Reforma laboral PRI-PAN, hay que impedir su aprobación

Escrito por: 

David García, representante sindical SUTIEMS

La reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) presentada por el grupo parlamentario del PRI el pasado 10 de marzo es una copia fiel de la “Ley Lozano” (ésta a su vez es una simple regurgitación de la ley Abascal). No es casualidad que Lozano Alarcón la haya calificado como una “magnífica propuesta”, los trabajadores sabemos por experiencia que lo magnífico para este funcionario- y para la burguesía que representa- es terrible para los trabajadores. Más allá de la retórica diseñada para dosificarse en los medios de comunicación acerca de la incorporación de los criterios de la Organización Internacional del Trabajo, el cuerpo de la propuesta va en sentido contrario a lo que nos dice  la publicidad barata: en realidad se  atenta contra el “salario remunerador” (fragmenta el salario mínimo), contra la bilateralidad, los contratos colectivos y el derecho a huelga.

 Adicionalmente se legaliza la terciarización (outsourcing) y la precariedad en el empleo, permitiendo el libre despido del trabajador. En suma se trata de una batería de contrarreformas cuya lógica está íntimamente vinculada con el ataque al SME, la destrucción de los sindicatos (aun cuando por ahora no se toquen a los sindicatos corporativos priístas), las pretensiones privatizadoras y el IVA disfrazado en alimentos y medicinas de la propuesta fiscal del PRI. Por el momento la reforma deja intacto el poder corporativo de los sindicatos charros del PRI (CROC, CROM) pero a ellos ya les llegará su hora. Finalmente, la burguesía  planea desecharlos como un pañuelo usado porque lo que pretende es acabar con los sindicatos. Frente a ello la unidad en la acción y el ejemplo de la revolución árabe constituyen la alternativa
Dentro de los aspectos más reaccionarios de la propuesta priísta, la cual parece ya estar “planchada” tanto con el PAN como con la burguesía, podemos subrayar los siguientes puntos:
1)  La creación de nuevas modalidades de contratación (“Prueba”, “Capacitación inicial”, “labores discontinuas”) que legalizan la precariedad laboral y  anulan la estabilidad en el empleo, destruyendo prácticamente todos los derechos laborales. Por ejemplo, si un trabajador labora cinco días a la semana (“labores discontinuas”) se permite el despido sin indemnización. De hecho los trabajadores que descansan sábados y domingos formalmente entrarían dentro de la categoría de “labores discontinuas” y pudieran ser despedidos a voluntad del patrón.
2) La modificación al artículo 39 de la LFT  permite la cancelación unilateral por parte de la patronal de los contratos de trabajo, pues suprime el criterio de la existencia de la “materia de trabajo” como elemento para determinar la existencia de la relación laboral.  La existencia del empleo dependerá del criterio del empleador.
3) Se establece que la rescisión del contrato se podrá comunicar por “cualquier medio que se estime conveniente”, por lo que se facilita el despido del trabajador, aumentando las causales del despido.
4) La transformación del artículo 53 de la LFT que se refiere a la legalización de las renuncias en blanco, los trabajos eventuales o de temporada, crea  un “registro especial de trabajadores eventuales o de temporada” con lo que se da visto bueno a la sobreexplotación de trabajadores como los jornaleros agrícolas.
5) La legalización de los outsourcing por los que los patrones evaden sus responsabilidades contratando a empresas externas que sobreexplotan a los trabajadores, fragmentan aun más el cuerpo vivo de la clase trabajadora en múltiples  categorías.
6) Se legaliza la “polivalencia” sin aumento de salarios con ello las “tablas de funciones” y las retabulaciones quedarán a criterio del patrón favoreciendo la productividad al hacer más con menos fuerza de trabajo.
7) En lo que respecta a la revisión de bonos, comisiones y otras prestaciones se establecerá de manera unilateral eliminando la obligatoriedad de su revisión y la intervención sindical.
8) Se suprimen los artículos 513 y 514 de la LFT por lo que la “Tabla de enfermedades de trabajo” deja de ser un derecho para convertirse en una tabla administrativa sin ninguna obligatoriedad legal.
9) Se alargan y complican la tramitología en materia de huelgas por lo que virtualmente se cancela ese derecho.
En este contexto, lo cambios propuestos a la LFT  permiten la unilateralidad patronal en la fijación de salarios, con ello se pretende  arrebatar a los sindicatos una de las principales causas de su existencia: la defensa del salario (plano económico de la lucha de clases).
Como si el salario mínimo no fuera ya una burla para la clase trabajadora, la propuesta priísta establece el salario “infinitesimal” con el cual se legaliza el pago por hora. Por ejemplo, “a una persona que labore 4 horas diarias se pagarían apenas $29.90 diarios, la mitad del salario mínimo” (Asociación Nacional de Abogados Democráticos). Se permite que los horarios de trabajo y los días de descanso se “flexibilicen” en función de los intereses del capital.
Se reduce a un año el pago de “salarios caídos” independientemente del tiempo que dure un juicio de reinstalación. En los trámites para recuento se permite la injerencia de la patronal al introducir como elementos de prueba un listado de sindicalizados reconocidos por el patrón.
Todos estos ataques muestran que el PRI y el PAN (y los Chuchos del PRD) son las dos caras de la misma moneda. El estilo y la retórica puede variar pero los hilos que mueven a las marionetas  y al titiritero son los mismos (el gran capital). Estos ataques son una muestra más de que el SME no puede esperar nada bueno de Peña Nieto ni de su partido, el coqueteo con Peña Nieto es una trampa mortal para el SME.
El régimen calcula que el relativo reflujo de la lucha sindical (a partir de la crisis y el golpe al SME) y la posición defensiva de los sindicatos le permitirá imponer su contrarreforma sin una oposición efectiva y con el respaldo de la derecha del PRD que le ha vendido su alma al Estado.
Frente a los cálculos del régimen, los trabajadores debemos establecer nuestra propia estrategia. El primer elemento es el establecimiento de un Frente Único de los sindicatos y el movimiento de masas de MORENA. Se deben formar corrientes en los sindicatos y en MORENA con la intención de establecer  un frente en la acción. Por ello los coqueteos con el PRI  por parte de un sector de la dirección del SME son especialmente nocivos. El frente debe incluir todas las demandas de los trabajadores tanto en el plano económico como en el político, debe buscar un programa laboral (aumento salarial de emergencia, derogación del decreto de extinción de LyFC, la nacionalización de los bienes colectivos privatizados en la últimas dos décadas, etcétera); por otro lado debe oponerse a la imposición de Peña Nieto, a las alianzas electorales contra-natura, y a la nefasta “guerra contra el narco”. El ejemplo de la revolución del “mundo árabe” es una muestra concluyente de que el movimiento obrero movilizado puede derrocar a “faraones” con décadas en el poder. El régimen degenerado de Calderón no puede ser la excepción. La preparación de movilizaciones masivas y una huelga general podría desencadenar en un evento insurreccional que ponga la caída de Calderón en la orden del día. El planteamiento no es utópico, es en realidad, la única salida a la barbarie y la explotación.
Oposición total a la contrarreforma del PRI.
Frente único en la acción, vinculemos todas las luchas.
A seguir el ejemplo de la revolución árabe.

Fecha: 

18 de marzo de 2011

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