AMLO y el PRD en la lucha postelectoral

Escrito por: 

Edgar López

El pasado 10 de Julio el Gobernador electo de Morelos, Graco Ramírez se deslindo de la lucha postelectoral que encabeza Andrés Manuel López Obrador argumentando que el no le debe el triunfo al tabasqueño y que lo que importa ahorita es empezar los acuerdos con las demás fuerzas políticas (PRI y PAN) en lo que llamo un “nuevo pacto social desde la izquierda”. La declaración de Graco Ramírez no es aislada, sino que es el reflejo de la clase de dirigentes que existen dentro del PRD donde para ellos cuestiones como las luchas postelectorales y presidencias legítimas no existen en sus apretadas agendas.

La gobernatura de Morelos es ganada por primera vez por la izquierda en medio de un contexto de lucha a nivel nacional donde nuevamente la esperanza de millones de mexicanos de lograr un cambio verdadero mediante las elecciones (el llamado efecto López Obrador) hiciera que en muchos lugares del país los partidos de izquierda ganaran posiciones como gobernaturas, diputaciones federales y locales, senadurías, presidencias municipales y un sin fin de regidurías. Sin embargo aunque estas posiciones fueron ganadas por el movimiento, estas serán asumidas en la gran mayoría por personajes que se encuentran completamente distanciados del movimiento social. En palabras de Trotsky estos personajes son incapaces de hacer una revolución, pero son los primeros en servirse de ella.

El PRD y AMLO juntos hasta el 6 de septiembre ¿Y después?

La situación dentro del PRD no es tan sencilla para personajes como Graco Ramírez (que ni tardo ni perezoso a una semana de las elecciones ya anda arrastrándose por tener comunicación con el secretario de gobernación Alejandro Poiré en busca de “sus” acuerdos), debido a que desde la dirigencia Nacional del PRD se ha hecho un llamado a cerrar filas en torno a Andrés Manuel López Obrador hasta que se limpie la elección presidencial. El llamado viene de Jesús Zambrano Presidente Nacional del PRD y quien es al mismo tiempo uno de los Chuchos mayores, por lo que el llamado viene a incomodar a muchos “perredistas” que ya están deseosos de disfrutar sus curules.

Para los dirigentes del PRD la táctica del 2006 de la movilización social fue equivocada y no debe repetirse por lo que solo están dispuestos a acompañar a AMLO en la vía legal, escenario que solo es posible hasta el 6 de septiembre dado que es la fecha limite que tiene el Tribunal para emitir un fallo final y definitivo. Por lo que después del 6 de septiembre la relación AMLO-PRD es muy incierta, debido a que por un lado los dirigentes y personajes del PRD que lograron algún espacio de gobierno les urge quitarse ese “lastre” llamado López Obrador, pero al mismo tiempo no pueden desenmascarase antes las masas debido a que estas necesitan del partido para continuar la lucha contra la imposición.

Esta situación ocasionara que el PRD se cimbre nuevamente y la discusión de formar un nuevo partido volverá a la orden del día. El movimiento necesita forzosamente de un partido que defienda sus intereses y este solo se puede dar rescatando al PRD o formando uno nuevo. Lamentablemente AMLO no esta dispuesto a encabezar esta lucha debido a que morena le permite realizar ciertas actividades que legalmente no podría hacer estando en un partido político. Pero este jaloneo no puede mantenerse indefinidamente ya que por un lado los trabajadores no están dispuestos a seguir haciendo la chamba y que otros gocen de los puestos y por otro lado la llamada izquierda moderna no esta dispuesta a seguir tolerando mas acciones “violentas” y “no legales” del movimiento ni de López Obrador.

La “izquierda moderna” de Ebrard

Es un hecho que el PRD se encuentra fuertemente divido, sin embargo en toda esta luchas de corrientes el grupo encabezado por Marcelo Ebrard Casaubón (MEC) ha sido el mas fortalecido de todos. Dado que se ha quedado con posiciones claves dentro del movimiento como son la Senaduría de Ríos Piter, la jefatura delegaciónal de Iztapalapa con Jesús Valencia y desde luego la Jefatura de Gobierno a través de Miguel Ángel Mancera. Además de esto MEC ha hecho pública ya sus aspiraciones para el 2018 teniendo un alto grado de aprobación (al menos con la burguesía).

Marcelo Ebrard ha formado un ejército de burócratas bastante fuerte que cuenta con todos los recursos posibles dispuestos a darle la espalda a AMLO, además de contar con la bendición de la burguesía para el 2018. Por lo que para el movimiento la situación no es sencilla y menos con un gobierno Priista como el que encabezara Peña Nieto (en caso de consumarse la imposición). En los próximos meses se tendrá mas claro el futuro del PRD y del movimiento y un punto clave para esto será el Congreso de morena anunciado por AMLO para noviembre de este año, mientras tanto la lucha debe continuar a nivel de base y contra la imposición hasta sus ultimas consecuencias.
 

Fecha: 

16 de julio de 2012

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