Al momento de escribir este artículo se han realizado trece asambleas estatales de las veinte que necesita Morena para consolidarse como partido político, pese a las piedras en el camino que ha puesto el IFE, por el compromiso y esfuerzo de los militantes se han realizado las asambleas. No es cualquier acontecimiento, la formación de un nuevo partido político vinculado a las causas populares, no ocurre todos los días, Morena se ha conformado a lo largo de estos años en algunas de las luchas emprendidas contra la oligarquía política empresarial por parte del pueblo de México y ante la ausencia de una alternativa real por parte de las actuales direcciones de los partidos de izquierda.

Nuestro pasado y referencias inmediatas

Morena retoma las tres grandes luchas que el pueblo y sectores oprimidos de la sociedad han emprendido para transformar su realidad: la Independencia, la Reforma y la Revolución Mexicana. En estas grandes luchas el actor fundamental de los cambios ha sido las masas populares movilizadas en una lucha directa contra sus opresores y explotadores, nuestras conquistas históricas han provenido de esas luchas, nunca nos han otorgado alguna concesión por la buena voluntad de la clase dominante.

Morena se ha forjado en algunas de las luchas de los últimos años, en movilizaciones masivas contra el desafuero en el 2004, contra el fraude electoral del 2006 y 2012 y la defensa del petróleo en 2008 y actualmente. Morena se ha forjado en la lucha, como movimiento social y popular, lo que ha atraído a sus filas sectores valiosos del pueblo, la juventud y los trabajadores. En los acontecimientos mencionados un sector importante del pueblo salió a luchar políticamente y no se vieron reflejadas sus aspiraciones en los partidos existentes, el carácter de movimiento social y popular aún prevalece en Morena, de hecho nos hemos definido como partido-movimiento.

La decisión de convertirnos en partido político es un paso adelante y complejo, ya que los partidos son algunas de las organizaciones sociales más desacreditadas, pero a su vez representa una oportunidad de construir una herramienta de lucha y de organización del pueblo y los trabajadores que aspire a disputarle el poder a la oligarquía política y empresarial, no solo que aspire a la repartición del poder político.

La decadencia de la nueva izquierda

La decadencia política del PRD se la debemos gracias al giro a la derecha de su dirección identificada con la corriente denominada Nueva Izquierda, que se ha apoderado de la mayoría de la estructura de ese partido y lo ha convertido prácticamente en un apéndice del régimen y el sistema. La degeneración de la dirección del PRD no cayó del cielo, es producto de circunstancias materiales concretas: la adaptación al Estado por parte de un sector de la dirección, el flujo de recursos importantes producto de los triunfos electorales, que llevó a un sector de sus militantes a ver el poder como un fin en sí mismo para mantener cierto nivel de vida y privilegios emanados de la burocracia estatal, y por su puesto es producto de una ideología ambigua que tienda justificar su claudicación frente al régimen. La lucha por el poder por la vía electoral en el marco de las estructuras del Estado tiene cierta lógica que tiende a adaptar a los "representantes populares", recordemos que las instituciones actuales fueron forjadas durante los regímenes posrevolucionarios que tendían a mantener el presidencialismo como sistema político y que se han ido modificando para mantener los privilegios de la minoría que controla el destino económico y político de México, en algunas de estas instituciones, y en el propio el Estado incluso, hay un elemento extra: lo servicial que se muestran respecto a los intereses del imperialismo estadounidense. Los militantes de Morena debemos profundizar nuestro análisis  respecto al Estado y las instituciones actuales, la decadencia de la nueva izquierda proviene en aceptar al actual régimen e incluso si nos vamos más allá, en aceptar no sólo al neoliberalismo, sino al capitalismo como un sistema viable, en el cual podemos hacer transformaciones.

Morena como partido

Actualmente existen 3 partidos que se reivindican como de izquierda: PRD, Movimiento Ciudadano, PT, existe la izquierda que no está de acuerdo con la lucha electoral y diversos movimientos sociales. Morena como partido creemos que debe estar arraigado en la lucha del pueblo, en las luchas obreras, campesinas, juveniles, del movimiento urbano popular, ser promotores y activos participantes de esas luchas, no sólo promotores de la lucha electoral, necesitamos acciones destinadas a la formación política de los cuadros, principalmente los jóvenes y herramientas y estructuras destinadas para que la base se exprese y participe, fortalecer en el sentido político y organizativo los comités de base, como organizamos de formación política y de lucha sectorial y territorial.

Un partido diferente implica hacer las cosas diferentes a como las hacen las actuales direcciones de los partidos de izquierda, que la han llevado a ser un apéndice del régimen, lo que se requiere es que Morena sea un partido de lucha y organización popular no sólo electoral. Morena avanza para consolidarse como partido político.