Un sistema capitalista en decadencia como el mexicano, que no puede ofrecer nada a los trabajadores y a los jóvenes, se esta convirtiendo en un lastre no sólo para nuestro progreso, sino para nuestra existencia misma, prueba de ello es la miseria y violencia extrema a la que nos esta arrastrando. Por supuesto, este sistema aún con lo degenerado que esta no caerá sólo. Si nosotros no luchamos por sustituirlo la barbarie que ya sufren lugares como Ciudad Juárez se convertirá en juego de niños de frente a lo que nos espera
Entonces, se presenta en la escena es una lucha entre dos posibles alternativas; una es la de la gran mayoría de la población, explotados del campo y la ciudad, que representan todo mejor del país; la otra es la del  régimen violencia y miseria que representa el capitalismo.

¿Quien puso a este gobierno y para qué?
Este gobierno es un fiel reflejo de la decadencia del capitalismo, un ser inútil e incapaz de sostenerse sin las armas del ejército y las  mentiras de los medios de comunicación,  un Estado carcomido por la corrupción al que nadie de cree. Pero que al parecer nadie se atreve a enfrentar realmente
Conforme pasa el tiempo la situación se polariza cada vez más, son ya pocos los que se atreven a defender al actual régimen y los que lo hacen es porque se atrincheran en la fuerza bruta del Estado de frente a las demandas sociales y civiles. La iglesia particularmente es enfática en defender a Calderón al mismo tiempo que le exige mayor sometimiento a los preceptos ideológicos reaccionarios de la alta jerarquía.  Algo similar sucede con los grupos conservadores y reaccionarios que, atrincherados dentro de las diversas sociedades secretas ( Yunque, Opus Dei, Legionarios, etc)  se lanzan a diario en contra de prácticamente todo lo que suene medianamente progresista, llegando a poner en peligro la separación misma entre Iglesia y Estado. Los mexicanos hemos vivido decenios de enfrentamientos sangrientos luchando por un estado laico, al parecer los sectores conservadores están dispuestos a volver a repetir esos escenarios con tal de someter nuevamente al estado a los dictados de la iglesia.
Ofensiva contra todas las luchas populares
Este gobierno ha hecho hasta lo imposible por tratar de destruir las organizaciones de los trabajadores, tanto sindicales como políticos: hemos visto la intromisión en los asuntos internos del Sindicato de Mineros, más recientemente hemos podido ver como declara la guerra a muerte en contra del Sindicato Mexicano de Electricistas. Mientras que sostiene  con uñas y dientes a Elba Ester Gordillo y su grupo mafioso que controla el SNTE, el ISSSTE, Lotería Nacional y diversas gubernaturas. 

¿Parar al PRI, aliándose con el PAN?
La ofensiva también incluye al PRD, donde utilizando a su fiel seguidor, Jesús Ortega, se ha encargado de reducir la presencia del Partido a niveles inferiores incluso al 2000 y provocando una desorganización interna absoluta.  Tan sólo la oposición de las bases que aún se mantienen dentro del PRD ha impedido su destrucción total, pero al parecer Jesús Ortega y compañía están empeñados en aniquilar al partido antes del 2012. Sólo así se puede entender esa política de disolver al PRD en alianzas con el PAN en donde el único perjudicado es el propio PRD. El aceptar estas alanzas es ir directo al despeñadero político, ¿como se puede aceptar una alianza con la burguesía más reaccionaria en aras de puestos burocráticos?,  ¿Cómo se puede olvidar tan rápido que ese partido representa el programa más reaccionario en todas las esferas?, Para parar  al PRI en PRD debe ser la oposición más consecuente a Calderón y su gobierno, sólo de este modo demostrará que en el 2012 vale la pena votar por el. Incluso el triunfo del PRI en las elecciones de este año no será necesariamente determinante para el 2012, especialmente en un escenario de estancamiento económico y de continuación de ataques a casi todas las clases. Por el contario desdibujar al PRD en alianzas con el PAN es la mejor madera de preparar el regreso del PRI en el 2012.
AMLO ha rechazado estas alianzas y eso es correcto, pero solo eso es una parte, AMLO tendría que llamar a luchar desde adentro del PRD contra toda la gente que apoya esas alianzas; los chuchos, camachistas y amalios sólo buscan dentro del partido una vida cómoda a partir de los cargos populares, son carreristas que no les interesa nada, salvo su beneficio.
Lejos de buscar estas alianzas sin principio el PRD y AMLO deben afianzar alianzas con los sindicatos y las organizaciones campesinas, con organizaciones barriales y en general con los explotados, esta unidad tendría que encabezas una lucha incansable contra cualquier ataque de la burguesía y luchar por un programa socialista que implique la nacionalización de la banca y las grandes industrias, control de los precios generalizados, que las industrias funcionen bajo control de los trabajadores y que pueda existir un comité de trabajadores y representantes populares que reemplace al parlamento podrido y corrupto.

La lucha electoral debe supeditarse a la lucha social
Tenemos que comprender que los trabajadores y los jóvenes  hemos acumulado gran descontento y podemos estallar en cualquier momento.  Se ha acumulado tanta presión que la burguesía misma teme un estallido, que incluso puede suceder  con o sin dirección. Las masas  utilizaran herramientas de lucha tradicionales, sindicatos y partidos  buscando instintivamente una dirección que les ofrezca luchar. Es  en este punto donde vemos las carencias de la dirección. Mientras que en las bases hay un gran fermento la dirección más consecuente  del movimiento, AMLO, ha señalado correctamente quienes son los enemigos pero no ha emprendió medidas para unificar las luchas sociales en una sola,  esta tarea es la fundamental en estos momentos.
Es cierto que el 2012 se abre una nueva oportunidad pero para eso faltan dos largos años en los que pueden pasar muchas cosas, entre ellos luchas como la Huelga de masas a nivel nacional. Una serie de sindicatos y frentes de izquierda están agitando con fuerza esta consigna, el escenario de una huelga general bien planificada generaría una situación tan complicada para el gobierno de Calderón que en poco tiempo podría caer, esto fruto de la movilización masiva de los jóvenes, trabajadores y campesinos.
En realidad esta es la verdadera forma de frenar todos los ataques se han dado contra los explotados y la única garantía de resolverlos. Este tipos de movilizaciones unificadas generaría un ambiente de participación increíble, los trabajadores del campo y la ciudad demostrarían su maravillosa fuerza y ellos mismos se daría cuenta de su poderío, incluso podríamos decir que este sería el primer paso en todo un drama de la revolución en nuestro país.
Ya hay un germen de organismo de poder alternativo, en la forma de una Asamblea Nacional Popular o el nombre que finalmente tome, dicha alternativa debe nutrirse con todas las fuerzas y organizarse desde el nivel nacional hasta el local. Luchando primero por la ciada del gobierno para detener la andanada de ataques y en un segundo lugar por  sustituir los órganos de gobierno actuales por unos afines a los trabajadores, esa si seria una verdadera “transformación política y social del país”

Bajo un programa de clase y revolucionario
¿Como hacer que esta lucha pueda tomar forma y desarrollarse?, ¿como hacer que cientos de miles y millones asumen esta acciones  como suyas  y las impulsen con toda su fuerza, que organices comités de lucha en los barrios, fabricas, escuelas y el campo?
Primero que nada es que la dirección haga un llamado serio en este sentido, AMLO y los sindicatos deben convocar a una primera  huelga nacional de 24 horas.
Lo segundo, pero que es igual de importante que lo primero, es levantar un programa de reivindicaciones generales o más representativas que puedan aglutinar a los diferentes sectores de los trabajadores y explotados, dentro de este pliego petitorio se tendría que formular la consigna del derrocamiento de Calderón.
Nosotros proponemos el siguiente pliego petitorio como base fundamental para el debate:
*por un salario mínimo de 9 mil pesos mensuales
*Ni un despido más, por la disminución de la jornada laboral sin reducción salarial, repartamos el trabajo entre todas las manos existentes
*Derogación del Tratado de Libre Comercio y Nacionalización de la banca bajo control obrero.
*Control de los precios de las mercancías por parte de los trabajadores, por la creación de un comité de control de precios con integrantes de todos los sindicatos  y organizaciones campesinas
*Derogación del decreto de desaparición de Luz y Fuerza del Centro y la recontratación de todos los despedidos militantes del SME
*Respeto a los contratos colectivos de trabajo de todos los sindicatos, contra la intervención del Estado en los sindicatos, por una autentica independencia sindical con respecto al Estado y la democracia obrera
*nacionalización de los medios masivos de comunicación y creación de una ley de medios que permita el ejercicio democrático de las libertades de expresión e información
*por el 8% del PIB para la educación
*Por la caída de Felipe Calderón.
La lucha no sería de un solo golpe, una huelga de 24 horas haría temblar a este gobierno pero no sería suficiente para echarlo, los medios de comunicación harían un cerco desinformativo para argumentar que no ha pasado nada, pero no cabe la menor duda que una huelga de 24 horas sentaría las bases en el terreno de la experiencia y decisión para preparar una huelga general indefinida, con la toma de los medios de comunicación que no digan la verdad y con llamados serios al ejército para que no reprima esta lucha, eso sí sería la batalla final del espurio en el poder.
Si no se toman las medidas adecuadas ahora  es posible que Calderón termine su mandato e intente cedérselo a Peña Nieto, un escenario así es totalmente evitable en estos momentos, todo depende de  que luchemos dentro de nuestras organizaciones por un programa revolucionario, tal y como lo hicieron otros, más parecidos a nosotros que a los burgueses, hace 100, hace 200 años.