El domingo 28 de octubre se llevó acabo el congreso en la ciudad de Toluca, con la finalidad de hacer un recuento de las decisiones tomadas por los 40 congresos distritales que componen el Estado de México sobre el futuro de Morena; además de elegir el Comité Ejecutivo Estatal, compuesto por 12 compañeros.

¿Morena partido o movimiento?

De los 40 Congresos distritales realizado en el Estado de México en 39 por mayoría se decidió que Morena se convirtiera en partido político.

Es notable que la mayoría de los militantes de Morena hemos optado por esta segunda vía, el debate ahora estará enfocado a ¿Qué tipo de partido queremos y necesitamos?, los compañeros que han votado por que Morena se mantenga como movimiento, en parte refleja legítimas aspiraciones por mantener ese vínculo que hasta ahora se ha tenido de Morena con sectores amplios del pueblo; además de que rechazan honestamente las prácticas burocráticas y clientelares, utilizados en los partidos actuales, incluidos los de la izquierda. Aunque esta posición ha sido minoritaria en la mayor parte de los congresos distritales y a nivel nacional, debemos ser atentos con lo que esta posición refleja.

Desde hace mucho, en la práctica Morena actúa como partido político, aunque no tenga el reconocimiento ni el registro oficial, desde el nacimiento de nuestro movimiento nos hemos dado a la tarea de disputarle el poder a la oligarquía y sus partidos en nuestro país, hemos establecido una estrategia y un programa, que estemos de acuerdo o no completamente con ellos, han servido para este fin.

Un partido no es la estructura burocrática, ni mucho menos la participación de un partido se reduce a lo electoral, esa visión es la que nos han querido imponer los sectores de la llamada izquierda moderna, representada mayoritariamente por las corriente Nueva Izquierda del PRD.

La visión instintiva de muchos militantes de Morena es la de construir un partido que intervenga activamente en las luchas sociales del pueblo mexicano, en la lucha obrera, campesina y popular, un partido que represente nuestros intereses y que sea una herramienta de lucha contra la oligarquía, sus  partidos y sus iniciativas antipopulares. Debemos pugnar internamente para que esta visión de partido prevalezca.

La dirección Estatal

El segundo punto del congreso fue la elección de el Comité Ejecutivo Estatal, en el cual tenemos que señalar que en algunos de los cargos los ocuparon compañeros que provienen de la base del Morena, que han trabajado desde abajo en el movimiento, lo cual fue positivo y habla de que Morena es un organismo vivo y activo. Sin embargo durante la elección del nuevo presidente ocurrió un pequeño incidente.

Tras el conteo de los votos para el presidente de Morena, hubo una equivocación grave en el conteo de los votos, sumándole accidentalmente 60 votos de más a uno de los candidatos, lo que provocó un debate intenso durante algunos minutos, sin embargo el conteo se repitió frente a la vista de la mayor parte de los delegados del congreso, al terminar el segundo conteo, 2 grupos de delegados se retiraron del Congreso, argumentando que había “favoritismo” hacia el candidato ganador de la presidencia, la mayor parte de los delegados decidimos quedarnos y continuar con los trabajos del Congreso.

Por su puesto que por el formato del Congreso el cabildeo de las propuestas a ocupar el Comité Ejecutivo Estatal se realizó de una manera intensa en las semanas previas entre los candidatos y los delegados, el formato del Congreso priorizó las votaciones sobre el debate de propuestas e ideas, aún a pesar de lo que consideremos erróneo o inacabado en Morena, debemos estar siempre presentes para dar la batalla política con nuestras propuestas, aunque por el momento no quedemos o no obtengamos la mayoría de las votaciones. Fue lo que hicimos en la Responsabilidad de Asuntos Juveniles, al presentarnos como una alternativa, y aunque, no logramos obtener la mayoría, estuvimos muy cerca de acceder al Comité Ejecutivo, quedando en segundo lugar con propuestas claras: necesitamos una agrupación juvenil en Morena, que defienda e impulse la lucha por sus derechos: educación, empleo y cultura; reafirmamos la necesidad de que de las filas de los jóvenes de Morena salgan los nuevos cuadros que luchen por la emancipación del pueblo trabajador y los explotados.

Una dirección política ante todo es ejemplo en la militancia y la lucha, en la formación política y en las cuestiones organizativas; debe estar en contacto cotidiano con las bases de la organización, representar sus aspiraciones y convencer políticamente; para evitar la separación de la dirección de las bases se tienen que rendir informes cotidianos de la actividad, El nuevo Comité Ejecutivo Estatal, no sólo tienen que ser los cargos, sino impulsar las tareas que cada una de las responsabilidades que les otorgamos en el Congreso, organizar a los sectores de Morena, cumplir con las tareas organizativas. Impulsar de manera consciente la formación política y la participación activa para evitar el clientelismo, el arribismo y la burocracia en el Morena.

En el terreno del control de la base hacia la dirección, debe existir la revocación de mandato, a aquellos compañeros que no estén cumpliendo su tarea de manera íntegra, con la finalidad de tener a los mejores compañeros al frente de Morena para afrontar los retos que se nos presentan.