El mundo según el Imperio y el Imperio según Bolivia

Escrito por: 

José Pereira y Carlos Mamani
Logotipo_de_Wikileaks_0.jpgHace 5 años, en noviembre de 2010, una organización de activistas mediáticos (Wikileaks) anunció de haber obtenido las comunicaciones (cables) entre 247 legaciones diplomáticas de EEUU en el mundo y el Departamento de Estado de este país. El libro publicado hace menos de un mes en inglés (The Wikileaks Files: the World according to US Empire – Los cables de wikileaks: el mundo según el Imperio estadunidense), y que se ha vuelto un caso político en nuestro país, nace de estos documento ahora divulgados en su totalidad.
 
Desde la primera vez que nos ocupamos de estos cables, Wikileaks ha creado una página denominada “Librería Pública de la Diplomacia Estadunidense”, en que se difunden documentos diplomáticos de EEUU desde 1973 hasta 2010. En estos supuestos “chismes de cocteles”, como los defino Tuto Quiroga, hay de todo: pruebas que los EEUU sabían que sus aliados saudíes financiaban al-Qaeda, que el golpe en Honduras de 2008 era “ilegal” (así lo define el embajador de EEUU mientras Washington reconocía al gobierno golpista), de masacres de civiles en Afganistán e Iraq, solo para dar unos ejemplos.
 
Entre los más antiguos sobre nuestro país, para los cuales no hay espacio aquí, hay muchos interesantes que demuestran el apremio de la embajada por ver consolidada la dictadura de Banzer, que, como comprobamos, los mismos EEUU gestaron. Monitoreaban la FSTMB, hablaban con sus dirigentes y confiaban que estos supieran hacer acuerdos con el gobierno, inculcando en las bases la idea que era imposible “expulsar a los militares del poder” para reducir así al aventurerismo la resistencia en las minas de Catavi y Siglo XX, donde la agitación del POR y maoístas se traducía en huelgas (aquí el cable).
 
¿Qué comisión de investigación?
 
Aunque – como declarado por los mismos autores del libro en cuestión – no hay en ninguno de estos cables una prueba concluyente que los EEUU estuvieran planeando el asesinato de Evo Morales, existen un sinfín de pruebas que la embajada estaba acompañando los planes golpistas de la Media Luna y de todos sus dirigentes, algunos de los cuales todavía activos. Sin embargo al mismo tiempo que muestran que tenía que ser Bolivia para el imperialismo, los cables muestran también como el gobierno del MAS piensa enfrentar al imperialismo. Estos detalles sobre el periodo más tenso de todas las gestiones de Evo Morales son de extrema utilidad para extraer un balance político útil para el hoy. Perdone entonces el lector las citas largas y el carácter extendido de este texto.
 
En 2010 Wikileaks decidió de difundir una primera parte de estos documentos a través de algunos de los principales periódicos mundiales. Entre estos estaba el español El País, que decidió de censurar los pasos más “sensibles”. La vicepresidencia de Bolivia abrió una página web que no ha sido actualizada y reproduce las traducciones de El País. Por ejemplo: este cable de diciembre de 2007 – al que nos referíamos también en nuestro artículo de 2010 – reporta el siguiente comentario del luego expulsado embajador Goldberg
 
“Xxxxxxxxxxxx sigue siendo un enigma. Algunos comandantes sospechan, al menos xxxxxxxxxxxx, que él podría ser simpatizante de un golpe de estado. Él es ampliamente caracterizado como un “oportunista” xxxxxxxxxxxx. Bajo intensa presión de los dos bandos políticos, él juega a ambos. No podemos esperar que se mantenga firme”.
 
En el cable original en inglés, disponible aquí, las partes censuradas son de libre lectura, y este es el tenor textual del comentario de Goldberg
 
“[El General Wilfredo] Vargas sigue siendo un enigma. Algunos comandantes sospechan, por lo menos hasta sus declaraciones del 7 de diciembre, que él podría ser simpatizante de un golpe de Estado. Él es ampliamente caracterizado como un oportunista y está buscando dejar su actual trabajo para asumir una potencialmente más lucrativa posición como jefe de la aduana boliviana [cargo que efectivamente Vargas asumió por dos años hasta enero de 2010 siendo removido por un sinfín de escándalos de corrupción]. Bajo intensa presión de los dos bandos políticos, él juega a ambos. No podemos esperar que se mantenga firme.”
 
De la misma manera en otro cable de mayo de 2009 un informante alerta la Embajada de que el propio gobierno ha reclutado a la célula terrorista de Rosza. En la publicación en la página de la Vicepresidencia – que llamativa e inexplicablemente dice que “su veracidad [del cable] no está comprobada” – no hay indicios sobre la identidad del denunciante. En el cable original en inglés en cambio, este es “un abogado del gobierno boliviano que ha trabajado de cerca al caso terrorismo en Santa Cruz, las investigaciones sobre el conflicto de 2008 en Pando y el caso de asesinato y corrupción en YPFB”. Se puede especular sobre la identidad de este abogado – ¿alguien de la llamada “red de extorsión”? – pero no es esto lo más relevante.
 
En los últimos años salieron videos y documentos sobre el caso terrorismo, contribuyendo a generar en la opinión pública la convicción que el gobierno simuló la trama terrorista contra la oposición. El cable anterior demuestra lo que siempre sostuvimos; que toda esta filtración de informaciones fue incentivada y coordinada con el imperialismo y es producto de luchas por el poder entre fracciones del propio MAS y sobre todo del aparato de un Estado burgués, es decir perfeccionado para garantizar la explotación y la división de la sociedad en clases.
 
Cables como el que cita al general retirado Vargas además no solo demuestran los tanteos de la embajada en afanes golpistas, sino que colocan en el banquillo de los acusados también a la política de “derrotar y cooptar” a los enemigos de clase, que García Linera sigue reivindicando como correcta y que solo ha multiplicado la corrupción y apartado a las bases activas del MAS. Esta es una de las razones por las cuales la propuesta de una comisión de investigación sobre estos cables ha sido recibida con cautela incluso por legisladores del MAS como Gabriela Montaño. La discusión que se abriría llama en causa también la línea política del MAS.
 
Por todo esto una comisión de investigación es absolutamente necesaria, pero su organización en la Asamblea Legislativa Plurinacional no es garantía de verdad ni de exhaustividad, ni de parte de una oposición con las manos en la masa, ni del mismo MAS que podría salir cuestionado en una serie de aspectos. La Universidad, particularmente carreras como Historia, Lingüística y Ciencias Políticas, debería disponer de recursos para traducir, organizar y divulgar esta enorme masa de material, continuando el trabajo solo empezado por el equipo de la Vicepresidencia. Sobre esta base conformar una comisión de investigación con representantes del movimiento obrero organizado, campesino-indígena, movimientos sociales, Derechos Humanos y asociaciones de víctimas de la dictadura y de Octubre de 2003.
 
Primeros contactos
 
MORALES GREENLEE PRESVHS CHEn la tarde del 2 de enero de 2006 el embajador Greenlee sostiene una primera reunión para “romper el hielo” con Evo Morales y Álvaro García Linera, recién elegidos. En la reunión – reportada en este cable – se trata de contraste emergidos durante la campaña electoral de 2005 y del futuro del gobierno. Greenle quiere asegurarse que el MAS no vaya “hacia un modelo de planificación estatal [que] ha fracasado en cualquier parte del mundo haya sido experimentado”.
 
El embajador recibe sin particular preocupación el anuncio de Morales de querer recuperar los hidrocarburos, pero advierte amenazador que no podrán prescindir de la colaboración estadunidense: “Cuando hablas del BID [del Banco Mundial y el FMI] hablas de los EEUU” dice el embajador. “Este no es un chantaje es la simple realidad”…”espero que el futuro presidente de Bolivia entienda la importancia de esto [de la cooperación estadunidense] porque dividir nuestros caminos no sería bueno para la región, para Bolivia y para los EEUU”. Greenle concluye su informe sosteniendo que Evo le pareció un sincero tribuno de la causa de los pobres “con el cual poder contar…” y “potencialmente poder hacer acuerdos en ciertas áreas”.
 
Sin embargo ya pocos días después (el 17 de enero) Greenlee envía otro informe en el cual aconseja una “cuidadosa política de palo y zanahoria” utilizando “el congelamiento de programas de cooperación” y del ATPDEA – que efectivamente se concretó – y una posición pasiva ante el anuncio de nacionalización del gas. Además habla de reducir el personal estadunidense en nuestro país porque se habría dado una imagen “despropositada de los reales intereses estadunidenses en Bolivia”. Esto también con el fin de “obligar a nuestros aliados regionales, especialmente Brasil y Argentina, a reforzar su grande y más geográficamente inmediata responsabilidad al respecto”. Algo que, como veremos, fue importante en las negociaciones sobre el gas.
 
Esta es la misma postura que el entonces presidente chileno Ricardo Lagos aconsejaba a los EEUU en un encuentro en La Paz del 22 de enero de 2006, sucesivo a la posesión de Evo Morales. Según Lagos los EEUU debían “mantener las puertas abiertas a Morales para prevenir que el presidente de Venezuela Hugo Chávez gane una influencia despropositada… y para prevenir una radicalización”. Lagos además se decía seguro que “el mandato popular de Morales le permita actuar de manera significativa sobre el tema marítimo”, por el cual plantea la disponibilidad de Chile a tratar en los términos ofrecidos por Pinochet (intercambio de territorio con la aprobación de Perú) o de una mayor integración comercial.    
 
¿Palo o zanahoria? Palo
 
notitularfoto1Sin embargo los EEUU no se confían y optan por empezar explorando el panorama político en búsqueda de un sustituto de Evo Morales cuando ni siquiera ha concluido su primer año de gestión. Hablan del actual senador del MAS Joaquino, del ex alcalde de Tarija Montes, de Cossío, de Costas definido como uno con “el deseo de trabajar con los EEUU”, pero también de gente del MAS como Santos Ramírez o del entonces ministro Walker San Miguel, definido como un defensor de la cooperación militar con los EEUU. Se refieren a Quiroga y Doria Medina como “dinosaurios”, demostración que el grueso de la oposición sigue en una era geológica anterior al paleolítico. Y como no encuentran ningún sólido punto de apoyo, se esfuerzan por crearlo.  
 
Usaron USAID para financiar las Prefecturas opositoras con el fin de “contrabalancear el gobierno central”. Dialogaban con el Comité Cívico de Cochabamba y con los líderes de la Media Luna que exponían sus planes de utilizar “la violencia para forzar el gobierno a reconocer la división en el país y a tomar seriamente el dialogo” [Mario Cossío]. Sostenían incluso financieramente a dirigentes indígenas del Oriente que se sentían “usados y abusados por el Comité Cívico” de Santa Cruz para que hagan campaña por el Estatuto separatista. En todas sus reuniones con empresarios, multinacionales y banqueros emerge la búsqueda de dificultades del gobierno boliviano de las cuales poder aprovechar para debilitarlo.
 
Como dicho, sondeaban las FFAA en búsqueda de militares golpistas, eventualidad a la cual se prepararon seriamente. En el cable que ha concentrado las denuncias del gobierno, el Comité de Acción de Emergencia – oficialmente creado para la seguridad de los ciudadanos estadunidenses en Bolivia – se lee que “el Comité junto al Comando Sur de la fuerza militar norteamericana desarrollará un plan de respuesta inmediata en caso de una repentina emergencia, como un intento de golpe de Estado o la muerte del Presidente Morales”.
 
La reacción del gobierno
 
usaidFrente a este hostigamiento, el gobierno boliviano hizo lo único que podía hacer para poder implementar libremente el modelo económico y social que estaba en sus planes: cortar paulatinamente todo vínculo con la cooperación norteamericana, económica, militar y diplomática, pasando por declarar persona no grata al embajador Goldberg hasta expulsar USAID. Es una decisión que hemos saludado y apoyado junto al grueso de las masas bolivianas, que pero llegó de una manera significativamente tardía.
 
En una reunión del 23 de julio de 2008 Evo Morales denunciaba a los diplomáticos estadunidense de haber sido informado que “USAID ofrece dinero a los alcaldes del MAS para que pasen al partido opositor Podemos… “los empleados bolivianos de USAID van tocando cada puerta en el norte de Potosí diciéndole a la gente que si se liberan de Evo la economía irá mejor””. Sin embargo la expulsión de USAID llegará solo cinco años después, el 1º de mayo de 2013. En cables como este se alude a una división en el gobierno con Choquehuanca, el entonces ministro de planificación y desarrollo Noel Aguirre, el de descolonización Cáceres y el viceministro de relaciones exteriores Fernández, nombrados entre los defensores de la cooperación con los EEUU.
 
En todas las reuniones con diplomáticos norteamericanos antes de la expulsión de Goldberg en 2008 e incluso en muchas de las que siguieron, no hay solo recriminación, al contrario. En la primera reunión García Linera pide a Greenle “6 meses de tiempo antes de juzgar el gobierno” y en todas las demás hay siempre un reconocimiento de la importancia de la cooperación estadunidense que contrasta con las declaraciones públicas, de las cuales en privado autoridades de gobierno se disculpan en varias ocasiones de manera innecesaria y muy poco “descolonizada” ante las airadas reacciones de los EEUU.
 
En muchos cables la embajada se muestra nerviosa con ministros como Quintana, que individúan como el que más empuja hacia una ruptura de la cooperación militar con los EEUU, una preocupación reveladora del interés imperialista a mantener lazos con las FFAA de nuestro país más que con su gobierno. Lo explican en este cable de 2008 en el cual además dicen “nos hemos vuelto kriptonita [el mineral fantástico que debilitaba a Superman] para nuestros contactos” en las FFAA y la Policía, contactos que sin duda alguna el imperialismo sigue manteniendo cobijados en un aparato estatal burgués intacto.
 
Estas rupturas de la cooperación militar con los EEUU, así como la expulsión de Goldberg y USAID, fueron medidas defensivas absolutamente necesarias dictadas por la situación. Que hay o haya habido divisiones en el gabinete de Morales con relación a los EEUU es irrelevante. Lo que importa es que el gobierno quería independizarse de los EEUU sin llegar a un punto de ruptura y que no tenía ni tiene una perspectiva revolucionaria para acabar con el imperialismo, sino una de inspiración estalinista y nacional reformista de moverse en el escenario internacional buscando apoyo en función antiimperialista. Sin embargo no fue así que se derrotaron los planes golpistas del imperialismo y la oposición.
 
2007/2008: parte la ofensiva
 
ujcEl 26 de diciembre de 2007 el entonces embajador Goldberg escribe: “a pesar de los cuatros días de pausa navideña, la retórica política en Bolivia fue todo menos un mensaje de paz por las vacaciones. El presidente Morales prevé que una rebelión similar a las violencias de 2003 en El Alto tendrá lugar en Santa Cruz, avisando a la oposición que la única manera que él pueda dejar el Palacio Presidencial es muerto, llamando a las organizaciones sociales a movilizarse en “esta guerra entre ricos y pobres”. En contraste el vicepresidente García Linera reiteró la voluntad del gobierno de empezar un dialogo con la oposición y pidió a esta de tomar una actitud más “relajada””.
 
¿Retórica política? Después de meses de conflicto y 3 muertos en Sucre por el tema de la capitalía, el 15 de diciembre de 2007 los Prefectos de la Media Luna declaran de manera unilateral una autonomía departamental que, en la sucesiva redacción del Estatuto cruceño, asume competencias en materia laboral, de saneamiento y políticas agrarias y hasta por la conformación de una policía regional. Se escribe autonomía, se lee separatismo.
 
La estrategia fascista para paralizar la reacción del movimiento obrero y popular ante la violencia que planeaban en la Media Luna se fue alimentando con una serie de atentados dinamiteros que desde octubre hasta navidad de 2007 tuvieron como objetivo el consulado venezolano, una residencia de médicos cubanos, la casa del entonces senador Carlos Romero y el hotel donde se hospedaba Evo Morales en Santa Cruz, y finalmente la sede de la Central Obrera Boliviana en La Paz.
 
La embajada era perfectamente consciente de la situación tanto como para preguntarse; ¿Los militares bolivianos obedecerán a Evo? Vale la pena leer las partes más significativas de este cable de noviembre de 2007 para entender cuál eran el clima y las perspectivas reales en aquel momento
 
“En conversaciones con las oficinas de la embajada, altos mandos militares en La Paz… declararon que no enviarían tropas contra los manifestantes (pese a los deseos del presidente Evo Morales)… los oficiales sospechan que se los quiera utilizar políticamente (y de ser, luego, culpados por el resultado) y aseguran que no acatarán la orden de tomar medidas drásticas en contra de los departamentos opositores… temen la intervención de tropas extranjeras (en particular venezolanas)… Estamos al corriente que los Prefectos de los departamentos alineados con la oposición y los Comités Cívicos están contactando regularmente a los generales militares buscando su apoyo… Varios generales de alto nivel y oficiales de medio rango expresan en privado su desacuerdo con las actuales políticas del gobierno boliviano, que consideran antidemocráticas y preparatorias a una conversión hacia un régimen autoritario al estilo cubano. Si se les pide sofocar la “insurrección”, aseveran que se pondrían a lado de la Media Luna o a lo mejor permanecerían neutrales. Según fuentes del MILGP y DAO, el actual alto mando militar no cuenta con la confianza y la confidencia de sus subordinados, los cuales probablemente no acatarían órdenes de utilizar la fuerza para defender al gobierno… El comandante Vargas dijo… que estaba “en problema” con el Presidente Evo Morales por haberse rehusado a desplegar tropas en Sucre… Aunque Morales parece haber consolidado la lealtad de los oficiales de alto rango, su apoyo entre las fuerzas armadas en general se ha erosionado… Tenemos información de que el ministro de la presidencia Juan Ramón Quintana, de la línea dura, está detrás del alejamiento del “moderado” San Miguel, y ha filtrado informaciones que implican a San Miguel en un escándalo de corrupción… Varios oficiales han manifestado resentimiento hacia la política del gobierno con nuestras secciones MILGP y DAO e indican que se alinearían a la Media Luna en caso de disturbios. No está claro que proporciones de las fuerzas armadas comparta su punto de vista. Otra posible fuente de insubordinación y fricciones entre los militares son los soldados rasos, la más grande proporción de los cuales vienen de la clase obrera y se inclinarían más a apoyar el gobierno que a sus oficiales… Los comandantes de todas maneras están preocupados por proteger su institución. Temen que se repita lo ocurrido en 2003, cuando los militares fueron llamados a sofocar las protestas para ser luego duramente criticados por su conducta y acusados de crímenes”.
 
Con este cuadro al frente y ante la posibilidad de una radicalización que empujara Bolivia a completar la revolución empezada en 2003, con un efecto desestabilizador (para el imperialismo) en toda la región, la embajada se jugó con más decisión la carta de la Media Luna, suponiendo que esta consiga el apoyo de los militares para aplastar a las masas. De ahí empiezan los contactos regulares con los líderes opositores en afanes golpistas.
 
¿Quién derrotó al golpe?
 
Marcha Bolivia 1Después del ensayo con los referendo autonómicos en los departamentos orientales, que desembocaron en choques violentos en Santa Cruz, la tensión se reenciende tras los resultados favorables a Evo Morales del referendo revocatorio del 10 de agosto de 2008. El terreno había sido preparado con una ingente fuga de capitales: 1900 millones de dólares, que en su mayoría salieron del país en la primera mitad del año. La inflación mensual superó el 11% en marzo de 2008, efecto de la guerra económica antesala del golpe. Las bandas fascistas de la Unión Juvenil Cruceñista empezaron entonces a asaltar instituciones públicas y a tomar los gasoductos interrumpiendo el suministro de gas a Brasil, generando zozobra en una clara actitud de provocación hacia los militares.
 
En enero Evo había sustituido el alto mando militar nombrando al general Luis Trigo, el cual, hasta septiembre, seguía disciplinadamente las directrices de Quintana para acabar con la cooperación militar estadunidense. Sin embargo, exactamente como casi un año más antes la embajada había previsto, en vez de sofocar la insurrección Trigo acuartela las tropas rehusándose a cumplir con las órdenes del gobierno.
 
En el programa Aló Presidente del 14 de septiembre de 2008, el presidente de Venezuela Hugo Chávez recordó que Trigo fue enviado a Pando "pero en vez de ir a hacer cumplir el decreto presidencial del estado de sitio... él (Trigo) llegó y ordenó que las tropas se acuartelaran, y abandonaran el aeropuerto y la protección a la ciudadanía” y continuó “al alto mando militar de Bolivia le hablo... no vamos a permitir una dictadura en Bolivia... cumplan con su obligación con ese pueblo". En los días previos Chávez ya había amenazado con una intervención militar venezolana – que los militares bolivianos temían – si las FFAA de nuestro país continuaran con los “brazos caídos”, amenazas a las cuales Trigo había respondido con enfado.
 
En vez de ser enjuiciado por desobediencia, Trigo, como su predecesor Vargas y en el mismo espíritu de “comprar” la lealtad del Estado burgués, ha sido premiado con un cargo como embajador boliviano… ¡en Venezuela! Su actitud demuestra que el golpe fue “cívico – prefectural” por la sola razón que fue derrotado antes de que las fuerzas armadas pudiesen ver en un impasse o en una correlación de fuerzas favorable a la Media Luna, la oportunidad para intervenir militarmente la situación política boliviana.
 
El golpe fue derrotado por una movilización popular tan extensa que hubiera podido aplastar también al golpe de Banzer de 1971. Esta movilización fue convocada sobre el llamado de clase de Evo Morales (“la guerra entre ricos y pobres”) reforzado por una resolución de la COB que emplazaba a la clase obrera y al movimiento popular a unirse a la marcha hacia Santa Cruz para ir a “expropiar fábricas y latifundios”. Las maniobras, los intentos de servirse del aparato estatal burgués, las manos tendidas para negociar con la oposición, solo hicieron peligrar este triunfo popular causando las muertes del 11 de septiembre en Pando.
 
El caso terrorismo
 
evo2En este mismo mes llegó a Bolivia el croata-húngaro-boliviano Eduardo Rosza. Uno de los miembros de su célula sobreviviente a los sucesos del Hotel Las Américas, el húngaro Elöd Tóásó, ha recientemente confirmado desde su país que ellos llegaron a Bolivia “para organizar la defensa de Santa Cruz”. En el contexto que hemos reconstruido esto solo puede querer decir organizar grupos paramilitares en defensa del separatismo, contando con la experiencia militar de Rosza en la ex Yugoslavia en el ejército croata.
 
¿Quién lo trajo? La embajada sabía de una fuente gubernamental ya en 2009, cuando Rosza y otros de sus acompañantes fueron abatidos en el Hotel Las Américas, que probablemente fueron operadores políticos del gobierno. Los contactos entre estos y Rosza habrían empezado en 2008. El caso terrorismo fue luego usado para decapitar casi por completo a la Media Luna. Así que retrospectivamente algunos creen que fue esto a derrotar el golpe, lo cual no es cierto políticamente y es inexacto desde el punto de vista de la consecución de los hechos.
 
Supongamos lo que para la oposición ya es verdad: que el caso fue montado. En primer lugar esto, como visto, no exculpa a los líderes opositores de haber estado planeando un golpe y el separatismo en aquellos años. Esto es lo que siempre sostuvimos incluso en medio de la ensordecedora campaña de la oposición para demostrar el “montaje”, en la cual cayeron muchos “democráticos” de la ultra izquierda. Pero esto no es todo.
 
Muchas veces acusados por la oposición, el hermano del vicepresidente Raúl García escribió una vez que: “el accionar militar del proceso está fundado en el hecho de que el Estado –que es de clase– es la expresión armada legítima de la clase que detenta el poder y consagra la relación social de explotación, por ello no puede pensarse en una revolución comunista sin una victoria militar contra quienes militarmente defienden el orden social de explotación existente”. Una manera de decir que si hubo “montaje” esto está justificado porque una revolución no puede triunfar sin derrotar a sus adversarios. El contexto hace de esta afirmación abstractamente correcta una expresión vacía de cualquier otro significado que no sea el más patente desprecio a la verdad y a las masas.
 
El Estado que se defendió sigue consagrado a relaciones sociales de explotación, sigue siendo de naturaleza burguesa. Para defenderse de la manera como se defendió tuvo primeramente que expropiar a las masas de su iniciativa, desmovilizarlas negociando la nueva Constitución con su enemigo de clase. Así no hizo más que fortalecer al Estado que las oprime a diario, con la corrupción, los abusos en la justicia, de los funcionarios públicos, de la burocracia, de las filas para una ficha en salud, de un aparato clientelar donde el único título útil a obtener un trabajo es ser masista, y de todas las que se perciben como injusticias y que pese a que el 2008 no es el siglo pasado, llevan a sectores siempre más amplio de la clase media como del movimiento obrero, campesino-indígena y popular a desconfiar en el MAS y sus dirigentes.
 
El caso terrorismo ha sido utilizado también por disidentes del MAS para demostrar la deriva antidemocrática del gobierno. Alejandro Almaraz por ejemplo aludió a la necesidad que la oposición separatista fuese derrotada democráticamente. La democracia burguesa no ofrece medios para defenderse de una fuga de capitales como la que hubo: la circulación de capitales en desmedro de las necesidades del pueblo es uno de los pilares de esta democracia.
 
Había entonces solo dos posibilidades, como las hay ahora: o completar la revolución acabando con la injerencia imperialista junto a las masas convocadas con un llamado de clase como el de Evo y de la COB, o esta manera de actuar en nombre de las masas que se retuerce en contra de ellas reivindicada por Raúl García. El no haber dirimido esta cuestión es lo que ha debilitado la disidencia del MAS empujándola al fin en los brazos de la derecha.
 
El papel de Brasil
 
En los peores días de 2008, el ministro de relaciones exteriores de Brasil Celso Amorim declaraba a la agencia de prensa EFE que “si fuera necesario, estoy dispuesto a tener contacto con los gobiernos regionales bolivianos”, no solo para mediar por el dialogo sino, y sobre todo, para garantizar el suministro de gas a Brasil interrumpido en el levantamiento y para defender a los latifundistas soyeros brasileros en nuestro país que temían una invasión de tierras. Era el papel de impedir que la situación en Bolivia desborde que la embajada estadunidense confiaba que pudiese y tenía que desempeñar Brasil.
 
En todos los momentos neurálgicos de la situación en Bolivia, la embajada de EEUU estuvo siempre en contacto regular con el gobierno de Brasil, del que recibía informaciones e impresiones y al cual dejaba determinar la postura diplomática general en la medida que coincidiese con el imperialismo. Y la diplomacia brasilera diligentemente cumplió con esta misión, haciendo los intereses del imperialismo mientras hacia los de la burguesía brasilera.
 
La presencia de Brasil al mando de la misión de las Naciones Unidas en Haití, denominada MINUSTAH, fue determinante para que Bolivia declarase al embajador Goldberg que votaría a favor de esta intervención imperialista donde los EEUU no querían ensuciarse directamente las manos ni dar “una imagen despropositada de los intereses estadounidenses” en Haití, intereses que eran los mismos que en Bolivia. Así mientras Venezuela y Cuba enviaban médicos y alimentos, Bolivia enviaba tropas bajo el mando brasilero para reforzar una misión que en los años se manchó de crímenes como estupros, asesinatos, represión etc., haciendo el trabajo sucio del imperialismo.
 
La nacionalización del gas
 
celsoamorim afpPero donde la intervención brasilera cumplió a cabalidad con los deseos del imperialismo fue sin duda en la cuestión del gas. El DS “Héroes del Chaco” del 1º de Mayo de 2006 estipulaba que el 80% de los ingresos del gas serían del Estado, que retomaba la propiedad de los hidrocarburos asumiendo el control de la producción en cuanto a volúmenes y destino de la misma. Además se anunciaba la recuperación sin costos de dos refinerías operadas por PETROBRAS en compensación del daño económico de las multinacionales al Estado que las auditorías petroleras estimaban en unos 700 millones de dólares. La primera alarmada reacción de la embajada es que Bolivia estaba siguiendo los pasos de Chávez.
 
Así formulada la nacionalización solo podía acabar o con la definitiva expulsión de las multinacionales o ablandándose hasta el punto de desvirtuarse por completo. La embajada estuvo en constante contacto con la diplomacia brasilera para asegurarse que fuese este último el desenlace de la cuestión.
 
En un cable del 26 de mayo de 2006, después de una reunión con autoridades brasileras, Greenle informa aliviado que “los brasileros siguen frustrados con las políticas económicas del gobierno [boliviano], pero mientras se reporta su firme resolución a puertas cerradas, sus mensajes públicos aquí en Bolivia son menos severos”. En otro “contactos de la embajada brasilera” aseguran que las negociaciones con PETROBRAS son un desastre, igual que con la Argentina, y que el problema principal desde la perspectiva brasilera sería el ministro impulsor de la nacionalización, Andrés Soliz Rada, que, dicen en la embajada brasilera, fue deliberadamente evitado por Amorim en su visita a La Paz para enviar un mensaje al gobierno.
 
Amorim utiliza un lenguaje que caricaturiza el de la diplomacia imperialista. Con la intención de defender a los grandes agroindustriales soyeros brasileros en Bolivia, se escuda en los pobres brasileros en la frontera con Pando y advierte que si nuestro país expulsa a estos últimos, entendiendo los primeros, Brasil deberá hacer lo mismo expulsando “a los 70.000-80.000 bolivianos que viven ilegalmente en Sao Paulo”. Además “los brasileros también informaron a Morales de su influencia sobre el BID, particularmente desde la presidencia del programa del BID por la condonación de la deuda. Amorim dijo a los bolivianos que Brasil quiere cooperar, pero que su gobierno debe tener mucho cuidado con lo que dice y hace”.
 
Bajo la presión brasilera Soliz Rada fue desbancado por García Linera en las negociaciones con Brasil y obligado a dimitir. El resultado fue que las auditorías se volvieron papel mojado y la nacionalización se tradujo en nuevos contratos que a través de figuras como costos recuperables, indemnizaciones etc., eliminó por completo el control estatal sobre volúmenes y destino de la producción, permitiendo al Estado ganar más mientras ganaban más también las multinacionales por efecto del aumento del precio del gas. Es decir preparó el terreno al gasolinazo de 2010 y a nuevas y más conspicuas concesiones que se anuncian hoy al mismo tiempo que se cierran empresas públicas y se preparan ajustes contra los efectos de la crisis.
 
En otro cable de noviembre de 2006 la embajada traza un balance de la “nacionalización”. Ejecutivos de multinacionales como British Gas, Chaco, Vintage Petroleum, expresan su satisfacción por una nacionalización que “parece más una renegociación de contractos que una tradicional nacionalización”. Incluso así y para dejar en claro los temores del gobierno de los EEUU, Greenle advierte al entonces nuevo ministro de hidrocarburos Carlos Villegas que “el ambiente para los inversionistas ha sido empañado por el uso de la palabra “nacionalización” y por haber enviado tropas a los campos de gas, un daño que será difícil de reparar”.
 
¿Qué le importa a los EEUU?
 
Del paisaje esbozado en estos cables de Wikileaks queda la imagen disgustosa de una diplomacia de chantajes y amenazas que vela por los intereses de los poderosos incluso cuando oficialmente, en el discurso “progresista”, sonríe a las cámaras hablando de “integración” y “Patria Grande”. Es por esto que los marxistas luchamos contra el secreto diplomático, para que todo sea a la luz del sol. ¿Cómo hubieran reaccionado las masas bolivianas ante las presiones de Brasil para alejar a Soliz Rada? García Linera decidió por nosotros y sin que nadie sepa cómo estaban realmente las cosas.
 
Todo el escándalo de Wikileaks así como las sucesivas revelaciones del ex funcionario de inteligencia estadunidense Snowden sobre el espionaje estadunidense han demostrado que los EEUU vigilan a moros y cristianos con diferentes objetivos. La superpotencia estadunidense no es la única con ambiciones imperialistas y se cuida entonces de sus aliados. Pero en casos como el nuestro sus intereses van más allá de lo económico o de la competencia entre potencias imperialistas.
 
No se sintieron afectados por el anuncio de Evo Morales de querer nacionalizar el gas, al cual simplemente reaccionaron reduciendo del 30% su exposición en este sector. No se asustaron ante el ingreso de otras multinacionales como la hindú JINDAL en los sectores minero y agroindustrial donde la presencia norteamericana es mayor. Al contrario en una conversación con la embajada un gerente de una multinacional minera norteamericana esperaba que “más países y empresas se asocien a la Minería Mediana, así que cuando surjan los problemas no serán solo las grandes empresas de EEUU y Canadá; Evo tendrá que escuchar si los venezolanos e hindúes están haciendo preguntas”.
 
Greenle nota el resentimiento de Evo por haberlo tratado de narcotraficante pero propone hacer acuerdos con él. Considera que este ha sido sincero cuando le ha dicho que por su extracción de clase de pequeño parcelario no tiene intención de asumir medidas socialistas radicales. Mientras se preparaban activamente a la posibilidad de un golpe, al mismo tiempo los diplomáticos de EEUU consideraban una “demo-locura” (“demo-crazy”) el revocatorio y equivocada cualquier estrategia de la oposición para desafiar electoralmente a Evo lo cual, decían preocupados, llevaría a una “aún más polarizada Bolivia”.
 
El temor de la embajada era que esta polarización pudiese provocar una radicalización del proceso, de despertarse con una Bolivia socialista en el corazón de Sudamérica que, proyectándose a los explotados y las nacionalidades oprimidas de los países vecinos, desestabilizaría todo el liderazgo imperialista en la región. Esta y ninguna otra es su pesadilla porque este y ningún otro es el camino para acabar con el imperialismo.
 
Una genuina dirección revolucionaria hubiera encaminado la disponibilidad a la lucha del movimiento obrero y campesino a la toma del poder, liquidando el aparato del Estado burgués utilizado en su contra y compuesto de burocracia, funcionarios, fuerzas armadas etc., para empezar a reorganizar la sociedad según las necesidades de las mayorías. Esto significa reorganizar democráticamente la producción – evitando así corrupción, despilfarro, ineficiencia y parasitismo – y la agricultura, es decir tomar el control de las principales palancas de la economía. El movimiento indígena, pieza indispensable en la realización de este programa, ganaría así la titularidad de su propio destino y el fin de la opresión nacional. No haberlo hecho no solo no evitó una guerra civil, como muchas veces se nos dijo, sino que provocó, como vimos, las muertes en Pando y es causa del deslizamiento actual.
 
El balance necesario
 
2564159271 29f4e2eaafEl MAS y el gobierno no parecen muy interesados a extraer un balance de toda esta historia reciente. El 26 de octubre el ministro Arce presenciará en Nueva York una “Conferencia de Alto Nivel” para atraer a inversores extranjeros y una prolongación de las polémicas sobre las revelaciones de Wikileaks dañaría el objetivo de ir a convencer a multinacionales a venir a hacer plata en Bolivia, ya que decirles de hacer plata con Bolivia resultaría poco seductor.
 
Sin embargo este balance es necesario. En primer lugar se demuestra que lo que vivimos en el periodo tratado no fue, como algunas organizaciones de la izquierda revolucionaria boliviana plantearon, una pelea entre dos distintas fracciones de la burguesía. Esta implícita invitación a que los obreros se desinteresaran de lo que ocurría fue tan desarmadora como la postura de reformistas y estalinistas que llamaban a defender el gobierno “democrático-popular” antesala del socialismo. Era necesaria una posición independiente que pudiese llenar de contenido de clases la participación de los trabajadores a la lucha contra el golpe, dando cumplimiento a sus resoluciones más avanzadas como la de expropiar fábricas y tierras de la oligarquía.
 
El no haber tomado esta vía maestra es la causa de todos nuestros males presentes que podemos gráficamente expresar con un ejemplo. En 2008 el anuncio que los EEUU concederían asilo al ex ministro de Goni Sánchez Berzain, provocó horas de enfrentamientos entre manifestantes y policías ante la embajada de EEUU que fue objeto de un nuevo asalto en 2013 cuando el avión de Evo Morales fue obligado a aterrizar en Viena por la sospecha de que llevaba a Snowden. Hoy salen revelaciones de un plan de magnicidio y el MAS debe casi justificarse de haber hecho “un papelón” electorero con el uso de estas filtraciones.
 
El gobierno sorteó las dificultades del momento con el apoyo determinante de las masas para luego llevarlas a una política de colaboración de clases que va contra las masas. Se apoyaron en generales oportunistas y el Estado burgués hasta, por cuenta de estos, ocultar la verdad sobre las dictaduras y aplastar la movilización de oficiales de bajo rango animados por la presencia del MAS. Hacen pactos con agroindustriales, empresarios, banqueros, planean nuevos incentivos a las multinacionales – pese al fracaso de todos los anteriores – y con esto pierden su carácter antimonopólico hasta el punto que la radicalización de la pequeña burguesía azotada por la crisis, como en Potosí, es capitalizada por la derecha.
 
Quisieron romper con el imperialismo sin romper con el capitalismo y el resultado es que importamos la crisis, que tiene las mismas causas, de aliados estratégicos como Venezuela y mercaderías devaluadas argentina y china que amenazan la endeble industria nacional, provocando huelgas como la de los fabriles de La Paz. Las negociaciones por el nuevo contrato de suministro de gas con Brasil se darán en la crisis de PETROBRAS y del gobierno de Dilma y serán marcadas por el escarmiento dado a Bolivia con la concesión del asilo político al ex senador opositor Pinto.
 
Fenómenos como el MAS y Evo Morales no son un misterio para los marxistas. En ausencia de un partido obrero de masas, canalizan el confuso sentimiento antiimperialista y anticapitalista de la pequeña burguesía. Cuando llegan al poder se encuentran de inmediato sometidos a la presión de las masas y del imperialismo, que es el principal agente económico del país por la debilidad de la burguesía nacional. Pueden gobernar con las masas contra el imperialismo o al revés.
 
En unas condiciones excepcionalmente favorables, como las que se dieron en los últimos seis o siete años, pueden quedar en el medio, balanceándose entre estas fuerzas opuestas apoyándose en el aparato estatal, que es una herramienta consagrada a la defensa de la explotación y opresión capitalista. Asumen así un carácter dual: progresista en la medida que impulsan un cierto progreso inhibido antes por la burguesía y el imperialismo, pero al mismo tiempo de freno a la lucha de clases y a ulteriores desarrollos revolucionarios. Estas condiciones excepcionales sin embargo se han agotado y, como ya empezamos a apreciar en el transcurso de este año, el futuro próximo es de nuevas inestabilidades.
 
¿Puede el MAS aprender esta lección y reorientarse a la lucha socialista? Esta pregunta es de tertulia, porque el problema ni siquiera puede ser planteado sin que exista una organización revolucionaria implantada en el movimiento de masas y capaz de una política independiente, es decir de unidad obrero-campesina basada en un programa que defienda sus intereses contra la crisis y orientada entonces contra la burguesía, sus partidos y sus intereses.
 
En los años que analizamos el primer núcleo de la Corriente Marxista Internacional en Bolivia movíamos los primeros pasos. Estuvimos en la batalla del Plan 3000, contribuyendo a la reunión de las organizaciones sociales y la redacción de su documento que llamaba el pueblo a la lucha. Estuvimos en las marchas a La Paz para sitiar el Parlamento. Lo hicimos desde la perspectiva y con el análisis que proponemos, antes de que Wikileaks nos contara detalles. Desde entonces tuvimos bajas y sumamos a otros compañeros, pero nunca claudicamos en la lucha por la construcción de la organización que es necesaria y ahora urgente. La historia que reconstruimos es también nuestra historia aunque con una diferencia. La historia de Wikileaks se detiene en 2010, la nuestra continuará junto a la lucha social en nuestro país y el mundo.

Fecha: 

12 de octubre de 2015

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