Las contradicciones aumentan en Turquía mientras la “democracia” occidental apoya los ataques contra los curdos

Escrito por: 

Hamid Alizadeh

KurdistanH

“Los curdos nacieron para ser traicionados. A casi todos los pequeños y potenciales estados de Oriente Próximo fue prometida la libertad después de la Primera Guerra Mundial, y los curdos enviaron inclusive una delegación a Versalles para pedir una nación y fronteras seguras” (Robert Frisk)

Una vez más, hoy, las principales potencias imperialistas occidentales se reunieron para suscribir una nueva traición a este pueblo experimentado, cuyo destino fue negociado entre todas las principales potencias de la región durante cien años, como su fuera apenas un ítem más en sus listas de compras. Después de la reunión de emergencia de la OTAN – un evento bastante raro – su secretario general Jens Stoltenberg expresó “una fuerte solidaridad” con la Turquía en su guerra contra el “terrorismo”. La declaración conjunta de los miembros de la OTAN afirma que “la seguridad de la alianza es indivisible”, y condenó los recientes ataques terroristas en Turquía describiendo el terrorismo como “una amenaza global que no reconoce ninguna frontera, nacionalidad o religión – un reto que la comunidad internacional debe aceptar y enfrentar de manera conjunta”.

La hipocresía de esta declaración es clara. Durante los últimos cuatro años el gobierno turco trabajó en estrecha colaboración con los más brutales grupos terroristas, que van desde los diferentes sectores de Al Qaeda, en Siria, hasta el mismo Estado Islámico (EI). De hecho no hay dudas que los servicios de inteligencia turcos estuvieron directamente involucrados en el ataque terrorista del EI en Suruc, Turquía, en la última semana [el 20 de julio], que cobró las vidas de 32 jóvenes activistas de izquierda e hirió a otros 102.

El régimen de Erdogan continúa también su campaña de bombardeo de las fuerzas del PKK (Partido de los Trabajadores Kurdos) en Iraq y en Turquía. Estos bombardeos están, en los hechos, ayudando al EI. Zagros Hiwa, un portavoz del PKK, explicó que un convoy del PKK en Iraq fue bombardeado cuando “estaba dirigiéndose a Kirkuk y Sinjar para combatir al EI”. Dijo que Turquía ahora en vez de ayudar, está impidiendo la lucha contra el EI, “la mayoría de nuestras fuerzas objetivo del ataque eran fuerzas que estaban preparándose para luchar contra el EI”, aseveró.  

Esto también está direccionado claramente a apoyar el podrido régimen de Barzani en el Kurdistán iraquí, que está bajo la presión de la creciente influencia de los grupos alineados con el PKK. En particular el poder popular que la rama siria del PKK promueve está en marcado contraste con su gobierno autoritario y semi-tribal en el Gobierno Regional Curdo. Con todo esto y aunque el clan de Barzani pueda ser fortalecido militarmente en la actualidad, esta flagrante cooperación con la Turquía imperialista contra compañeros curdos que combaten al EI menoscabará el apoyo de Barzani en Iraq y abrirá el camino para un cambio rápido del estado de ánimo en su contra. 

Al mismo tiempo, Turquía y los EEUU presentaron planes para una zona de exclusión aérea en el Norte de Siria. El ministro de exterior de Turquía, Mevlut Cavasoglu, dijo: “cuando las áreas al norte de Siria estarán libres de amenazas del EI, las zonas de seguridad serán formadas naturalmente, siempre defendemos zonas de seguridad y zonas de exclusión aérea. Las personas que fueron desalojadas pueden ser colocadas en esta zona de seguridad”.

Sin embargo una zona de exclusión aérea no puede funcionar sin fuerzas terrestres. ¿Quién proporcionará estas fuerzas? Más probablemente estas serán una coalición de Al Qaeda y otras fuerzas islamistas similares (naturalmente con nuevos nombres) que operarán como representantes del imperialismo turco, del Qatar y de Arabia Saudí en Siria. Así el resultado de la reunión de la OTAN no era para defender Turquía del terrorismo, sino para ayudar a sus matones islámicos en Siria y para suportar sus ataques sobre las fuerzas curdas de la región.

Durante todo el tiempo los ataques contra el PKK, que ha sido la fuerza más eficiente contra el EI, continuaron. En un intento de camuflar su cínica traición de los curdos en Siria, un portavoz de los EEUU dijo: “el hecho de poder contar ahora con el acceso a bases militares en Turquía, permite que el apoyo sea más oportuno y tal vez aún más efectivo. Así que espero que este tipo de apoyo aéreo continúe”.

Y continuó diciendo: “La Turquía continuó a ser atacada por los terroristas del PKK y reconocemos su derecho a defenderse contra estos ataques. Fue en represalia a las agresiones recientes del PKK que Turquía realizó sus últimos ataques”. Esta es una flagrante mentira. Al ver el ascenso del Partido Democrático del Pueblo curdo [en turco HDP. Coalición de izquierdas que en las últimas elecciones turcas del pasado junio ha conquistado 80 parlamentario mientras el partido de Erdogan perdía la mayoría absoluta, ndt], establecido como una fuerza confiable de la izquierda de todos los turcos, Erdogan durante meses viene tratando de provocar una guerra con el PKK. La inteligencia turca está involucrada en innumerables ataques terroristas contra las reuniones del HDP, desde la campaña electoral. El ataque de Suruc en la última semana fue apenas el más mortal de estos ataques patrocinados por Erdogan.

Lucha de clases

turkey 2erdoganwhitehouseTurquía es la 15ª mayor economía del mundo, con fuerzas armadas de más de un millón. Su poderosa máquina militar no es víctima en este asunto, sino es un agresor unilateral. Al mismo tiempo está utilizando su ofensiva contra el PKK para atacar a la izquierda.

La revista TIME escribe:

“<de las más de mil persona detenidas en Turquía en redadas de seguridad en los últimos días, el 80% son curdas, o asociadas al PKK o al no-violento Partido Democrático del Pueblo (HDP)>, dijo Ibrahim Ayhan, miembro del parlamento por el HDP. <La victoria de los curdos contra el EI fue vista por Turquía como algún tipo de reto. – dijo Ayhan – Todo esto es como una amenaza para Turquía>”.

En realidad las noticias que llegan de Turquía y de Siria de ataques exitosos contra el EI son notablemente escasas. El principal objetivo de Erdogan es claramente frenar el ascenso del HDP, un partido de izquierda que logró establecer una significativa camada de trabajadores y jóvenes radicalizados a su alrededor. Esto fue claro cuando su gobierno anunció que está poniendo en marcha investigaciones criminales contra el HDP con el argumento de que podría haber cometido actos delictivos.

Sin embargo tentar de estabilizar su gobierno en casa a través de una intervención militar en la región, podría tener serias repercusiones para la estabilidad de Turquía a futuro. El resultado del HDP en las elecciones fue mayor al que todos los comentaristas habían previsto. Al mismo tiempo, una camada aún mayor, que simpatizaba por el programa radical del HDP pero no lo votó porque sospechaba que este podría haber cooperado con Erdogan, se está acercando al partido desde entonces. Para muchos turcos, el HDP aparece como el único partido que no está contaminado por la corrupción y falta de principios. Es el único partido que corajosamente abandera sus demandas sociales así como sus derechos democráticos. El hecho que Erdogan lo esté atacando, probablemente reforzará este punto de vista.

En las áreas curdas de Turquía el HDP está aún más profundamente arraigado. Aquí el partido experimentó una verdadera y abrumadora victoria que le dio más del 90% del voto en algunas áreas. 

Por otro lado, los curdos ya no son una nación aislada en áreas atrasas, sino se han vuelto una parte componente de la clase trabajadora en Turquía, trabajando en las mismas fábricas y otros  lugares. El intento de Erdogan de dividir la clase puede, de tal manera, llevar a una reacción aún mayor de los trabajadores turcos, que intensificaron sus luchas en el periodo más reciente. En el mes de mayo, millares de trabajadores de la industria automovilística se embarcaron en una huelga militante contra la patronal, el Estado y sus propios jefes sindicales. Esta es una indicación del estado de ánimo entre los trabajadores, que puede resurgir en aún más gran escala a futuro.

Divisiones en la clase dominante

Por otro lado, si Erdogan tuviera éxito en su intento de desviar la lucha de clases a lo largo de líneas nacionalistas y sectarias, corre el riesgo de desestabilizar Turquía y hasta poderla disolver en el futuro. Al mismo tiempo sus acciones precipitadas en Siria están debilitando el aliado más eficiente de la coalición liderada por los EEUU en el terreno, es decir el YPG [Unidades de Defensa del Pueblo, fuerza curda que combate el EI en la frontera entre Turquía y Siria]. Funcionarios del YPG ya han señalado que podrían transferir su lealtad al régimen sirio de Assad. Hassan Nasrallah, el líder de Hezbolá [Partido de Dios, organización islamista política y paramilitar activa principalmente entre los chiíes libaneses y apoyada por Irán], se acercó a los curdos para condenar los ataques contra el PKK. Lo mismo ocurrió con el mensaje del gobierno iraquí cercano al de Irán. Si el PKK se aproximara a Irán esto significaría un cambio importante en la dinámica del régimen y podría llevar a la ampliación del conflicto.

Erdogan parece obsesionado con salvar su propia posición personal. De hecho, la reunión de la OTAN y su declaración unilateral de guerra contra el PKK disgustó a los capitalistas occidentales. Los EEUU, en particular, no están interesados ​​en romper sus relaciones con el YPG, que ha sido la fuerza más eficaz contra el EI sobre el terreno en Siria. Tampoco quedaron impresionados con Erdogan, quien aprovechó el hecho de que la OTAN está en conflicto con Rusia y no puede aparecer dividida convocando una reunión de emergencia  que, de hecho, obligó el Occidente a darle apoyo. Así, tratando de salvar su propia posición personal, Erdogan está amenazando la estabilidad del capitalismo turco en su conjunto y ahora las instituciones occidentales. Esto fue registrado por un sector del capitalismo occidental.

erdoganassassinComo resultado, también hubo informes de serias advertencias a Turquía por parte de otros miembros de la OTAN, detrás de la escena. Fueron orientados a presionar Erdogan para que retroceda en su ofensiva. Como reflejo de este sentimiento, el relator turco al Parlamento Europeo, Kati Piri, escribió en Twitter: "retórica peligrosa en Turquía contra el HDP, que ganó seis millones de votos en las últimas elecciones. Es hora de hacer frente a esta realidad".

La burguesía no se siente cómoda con aventura individual de Erdogan. Pero esto no se debe a sus valores o principios "democráticos". Como podemos ver, no tienen ningún problema en apoyar las fuerzas más reaccionarias, si es que sirven a  sus intereses. Lo que temen es que Erdogan podría desencadenar un movimiento revolucionario que pondría en peligro su posición. Básicamente están diciendo: "no hay que atacar a las masas, porque se puede provocar una revolución". Erdogan, sin embargo, está diciendo: "tengo que tomar medidas fuertes contra las fuerzas revolucionarias antes de que sean más fuertes". En tal situación, en la que la clase dominante se divide y las masas se radicalizan después de años de corrupción y opresión, se plantea la posibilidad de un movimiento revolucionario.

Si el HDP adoptara una posición clara contra el régimen de Erdogan y organizara un movimiento nacional de los trabajadores kurdos y turcos contra la opresión, contra la violencia, contra el Islam y por el aumento de los niveles de vida, se prepararía el terreno para una huelga general y un movimiento de masas que podría barrer este régimen podrido y abrir un nuevo periodo en la historia de Turquía, el Medio Oriente y más allá. La verdadera división no es entre naciones sino entre clases. No podemos tener confianza en cualquier fuerza de la burguesía, sea "democrática" o de cualquier otra tonalidad. Sólo a través de la lucha de masas de los oprimidos contra el imperialismo norteamericano y sus aliados reaccionarios se pueden detener a las fuerzas reaccionarias monstruosas que se desataron en la región.

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