Salud y Capitalismo

Escrito por: 

Giannina Ninnette Torres Ramírez

En el modo de producción capitalista la relación social fundamental y característica es la que existe entre el capital y el trabajo asalariado lo que implica un monopolio por parte de la clase capitalista de la propiedad privada. La lógica de los capitalistas es la maximización de su tasa de ganancias (o de beneficios), por lo que todo cuanto la burguesía decida estará determinado por este razonamiento. La salud, no escapa de esta lógica, ya que lejos de ser un derecho para los grandes empresarios es un negocio.

Para muestra un botón: Influenza A/H1N1.
El mes pasado, Wolfgang Wodarg, presidente de la Comisión de Salud de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, acusó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de haber exagerado la gravedad de la pandemia de la gripe A/H1N1 en beneficio de las grandes empresas fabricantes y vendedoras de medicinas, ansiosas siempre de incrementar sus pedidos y sus contratos.
Pese a que la OMS ha negado tales acusaciones, la duda y los cuestionamientos tienen fundamento, debido a que uno de los principales asesores del organismo internacional, el doctor Albert Osterhaus está claramente vinculado con laboratorios farmacéuticos. Cabe mencionar que el año pasado, dicho médico promovió la declaratoria de pandemia y la urgencia de la fabricación de la vacuna.
Desde luego que cuando se pretende abordar temas tan delicados como cuando la salud y cuando no se tiene toda la información sobre lo que puede pasar, más vale prevenir que lamentar, pero también es cierto que para los dueños de los laboratorios involucrados en la fabricación de dichas vacunas, la influenza A/H1N1 significó una ganancia adicional y necesaria en medio de la crisis económica iniciada en Estados Unidos. Sanofi-Aventis (asociada con Sanofi-Pasteur), líder mundial en producción y ventas de vacunas de diversos tipos, vendió en 2008 mil 600 millones de dosis para más de 500 millones de personas en el mundo. Y tal sería su producción al año siguiente que se dio el lujo de donar a la OMS 100 millones de vacunas para la A/H1N1, según señala en su sitio electrónico, para distribuir en los países más pobres, es decir, entre quienes que no pueden comprarlas. Algo peor ocurrió gripe aviaria (H5N1) : En todo el mundo, de 1997 a 2009, no llegaron a 300 los muertos por gripe aviaria. Pero la alarma sí sirvió para la carrera política de la doctora Chan hacia la dirección general de la OMS y para que los laboratorios Gilead Sciences y Roche ganaran enormes fortunas con Tamiflu, ahora otra vez de moda. (La Jornada, 7 de enero de 2009)

El negocio de las farmacéuticas en México
Nuestro país no escapa a lo antes descrito, de hecho en un país en el que según datos del gobierno federal existen más de 15 millones de marginados de los servicios de salud (La Jornada, 24 de enero de 2010) el mercado y las probabilidades de obtención de ganancias son muchas, después de todo, para eso es que el estado mexicano trabaja.
El pasado 13 de enero la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó una disposición con la que se protege a laboratorios farmacéuticos, al evitar que se produzcan genéricos, ya que al no ser publicada la sustancia o ingredientes activos en la Gaceta pueden ser producidos sin pagar compensación al poseedor de la patente original.
Pese a que legalmente al término del periodo de vigencia de la patente (20 años) la fórmula puede ser reproducida por otras empresas y beneficiar a los pacientes por la disminución de precios, lo que en realidad ocurre es que con la finalidad de preservar el monopolio en la venta de los productos cuya patente está próxima a vencer los laboratorios elaboran “nuevas” formulaciones o mecanismos de uso del mismo fármaco y/o en combinación con otras sustancias ya conocidas sobre las cuales obtienen una nueva patente, esta vez de formulación o de uso.
Alrededor de 500 mil millones de pesos ha pagado de más el IMSS en los pasados cinco años por la compra de medicinas que, por artilugios legales y de manera indebida, siguen protegidas por una patente y no se han podido fabricar como genéricos (La Jornada, 3 de febrero de 2010)
Con la resolución de la SCJN las maniobras legales de los empresarios de medicinas tendrán más éxito, ya que al final de largos procesos judiciales obtendrán la orden judicial para que sus productos se incorporen al listado oficial del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial y con ello se niegue el registro sanitario de genéricos.

Un mundo enfermo
Mientras (o debido a) que para la burguesía y los gobiernos nacionales buscan la manera de lucrar con el dolor de la clase trabajadora, ésta se enfrenta cada día a nuevas y más peligrosas enfermedades.
Las proyecciones globales sobre salud dejan pocas dudas de que las enfermedades crónicas están superando rápidamente a las infecciosas (como la malaria, el sida y la tuberculosis) como las principales causas de muerte en el mundo. El caso de la diabetes es alarmante ya que en el mundo hay cercad e 150 millones de diabéticos que deben tratarse. La concentración de esta enfermedad se da sobre todo en países pobres en donde la alimentación se basa en carbohidratos. (La Jornada, 20 de enero de 2010)
Es evidente que la pobreza y la desigualdad social son, literalmente, un caldo de cultivo de lamentables enfermedades. México es un claro ejemplo de ello. Nuestro país es el líder mundial en sobrepeso (siete de cada diez mexicanos, o sea 52 millones de personas tienen obesidad), lo que le cuesta al sistema de salud 42 mil millones de pesos al año, por que ésta enfermedad desencadena otras cardiovasculares o diabetes. (La Jornada, 26 de enero de 2010)
Aunque el gobierno mexicano intente solucionar este grave problema combatiendo malos hábitos (comer mal y hacer poco ejercicio), son ya varios los expertos en nutrición que han afirmado que son la pobreza y la desnutrición la causante de la obesidad. Así lo demostró la estadounidense Fundación para el Desarrollo de los Niños mediante un estudio en el que indica que como resultado de la actual crisis económica el desempleo en EEUU se ha elevado la obesidad infantil, debido a que las familias trabajadoras en ese país comen más comida barata y menos saludable.
Sólo en un sistema en el que la lógica no sea la de obtener ganancias, en el que los medios de producción le pertenezcan a la clase trabajadora, sólo luchando por el socialismo, la salud dejará de ser un negocio y se convertirá en un derecho.

¡Unidos y Organizados venceremos!

Fecha: 

8 de febrero de 2010

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