¿Marxista-feminista?

Escrito por: 

Ninnette Torres

 

¿Es necesario definirme como FEMINISTA para dejar claro mi compromiso con la emancipación de la mujer, así como con la emancipación de mi clase?
 
Considero que la adición de la palabra FEMINISTA no añade nada a mi ideología. Simplemente no es posible ser marxista sin luchar por la emancipación de las mujeres que trabajan y todos los grupos oprimidos de la sociedad. Podría definirme a mí misma como "marxista-feminista-antirracista" o mejor aún como“marxista-feminista-antirracista-ecologista” para mostrar que la lucha por el respeto al medio ambiente, contra el racismo, junto con la lucha por la emancipación de las mujeres, también forma parte integrante de la lucha por el socialismo. Me parece que la adición de la palabra "FEMINISTA" es innecesaria y poco científica más allá del valor propagandístico que pueda tener. De hecho, si no se es en extremo claro, se corre el riesgo de que el uso de este término sea contraproducente ya que, algunas de las ideas de ciertas feministas (reconociendo que hay diferentes corrientes de feminismo) - tales como la discriminación positiva - en realidad juegan un papel en la contención del trabajo por la unidad de nuestra clase y la lucha por el socialismo. 
 
Aunque sin duda hay marxistas que toman un interés particular en el tema de la mujer, al igual que hay marxistas que tienen un particular interés en el medio ambiente o la cuestión nacional, desde mi punto de vista sería un error, para elevar este interés, exagerar su importancia en relación con el resto de las ideas marxistas. Está claro que la gente puede describir su ideología a su gusto, pero no olvidemos que son sus acciones y no sus palabras las que realmente van a definir su punto de vista político. Por lo anterior me resulta lamentable que algunas personas (hombres y mujeres) que se hacen llamar “de izquierda” olviden este principio básico de la teoría marxista. 
 
La precisión en el lenguaje es importante, pero igualmente relevante es no conceder importancia indebida a las palabras y etiquetas. Algunas personas bienintencionadas afirman que el lenguaje "dominado por los hombres" es, en cierto nivel, una de las causas de la opresión de la mujer y que si los escritores utilizaran un pronombre femenino o indeterminado más a menudo ayudaría de alguna manera a poner fin a la opresión de la mujer. Para los marxistas, el lenguaje "falocéntrico" no es más que un reflejo de la opresión de la mujer en la sociedad de clases, no al revés. En lugar de dar discursos sobre la manera de hablar, el marxismo está comprometido en una lucha práctica para desgarrar la opresión de la sociedad desde sus raíces. Esta es la diferencia entre el feminismo académico y el socialismo revolucionario. Me parece que deberíamos tener claro que una sociedad sin clases es la única forma en la que podremos eliminar la opresión de la mujer y los prejuicios de género.
 
¿Significa entonces que debemos quedarnos a la espera de la Revolución para crear conciencia sobre la necesidad de cambiar la forma sexista en que hablamos? NO. Pero debemos comprender que los prejuicios se combaten de manera MÁS EFECTIVA (no demerito las campañas de concientización sobre el problema de la opresión y la cosificación de la mujer en la sociedad realizadas por algunas organizaciones) a través de la unidad de la clase obrera en la práctica, sobre la base de una posición común de clase (independientemente del sexo, la raza o la sexualidad) en la lucha diaria por la transformación de la sociedad. Por ejemplo, durante la huelga de mineros en Gran Bretaña, las esposas de los mineros con sus discursos incendiarios y sus esfuerzos en la recaudación de fondos para hacer frente a la brutalidad de las medidas impulsadas por Margaret Tatcher, lograron que las organizaciones de los mineros dominadas por hombres votaran para eliminar las connotaciones sexistas de sus panfletos y documentos sindicalistas. Las mujeres llegaron a ser vistas por los trabajadores como militantes proletarios firmes que imponía respeto y eran tratadas como iguales. Un fenómeno similar se ha observado en nuestro país, por ejemplo, en el caso de las policías comunitarias encabezadas por compañeras como Nestora Salgado. Tal empoderamiento no se logra simplemente hablando de él, sino por la construcción activa de una organización de hombres y mujeres de la misma clase que luchan por sus derechos. 
 
Cierto es que el acoso y el hostigamiento sexual contra las mujeres son una práctica cultural que todos los días nos acecha. Ya sea en la calle, en el transporte público, en las oficinas, en un bar, en las universidades o en cualquier otro espacio público o privado, constantemente somos víctimas de esos abusos. Las tradiciones de épocas pasadas pesan como una montaña en la sociedad moderna. Pero“sensibilizar” sólo es efectivo como parte de una campaña masiva para hacer en realidad algo para abordar el problema. Hay que reconocer que actualmente hay muy pocos ejemplos de campañas para hacer frente a la causa de estos problemas, para ir a la raiz clasista de la situación. 
 
Aceptemos que si las agresiones contra mujeres se han multiplicado en todo el país, ha sido consecuencia de la descomposición nacional y de la extendida percepción de que el dinero y las armas pueden permitir todo a quienes tienen tales recursos. 
 
En suma, yo me apunto para combatir a lado de todos y todas las que quieren luchar por un mundo mejor, pero también tengo un enfoque firme hacia las demandas democráticas burguesas de las feministas burguesas académicas. Y, por supuesto, debemos establecer un frente común en donde se incluya a todas las compañeras y compañeros que decidan, de todas formas, definirse a sí mismos marxistas-feministas, aunque en el fondo tal denominación no sea más que un simple pleonasmo. Un pleonasmo válido para la agitación pero inválido si uno quiere ponerse a analizar las cosas de forma seria y consistente. 
 
No nos equivoquemos de enemigo, también hay mujeres burguesas que explotan a mujeres proletarias. Nuestra definición política es de clase, no de género.   
 
¡Nos queremos vivas y dignas!
¡Abajo el sistema capitalista que degrada la situación de la mujer trabajadora!
 

Fecha: 

27 de abril de 2016

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