Durante los meses pasados hemos visto o escuchado sobre el fraude millonario que la empresa Oceanografía le hizo a Banamex, lo cual ha sido un escándalo ya que la empresa paraestatal Pemex se encuentra envuelta dentro de este ajetreo político.

Todo comenzó el 11 de febrero del presente cuando la Secretaría de la Función Pública (SFP) multó por 24 millones de pesos a la empresa Oceanografía, además de inhabilitarla para percibir contratos federales por 21 meses y 12 días, es decir hasta el 24 de noviembre del 2015, debido a que, al entrar en vigor la nueva Ley Federal anticorrupción en contrataciones públicas, aprobada en junio del 2012, se encontraron irregularidades en los contratos que Pemex había concretado con esta empresa.

Indagando un poco más sobre estas transacciones, coincide que la mayoría de los contratos celebrados entre Pemex y Oceanografía se dieron en los sexenios de los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón. Otra coincidencia de la intervención de mandos superiores para firmar estos contratos es que durante el sexenio 2000 – 2006, Jorge Alberto y Manuel Bribiesca Sahagún, hijos de la esposa del ex presidente Vicente Fox, Martha Sahagún, eran quienes gestionaban las licitaciones de la empresa Oceanografía ante la dirección general de Pemex cuyo titular era Raúl Muños Leos, quien declaro, recibían cuantiosas comisiones por concretar los contratos previamente mencionados. A pesar de deslindarse de toda culpa o vinculación con Oceanografía, se tiene el antecedente de que los hermanos Bribiesca recibieron comisiones y contribuyeron para que la tan mencionada empresa, no fuera embargada en el año 2000 por el SAT.

Con respecto a Banamex, es un caso muy curioso debido a que lograron defraudar a este banco con documentos falsos. Este asunto no es nada sencillo ya que Banamex es filial en México del banco estadounidense Citigroup a quienes defraudaron por 360 millones de dólares. ¿Cómo pudo sucederle esto a un banco tan importante? Pues por increíble que suene la ingenuidad de las autoridades de Banamex, extendieron una línea de crédito por 585 millones de dólares a Oceanografía en diciembre 2013, para financiar cuentas por cobrar de Pemex, lo cual se ve como una transacción segura, Pemex tendría que pagar. Sin embargo, el problema real es que esas cuentas por cobrar a Pemex solo ascendían a 185 millones de dólares, hablamos de una diferencia de 400 millones de dólares, que justificaron con documentos falsos para recibir el dinero. Ahora esta situación pone en jaque a Citigroup que reporta pérdidas de 235 millones de dólares de su ganancia neta reportada el año pasado (la jornada 3 marzo 2014), además ahora Citigroup se encuentra bajo investigación del FBI, por una posible actividad criminal. 

El presidente ejecutivo de este banco ha declarado que se castigara a todos los empleados de Banamex que resulten implicados en este asunto y ya están buscando opciones judiciales para tratar de reparar el daño que este fraude provocó al banco.
Si bien este gigantesco fraude ha puesto a temblar a un banco extranjero, no podemos dejar atrás otras consecuencias importantes, en este caso, los trabajadores de Oceanografía se encontraban en la incertidumbre con respecto a sus sueldos y pago de prestaciones, esta empresa además tiene ciento cincuenta embarcaciones en  alta mar las cuales ya no están en condiciones de seguir prestando sus servicios a Pemex.

Los trabajadores han realizado diversas manifestaciones, incluyendo el bloqueo del puerto Laguna Azul en Campeche el pasado 7 de marzo, también han procedido al paro de labores en las embarcaciones de alta mar, donde los altos mandos han amenazado con el despido si los trabajadores no reanudan sus actividades, incluso han dejado en tierra firme a aquellos que no se prestan al chantaje y se unieron a las protestas en tierra. Sus esfuerzos en la lucha surtieron frutos y el 11 de marzo, el Servicio de Administración y Enajenación de  Bienes (SAE) quien se ha convertido en el administrador de Oceanografía, inicio el pago de sueldos y adeudos de hasta tres meses, a cinco mil trabajadores de la empresa, para este caso están siendo utilizados los fondos de caja que tenía la empresa y se pretende pagar las prestaciones adquiridas a partir de la continuidad en los trabajos que se realizan para Pemex.

Pero ¿Por qué sacar a relucir todo esto ahora? Muchos intereses están en juego y evidentemente el caso Oceanografía no es aislado, como este hay muchos, pero lo particular es que este involucra a ex mandatarios y funcionarios del Partido Acción Nacional (PAN), curiosamente están por ponerse a discusión las leyes secundarias en materia energética, la aprobación de las mismas, este periodo ordinario de sesiones del Congreso, que concluye el 30 de abril representa una urgencia para el PRI. Estas leyes secundarias son las que permitirán a empresas privadas participar en la extracción del petróleo y gas del país, ahí se refleja la urgencia en aprobar estas leyes para poder gozar de los cuantiosos beneficios que unos cuantos podrán disfrutar, dejando al pueblo de México con menos oportunidades de desarrollo y provocará una precarización en la calidad de vida de la clase trabajadora. La aprobación de estas leyes está en manos del senado, donde la oposición del PRD no representa amenaza alguna y asegurar que el PAN continúe como su aliado sin poner resistencia u objeción sería un suceso muy afortunado, al fin y al cabo no podemos pasar desapercibidos los más de setenta años de experiencia que tiene el PRI para concretar sus propósitos y sus métodos son bien conocidos. 

Al final para Oceanografía, los responsables serán quienes convengan que sean y los únicos que pagarán las consecuencias de este drama político será la clase trabajadora a quienes se les quitará lo poco que les queda, por eso debemos dar la lucha más férrea posible para evitar que nuestros recursos naturales nos sean arrebatados de las manos, formando un frente único que pueda frenar la voracidad capitalista que nos acosa y nos ha llevado a una crisis internacional que pretenden calmar a costa de las mayorías.