Este mes se realizó un operativo por parte de la policía estatal, miembros del ejército y de la marina mexicana con el fin de aprender a los principales líderes del grupo de autodefensa formado en el municipio de Aquila, Michoacán. En este operativo se detuvieron a cinco personas las cuales tenían previas órdenes de aprensión y a cuarenta más que fueron detenidos al momento por portación de armas, además de las detenciones fueron incautadas varias armas largas, escopetas, pistolas y cartuchos.

Las declaraciones de las autoridades del gobierno de Michoacán fueron que mediante la ejecución de este operativo, se permitirá “restablecer plenamente las actividades de la autoridad municipal y detener a presuntos responsables de delitos, que además no son reconocidos ni por la población ni por las autoridades, como guardias comunitarias ni como grupos de autodefensa”.

A pesar de estas declaraciones, observamos cómo la comunidad intentó intervenir para evitar las detenciones, incluso se obstruyó la salida del ejercito de esta zona, estos hechos parecen desmentir las declaraciones de las autoridades con respecto a “no son reconocidos ni por la población ni por las autoridades, como guardias comunitarias ni como grupos de autodefensa”.

Últimamente, el tema de los grupos de autodefensa y de policías comunitarias, es muy sonado en los estados de Michoacán y Guerrero, extendiendo esta tendencia de formación de policías comunitarias a otros estados de la republica, teniendo datos oficiales de grupos de autodefensa en 13 de los 31 estados de la republica mexicana.

Este tipo de movimientos armados, argumentan la necesidad de tomar las armas y desconocer a las autoridades de sus localidades debido a la complicidad de estas con el crimen organizado y a falta de autoridades imparciales que pudieran resolver los conflictos, amenazas, extorciones, secuestros y violaciones realizadas por el crimen organizado, decidieron tomar el destino en sus manos y armarse, esta fue la única manera que encontraron para darle un poco de tranquilidad a sus comunidades, sin embargo ahora vemos la reacción del estado con respecto a la formación policías comunitarias argumentando un ataque a la soberanía del país, como un desconocimiento total por las leyes y acusa estos hechos como inconcebibles dentro del estado de derecho mexicano.

Vemos como los medios de comunicación denuncian y criminalizan estos hechos argumentando que no pueden, ni deben hacer justicia por su propia mano, pero seamos claros, de no protegerse ellos mismos, ¿quién lo haría?, es muy evidente la incapacidad del estado para resolver las demandas de estas poblaciones, por lo tanto su conclusión fue obvia, lo más irónico de este asunto es que las autoridades hacen este tipo de operativos como el realizado en Aquila para exterminar a las policías comunitarias, en vez de atacar la causa de su formación, ¿coincidencia o confirmación de la complicidad del estado con el crimen organizado? Aquí se demuestra una vez más que el Estado es un instrumento que sirve para defender los intereses de la clase dominante, incluyendo a los capitalistas de la droga y para combatir la organización de los trabajadores del campo y la ciudad.

La situación es clara, vivimos en un sistema capitalista que no solo es incapaz de resolver las necesidades básicas de la población, sino que ahora no es capaz garantizar la vida misma, es decir, no solo es el rezago social de muchos de estos pueblos,  es que como se han visto en declaraciones de no pagar el derecho de piso, los habitantes son asesinados por el narco, muchas mujeres violadas, el capitalismo no puede garantizar ahora ni siquiera la supervivencia misa.  Es por ello que los pueblos se han organizado, solamente el pueblo organizado puede defenderse, no existe confianza en la policía y en el ejército, mucho menos ahora que el ejército que ha desarmado a los pobladores en vez de desarmar a los narcotraficantes, parece increíble pero así es, nuevamente comprueba que tanto la estrategia de Calderón como de Peña no es terminar con el Narco si no pactar con él.

Por eso ahora más que nunca debemos apoyar a las policías comunitarias, los grupos de autodefensa y la organización del pueblo de México.