La reforma energética en el sector eléctrico: Un atraco más al pueblo mexicano

Escrito por: 

M. Olvera, Sindicato Mexicano de electricistas

Una presentación que nos lleva a la privatización

Después de la presentación de la reforma energética por parte del gobierno impuesto de Enrique Peña Nieto (EPN), se puede observar de manera más clara, los intentos privatizadores del sector energético. Sin bien la campaña de privatización y de defensa se ha centrado en la rama petrolera, no podemos olvidar que el otro ramo que se quiere entregar es el sector eléctrico.  Actualmente la constitución en su artículo 27 plantea lo siguiente:

“Corresponde exclusivamente a la Nación generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que tenga por objeto la prestación de servicio público. En esta materia no se otorgarán concesiones a los particulares y la Nación aprovechará los bienes y recursos naturales que se requieren para dicho fines”.

En ese sentido, existe una violación a la constitución cuando más del 60% de la generación la producen privados. Dejando a la iniciativa privada (IP) una jugosa cantidad de recursos al amparo del Estado. Hay que ver que la actual iniciativa de Peña Nieto, prevé una participación de la IP del 70% en el sector eléctrico.  

Pero para ser más precisos hay que observar qué propone la reforma de EPN en materia de electricidad:

“Se reserva al Estado el control del sistema eléctrico nacional, asegurando que el desarrollo de las centrales eléctricas de generación, de la red nacional de transmisión y de las redes generales de distribución tenga lugar de manera eficiente y armónica, que responda a las necesidades de todos los participantes, públicos y privados y atienda los intereses fundamentales de los usuarios. Lo anterior permitirá que, conforme a las mejores prácticas internacionales, se garantice un despacho eléctrico eficiente de la energía generada por las centrales eléctricas, bajo principios de imparcialidad e independencia, aprovechando la energía de menor costo en beneficio de los usuarios. Del mismo modo, el Estado contará con las facultades necesarias para regir la expansión de las redes de transmisión y distribución y, en general, para intervenir conforme a las mejores prácticas internacionales y asegurar la confiabilidad, calidad, continuidad, sostenibilidad y eficiencia del suministro del servicio eléctrico a la población”.

Ya en el marco jurídico proponen la participación de privados, pero también proponen quitarle el carácter público al servicio eléctrico:

“Se mantiene la titularidad del Estado sobre los servicios de transmisión y distribución eléctrica, a la vez que se reitera su carácter de servicio público. Bajo este marco constitucional la red de transmisión y las redes de distribución de la Comisión Federal de Electricidad que actualmente se encargan de proveer estos servicios públicos, se mantendrán bajo propiedad del Estado. Adicionalmente, la nueva redacción constitucional permitirá, conforme a las bases que se establezcan en las leyes, que dicha Comisión celebre contratos con particulares. De esta manera, la titularidad de esas actividades a cargo del Estado no será obstáculo para que su organismo operador pueda auxiliarse de terceros para lograr los fines del servicio público”.

El artículo 27 de la constitución que tutela la exclusividad de la nación respecto a la industria eléctrica, quiere ser modificado de la siguiente forma:

“(…) Corresponde exclusivamente a la Nación el control del sistema eléctrico nacional, así como el servicio público de transmisión y distribución de energía eléctrica; en dichas actividades no se otorgarán concesiones, sin perjuicio de que el Estado pueda celebrar contratos con particulares en los términos que establezcan las leyes, mismas que determinarán la forma en que podrán participar en las demás actividades de la industria eléctrica.”

De un plumazo le quitan la exclusividad a la nación en la generación, conducción, transformación y abastecimiento. Es una contradicción decir que no se “otorgarán concesiones” y luego decir que se pueden celebrar contratos con particulares. Aún falta ver como quedarían las leyes secundarias, que un pueden ser mucho más agresivas y que permiten la entrega de la electricidad a privados.

Charlatanería y demagogia: una campaña de legitimación

Millones de pesos se han gastado en hacernos creer en los “beneficios de la reforma energética,” sin embargo, es una técnica de charlatanería y demagogia  priista, que bien aprendido se lo tienen, millones de mexicanos son bombardeos por spots publicitarios, que intentan ocultar las intenciones reales: a la privatización ahora se le llama modernización. Pero como ya hemos visto en los párrafos anteriores de lo que se trata es de rematar los bienes que los trabajadores conquistamos con nuestras luchas históricas.

Con la reforma energética no va a bajar ni un mendigo centavo el precio de la electricidad, al contrario, la iniciativa privada (nacional o extranjera) intenta a partir del regalo que se les quiere conceder el gobierno de EPN, sacar mucho más ganancias en detrimento de los que menos tienen.  Sólo hay que recordar lo que hicieron para privatizar Telmex, para extinguir a Luz y Fuerza del Centro, para vender los bancos, para regalar los ferrocarriles, etc. En ninguno de los casos anteriores los “beneficios de tan benevolentes actos” se cumplieron, sino que sucedió todo lo contrario. La privatización representa peores servicios, robo de la riqueza nacional, despidos, corrupción, recortes. Hay que apelar al recuerdo de los mexicanos para que la charlatanería y la demagogia no tengan sus efectos.

La reforma energética: una buena razón para luchar

Para detener dicho atraco, tendremos que movilizarnos millones de mexicanos. La generación de comités en defensa del petróleo y electricidad se vuelve una imperiosa necesidad. La presentación de la reforma energética nos presenta una buena oportunidad para salir del reflujo en el que nos encontramos. Toda organización seria tendrá que salir a las calles a rechazar el robo que se intenta consumar. Las condiciones están maduras para que nos organicemos y luchemos por frenar la iniciativa de la burguesía y para que transcendamos este podrido sistema capitalista. Sólo la unión de obreros, campesinos, amas de casa, estudiantes organizados… podrán dar fin a este sistema asqueroso que genera iniciativas de despojo.

¡No a la reforma energética!

¡Por la defensa del petróleo y la electricidad!

¡Unidos venceremos!
 

Fecha: 

Septiembre de 2013

Nacional: