¿Qué es el Programa Nacional de Financiamiento de Educación Superior?

Escrito por: 

Evert Beltrán, CLEP-CEDEP

A lo largo de los últimos 11 años de gobierno panista, la educación pública ha visto reducido su presupuesto, cada vez más y más, ya que y  aunque en términos porcentuales las cifras que dan las autoridades de educación, han ido aumentado, en términos reales, tomando en cuenta algunos indicadores macroeconómicos como la inflación, nos podemos dar cuenta que en realidad el presupuesto se reduce más allá de aumentarse.
Lo que trae consigo, la reducción de la matricula, el recorte a la investigación, la escasez en la entrega de becas, como el pobre monto de ellas (sobre todo a nivel medio y superior), como también la no contratación de más profesores en las distintas universidades públicas, así como el incremento de escuelas “patito” que  el gobierno avala por medio de la Secretaría de Educación Pública (SEP), dando certificaciones a diestra y siniestra. Pero por el momento no quiero abundar en ello, ya que para eso se puede revisar nuestra web, en la que se han publicado algunos artículos  (http://clep-cedep.org/node/272) o en la web de La Izquierda Socialista (http://laizquierdasocialista.org/node/2261).
La intención del presente artículo es saber qué es el Programa Nacional de Financiamiento de Educación Superior (PNFES) que hace unos días el espurio de Calderón presentó en Nuevo León y qué es lo que realmente esconde dicho Programa.

¿Qué es el PNFES?
El PNFES fue presentado el pasado 09 de enero en el estado de Nuevo León, específicamente en las instalaciones del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), conocido como “Tec de Monterrey”, ante rectores de universidades privadas, empresarios como José María Garza Treviño, director general de la constructora Grupo Garza Ponce; Alberto Fernández Garza, presidente del Club Industrial, lugar de esparcimiento para los empresarios; y Carlos Maiz García, director de Constructora Maiz Mier y estudiantes del Tec.
Dicho programa tiene como objetivo, según el espurio “terminar con la desigualdad”, pues dice que, el acceso a la educación superior tiene un problema de desigualdad, sobre todo por su costo en instituciones privadas, ya que una gran parte de la población no tiene los recursos suficientes para pagar una escuela privada.
Por ello se lanzó el PNFES con un presupuesto nada despreciable de 2 mil 500 millones de pesos, que “beneficiará” a 23 mil estudiantes… sí solamente a 23 mil.  Se prevé que a cada becario se le otorgue un crédito cuyo monto será de 215 mil pesos para licenciatura y 280 mil para posgrado. El crédito lo ofrecerá alguna institución bancaria, a pagar a 15 años, con un tasa fija del 10%, el cual se iniciará a pagar después de haber egresado, y como extra darán seis meses más de plazo, para conseguir trabajo, los recursos se canalizarán a través de Nacional Financiera (Nafinsa). Los bancos que participarán son Santander, HSBC, Afirme, Banorte, Bancomer, además un Sofol .
Algo muy importante a destacar es que las becas serán otorgadas por las instituciones de educación superior privadas, pues un requisito es ser aceptado, por ejemplo en el Tec, para poder pedir una de las becas, ya que el programa sólo fortalecerá las becas que dichas instituciones otorguen a sus estudiantes. Además de que se necesita contar con el aval de un familiar directo o una persona relacionada y mantener un promedio académico aceptable.
De entre las más de 20 instituciones participantes además del Tec, están la Universidad de Monterrey, Universidad Regiomontana, Universidad Jesuita de Guadalajara, Universidad Latinoamericana, Universidad Anáhuac México, Universidad Latina, entre otras.
Según las cifras de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) que mencionan que hay  2.7 millones de estudiantes de educación superior en el país, de los cuales el 30 por ciento asiste a las universidades privadas.
La apuesta del gobierno es beneficiar a los alumnos que más lo necesitan, al ofrecerles una opción viable para seguir sus estudios en la universidad privada que elijan, así como la posibilidad de recibir mejores percepciones salariales futuras por su sólida formación profesional, ya que de igual forma se comentó que en esas universidades la educación es de mejor calidad.
Además se mencionó que en más de 60 países operan esquemas de financiamiento a la educación superior con éxito.

¿Apoyar a los que menos tienen?
Pero bien vayamos desmenuzando lo qué es desde mi punto de vista es el PNFES.
En primer lugar esperamos que no termine como el Programa de Primer Empleo (PPE), cosa que no es muy segura, que significaba que se otorgarían a los patrones un subsidio correspondiente a las cuotas obrero-patronales de los 12 primeros meses de aseguramiento del trabajador ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), siempre que se tratara de un empleado nuevo.
Se tenía pensado que con este programa (al que se le destinaron 3 mil millones de pesos para el pago de subsidios) se incentivaría la creación de nuevos empleos, lo que beneficiaría, principalmente, a los jóvenes recién egresados de las escuelas. Pero lejos de cumplir ese objetivo el PPE, ha sido un completo fraude, ya que realmente no beneficia a los ciudadanos, sino a las empresas.
En segundo lugar uno se pregunta por qué invertir esa cantidad de dinero para ayudar a las instituciones privadas a otorgar becas, si es poco menos que 5 veces el presupuesto que se destinó a la educación superior este año, que es de 531 mil 758.1 millones de pesos. Fácilmente con ese presupuesto se pueden ampliar y mejorar las instituciones públicas existentes, reducir el número de rechazados y ampliar las becas que estas instituciones ofertan y que como ya mencione son muy pobres.
En tercer lugar, lo único que realmente sucede es que los estudiantes de escasos recursos que lleguen a ingresar a una de estas escuelas privadas, saldrá con una deuda enorme, que tendrá que pagar en un plazo que parece largo, pero que no lo es, además dan seis meses para encontrar empleo, algo que en las actuales condiciones del país es más que una ilusión, pues una gran cantidad de desempleados son precisamente los egresados de instituciones de educación superior.
En cuarto lugar, es ya una idea vieja esa de tomar fórmulas acabadas e implantarlas en México, cosa que no funciona, por un sin fin de cosas que  ahora no abordare, pero en las que se incluyen la cultura y sobre todo las condiciones socioeconómicas, que ha claramente nos diferencia de esos 60 países. Aunque hay que decir que es el mismo sistema que existe en Chile y que fue uno de los reclamos que provocó las movilizaciones de los estudiantes. Habría además que preguntarse en cuántos otros países no ha funcionado.
Por último, tengo que mencionar, que no existen mejores instituciones de educación superior que las públicas, de ellas emana casi toda la investigación del país, a ellas asiste siguiendo la línea de la ANUIES, el 70% de los estudiantes del país, de ellas han salido eminentes científicos de todas las ramas de investigación, y si sus instalaciones no son las mejores, no es porque no haya recursos en el erario público, sino como vemos, éstos son destinados a otros fines más lucrativos.

Organizarse y luchar
Sin lugar a dudas nos podemos dar cuenta de lo que se trata el PNFES, y no es más que la continuación de la política educativa del gobierno de FeCal, es decir, atacar la educación pública.
Durante el gobierno de Calderón y desde el de Fox, no se ha hecho otra cosa que recortar el gasto social, es decir el gasto en salud, educación, vivienda, etc., y atacar los derechos fundamentales de los trabajadores, y tan solo hay que recordar la ley del ISSSTE, la venta parcial de PEMEX, la extinción de Luz y Fuerza, y nuevamente se ataca la educación pública, un derecho fundamental que los hijos de los trabajadores tenemos.
La implementación de este programa afecta directamente la educación pública, ya que el gobierno, de una forma más cínica, muestra como es que favorece las instituciones privadas, al priorizar el acceso a las instituciones privadas que a las públicas, según Calderón, resulta muy costoso ingresar a las universidades de paga, ya que una buena parte de la población no tiene los recursos para pagar una de esas escuelas, por eso el programa, pero hay muchas personas que son rechazadas de las públicas, no sería mejor, no sólo para estas personas pobres y explotadas, que sus hijos ingresen a la UNAM, al IPN, a la UAM o a alguna universidad estatal o normal, no sería más provechoso para el país tener 250 mil jóvenes en las escuelas públicas, que sólo 23 mil “estudiantes de calidad” en las privadas.
Es claro que el PAN, como dice el dicho, “da patadas de ahogado”, quiere demostrar a la burguesía que aún es capaz de gobernar, pero la burguesía ha echado la mirada a otro aliado: el PRI, que cabe decir es igual que el PAN, por momentos muestra su careta demagógica, pero en realidad no es sino lo mismo que estos 11 años de panismo y más de 70 años de corporativismo, corrupción, clientelismo y un largo etcétera.
La alternativa es organizarnos y luchar, primero por la defensa de la educación pública y después por la transformación de la sociedad, ha llegado el momento de que como jóvenes y estudiantes nos organicemos de manera decidida hacia un cambio verdadero, necesitamos un gobierno de los trabajadores, un gobierno que represente los intereses de los explotados del campo y la ciudad, necesitamos expropiar la banca, la industria, expulsar a los terratenientes, sólo de esa forma podremos vivir mejor, sólo mediante la lucha decidida y organizada, podremos vivir mejor.
Fuentes:
-La Jornada (www.jornada.unam.mx/)
-Proceso (www.proceso.com.mx/)

Fecha: 

Enero de 2012

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