esclarecido y se castigue a los culpables.

Cabe mencionar que, desde el mismo día que iniciamos la campaña de repudio a estos acontecimientos, no se hicieron esperar las muestras de solidaridad de los trabajadores mexicanos. Tal es el caso de: el secretario general del Sindicato de la Unión de Trabajadores del Instituto de Educación Media Superior , del secretario general  de la sección 9 del CNTE–SNTE, el Bloque de Delegaciones Democráticas del IPN y de trabajadores del SME.  Mismas que entregamos a la ministra Eloísa Lagonell. Al día de hoy hemos recibido más cartas de solidaridad con los compañeros de Mitsubishi Venezuela.

Como parte de la Corriente Marxista Internacional, reiteramos nuestras ideas y compromiso de solidaridad internacional con los trabajadores de Mitsubishi y con el conjunto de sindicatos  venezolanos, así como con los estudiantes que simpatizan con la revolución bolivariana (que ven en ella un claro ejemplo de lucha de este pueblo).

Y decimos a cada hombre que esté dispuesto a luchar contra el capitalismo, que nosotros los marxistas integrados en Militante-México estaremos peleando hombro a hombro con ellos, que cada lucha que se empieza contra el capitalismo es una lucha que saludamos solidaria y combativamente, que el enemigo es el mismo,  pero que solo con la lucha organizada a nivel internacional podemos deshacernos de esta lastra de la sociedad que nos hunde cada día más en condiciones de vida más precarias.

Al pueblo bolivariano le decimos que su lucha es la nuestra y que a pesar de la distancia física, nuestro espíritu combativo está cerca de ellos y comprendemos que la mejor manera de ayudar al triunfo de su revolución es hacer lo mismo en nuestro país. Compañeros: un fantasma recorre no solo América Latina si no el globo terráqueo en general y nuestro trabajo debe ser lanzarnos a la revolución socialista sin miedo a fracasar, pues sabemos que este sistema de miseria cada día se desmorona más y que la oportunidad de terminar por enterrar al capitalismo es nuestra lucha decidida por una sociedad socialista.

¡Por los caídos no un minuto de silencio, sino toda una vida de lucha revolucionaria!
¡Proletarios de todo el mundo, uníos!