Elecciones en Pakistán: La madre de todos los fraudes

escrito por Alan Woods
martes, 04 de marzo de 2008

Antes de que se conociesen los resultados, el presidente Musharraf aparecía en la televisión estatal pakistaní pidiendo que se aceptase el voto de la "voz de la nación" y la "madre de las elecciones". Pero en realidad se trata de la madre de todos los fraudes.

Incluso para los niveles de Pakistán se ha tratado de un masivo ejercicio de manipulación electoral. De la noche a la mañana, a las masas les han robado la victoria las intrigas en Islamabad y Washington. El asesinato de Benazir Bhutto inmediatamente puso a las masas en acción, si las elecciones se hubieran celebrado en ese momento, se habría producido una victoria arrolladora del PPP. Nadie duda seriamente de eso. Por esa misma razón, la camarilla dominante, en connivencia con los norteamericanos, decidió retrasar las elecciones.

La participación fue baja y esto perjudicó al PPP. Todavía la Comisión Electoral no ha publicado ningún dato de participación de los aproximadamente 82 millones de votantes registrados en todo el país. Pero los informes de las cuatro provincias dicen que fue inferior al 41,76 por ciento de las elecciones anteriores en 2002, cuando el PPP consiguió el mayor número de votos pero no los escaños suficientes para formar gobierno debido a la política del presidente Musharraf que junto al PML-N marginaron al PPP.

La baja participación tiene varias explicaciones. El ala de derechas del PPP no hizo ningún tipo de campaña, se basó exclusivamente en la simpatía de las masas después del asesinato de Benazir Bhutto. Al retrasar las elecciones más de un mes, el régimen (aconsejado por los norteamericanos) consiguió el tiempo suficiente para que se enfriara el ambiente inicial de indignación, mientras utilizaba el aparato del estado para preparar un fraude a una escala sin precedentes. Ese fue el principal factor que ha contribuido a la masiva abstención porque la mayoría de la población sabía que el resultado estaba decidido de antemano.

El día de las elecciones se organizaron deliberadamente actos de violencia para crear un ambiente de terror e intimidación.

Como señala The Economist:

"Incluso para los lamentables niveles de Pakistán, la campaña ha sido sangrienta. Desde el asesinato de Benazir Bhutto, la dirigente del Partido del Pueblo de Pakistán (PPP), el 27 de diciembre, más de 450 personas han muerto en la violencia política e insurgente". (The Economist. 18/2/2008).

Aunque los que han puesto las bombas eran miembros de los grupos extremistas, fanáticos yihadistas, talibanes y fascistas del MQM, las cuerdas las han movido sectores del propio estado pakistaní. Durante el fin de semana previo a las elecciones, en la Frontera Noroccidental (Puktunhua) fueron asesinados 47 militantes del PPP. En Baluchistán, la violencia fue la protagonista el día de las elecciones. En Karachi, el MQM organizó un ataque con bombas contra el candidato marxista Riaz Lund. Muchas personas tenían miedo a votar en estas circunstancias. ¿Para qué arriesgar la vida cuando tu voto no va a tener ningún significado?

Acuerdo con Washington

Pakistán no decide su destino. Su destino es decidido en Washington en la línea de los intereses actuales de la política exterior norteamericana. Este resultado obviamente era el resultado de un acuerdo entre Musharraf y Washington, para evitar la formación de un gobierno del PPP, que estaría bajo la presión de una clase obrera en pie. La táctica era apoyar a Nawaz Sharif y formar una coalición entre el ala de derechas del PPP y el PML-N. Como parte de este acuerdo, Musharraf tendría que deshacerse de su propio "partido", el PML (Q), conocido como el "partido del rey", y el PPP tendría que deshacerse de su ala de izquierdas. Ese es el verdadero significado del resultado electoral.

El "partido del rey" fue humillado en las elecciones y el voto al partido de Nawaz Sharif fue totalmente inesperado. Esta circunstancia da excusas a los dirigentes del PPP para entrar en una coalición, algo que llevan mucho tiempo preparando. Durante meses han hablado de una política de "reconciliación nacional", "democracia", "liberalismo" y otras cosas por el estilo. La palabra socialismo brilló por su ausencia. En otras palabras, incluso antes de las elecciones, estaban dispuestos a rendirse y formar una coalición.

Nawaz Sharif, un político fracaso totalmente acabado en 1998, ahora ha hecho un regreso "milagroso", gracias a la CIA, a Musharraf y a los dirigentes del PPP. Está bastante claro que todos sus ataques a Musharraf eran humo y demagogia, calculados para atraer el voto contra Musharraf. Ahora ha llegado a un acuerdo con el mismo Musharraf que ayer denunciaba. De igual manera, ha estado preparando un acuerdo con los dirigentes del PPP. Eso explica la farsa barata de su comportamiento después del asesinato de Benazir, cuando asistió al funeral para dar sus lacrimógenas condolencias a la familia Bhutto, con cuidado de salir rezando por televisión.

La base del PML-N está formada por la pequeña burguesía: pequeños tenderos, pequeños comerciantes y pequeños empresarios. Pero el propio Sharif es un gran capitalista y un enemigo de la clase obrera. Representa a los grandes latifundistas y capitalistas de Pakistán. Con la ayuda del estado y los millones saudíes, consiguió movilizar a su base, rememorando los "buenos viejos días" en que Sharif estaba en el poder, llenándose los bolsillos y ayudándoles a llenar los suyos. Pero la base del PPP son los trabajadores y los campesinos, que anhelan escapar de su miseria y un cambio fundamental de la sociedad. El ala de derechas corrupta del PPP no puede despertar ningún entusiasmo en las masas con su charlatanería sobre la "reconciliación nacional" o la "democracia liberal". Las masas están dispuestas a luchar por un cambio en la sociedad, como vimos después del asesinato de Benazir. Pero eso asustaba a la dirección del PPP más que al propio Musharraf.

El imperialismo norteamericano apoyó a Musharraf a pesar de su tan repetido compromiso con la democracia. Para los imperialistas, la democracia, como el humanitarismo y los derechos de las pequeñas naciones, son sólo una palabra vacía que sirve para ocultar sus verdaderos intereses. Pero el régimen de Musharraf es un régimen débil, incapaz de cumplir sus promesas a Washington. Acosado por la insurgencia islámica, el terrorismo, las divisiones en el Estado y el caos político, la dictadura se derrumbaba. Consciente de que se basaba en un junco roto, Washington decidió que era el momento de cambiar de rumbo. Durante algún tiempo fomentaron las relaciones con Benazir Bhutto y presionaron para que llegara a un acuerdo con Musharraf.

Los estrategas del imperialismo norteamericano llegaron a la conclusión de que Musharraf ya no les era útil y era prescindible. Miraron hacia Benazir Bhutto. Pero los acontecimientos en las calles de Pakistán desbarataron los cálculos de los círculos dominantes. Las divisiones y conflictos por arriba estaban proporcionando una brecha a través de la cual comenzaba a salir el descontento acumulado de las masas. Como ya pronosticamos, el regreso de Benazir Bhutto sacó a las calles a millones de trabajadores y campesinos. No fue gracias a, sino a pesar de, la política y comportamiento de Benazir. Las masas no leen la letra pequeña y sólo veían en el regreso de Benazir una esperanza de resolver sus problemas más acuciantes. Pakistán está al borde del colapso económico, con un alto desempleo y miseria de masas. El descontento de las masas oprimidas fue evidente para el mundo en las manifestaciones de masas de tres millones de personas para saludar el regreso de Benazir Bhutto. Los reaccionarios en Pakistán naturalmente eran hostiles al PPP y a Benazir, a quienes ellos veían como la cabeza más visible del movimiento de masas. Comenzaron a preparar la campaña que culminó con su asesinato.

Los imperialistas no temían a Benazir Bhutto, quién no perdía la oportunidad de presentarse como una "moderada" pro-occidental. Pero detrás de Benazir y del PPP estaban las masas que deseaban un cambio. Ellas son leales a las aspiraciones socialistas originales del PPP y exigían roti, kapra aur makan (pan, ropa y vivienda), que el capitalismo pakistaní es incapaz de dar. Los imperialistas, originalmente, querían equilibrarse entre Sharif y Bhutto. Querían que formaran una coalición que sirviera de salvaguarda frente a las masas. Pero en Washington quedaron desconcertados con las movilizaciones de masas que acompañaron el regreso de Benazir. Rápidamente, surgió la duda de si un gobierno del PPP no sería demasiado peligroso debido a las expectativas que despertaba en las masas. Comenzaron a reconsiderar su posición.

Fraude electoral selectivo

Todos los observadores serios están de acuerdo en que ha existido fraude masivo. Los nombres de los votantes eran eliminados de las listas electorales o simplemente desaparecían, mientras que había muertos que votaban. Determinados candidatos recibían cientos de papeletas rellenas como ellos deseaban. Los colegios electorales estaban situados en lugares donde votaría la "derecha" pero siempre alejadas de las zonas donde era evidente que el voto iría en sentido contrario. De esta manera, una parte importante del electorado se ha visto privada del derecho a voto. La policía y otros funcionarios fueron utilizados para intimidar a los votantes. Esto se extendió.

Este tipo de fraude es absolutamente típico y se pude multiplicar por mil en cada ciudad, pueblo y aldea de Pakistán. Han llegado muchas quejas a la Comisión Electoral de Pakistán pero sistemáticamente las han rechazado. ¡Es natural! ¿Qué confianza se puede depositar en una comisión electoral creada por la dictadura con el propósito explícito de amañar las elecciones?

No hay nada nuevo en manipular las elecciones en Pakistán. Pero ahora es algo cualitativamente diferente. No es el antiguo fraude rudo e indiscriminado. Fue calculado cuidadosamente para eliminar a ciertos candidatos a favor de otros. El objetivo principal era eliminar a la izquierda del PPP de la Asamblea nacional. Es evidente que se iba a permitir que "ganaran" los candidatos del ala de derechas del PPP mientras que se excluía a los del ala de izquierdas mediante un fraude escandaloso.

En Kasur, el conocido MNA (miembro de la Asamblea Nacional) marxista Manzoor Ahmed tenía una posición muy fuerte. Organizó una campaña muy exitosa y tenía el apoyo de los trabajadores y campesinos. Su victoria parecía garantizada. Pero la camarilla dominante y el ala de derechas del PPP tenían otras ideas. Manzoor siempre ha sido una china en el zapato. Durante todo este último período, Manzoor utilizó cuidadosamente la Asamblea Nacional como una plataforma para defender a los trabajadores, la causa y el avance de las ideas del socialismo. Su papel fue especialmente importante en la derrota del plan de privatización de Pakistan Steel (acería), eso convenció a la camarilla dominante de que no había lugar para un parlamentario de los trabajadores en la Asamblea Nacional.

Ya el pasado verano hubo un intento de quitar a Manzoor de la lista de candidatos del PPP, cuando se encontraba en Londres para explicar sus acciones a Benazir Bhutto. Está claro que la CIA le habría dicho a Bhutto en términos nada vacilantes que ella debía librarse del parlamentario marxista antes de las elecciones. Pero en el último momento, ella no lo hizo porque temía las consecuencias que tendría en la base del partido. Pero el plan para librarse de Manzoor continuaba y ahora se ha llevado a la práctica por otros medios.

En las últimas elecciones, que él ganó, Manzoor consiguió 28.732 votos. En estas elecciones, después de una campaña ejemplar, donde de nuevo ha defendido el programa socialista revolucionario, ha conseguido 43.232 votos, un aumento sustancial. Ha perdido frente al candidato del PML-N de Nawar Sharif, que supuestamente ha conseguido 52.000 votos. El ala de derechas del PPP local ha hecho lo que ha podido para sabotear la campaña de Manzoor, en algunas zonas incluso han pedido a la gente que no le vote. El partido local se negó a colaborar con él. A pesar de este sabotaje deliberado, Manzoor ha conseguido casi doblar sus votos. Pero por supuesto no le iban a permitir que entrara en la nueva Asamblea Nacional.

El resultado estaba decidido, no por los trabajadores y campesinos de Kasur, para quienes Manzoor es un héroe, sino en los escalafones superiores y por los dirigentes del ala de derechas del PPP para quienes Manzoor es una molestia. La naturaleza selectiva del fraude electoral, la complicidad del ala de derechas del PPP con el Estado, se pude ver en el hecho de que en otras zonas de Kasur, eran elegidos los candidatos del ala de derechas del PPP nunca antes podrían haber ganado unas elecciones.

Fraude en Karachi

El MQM, como ya pronosticamos, amañó las elecciones en Karachi. Dicen que han ganado en escaños donde el PPP supuestamente habría ganado fácilmente después del asesinato de Benazir Bhutto. En una zona sólida de clase obrera, NA-257, donde el candidato marxista Riaz Lund había organizado una espectacular campaña electoral, el anuncio de los resultados tardó de modo inexplicable. Mientras los compañeros pacientemente veían la televisión, se anunciaban los resultados incluso en las aldeas más pequeñas del Himalaya pero guardaban silencio sobre NA-257. Los resultados de los colegios electorales indicaban que Riaz iba en cabeza.

Según el resultado "oficial", que se anunció a las nueve de la mañana del 19 de febrero, Riaz consiguió 46.080 votos, más del doble de lo que consiguió el candidato del PPP en las anteriores elecciones. En 2002, el candidato del MQM, Muhammad Shamim Siddiqui, consiguió 134.448 votos. Este es un resultado imposible y demuestra el escandaloso nivel de fraude. Los compañeros de Karachi calculan que Riaz ganó con un margen de aproximadamente 27.000 votos. El proletariado de Karachi, que se movilizó en gran número durante su campaña, sabe perfectamente esto. Saben que les han robado la victoria los gánsteres del MQM y su bandido jefe, Musharraf, que está detrás de ellos.

En Waziristán, donde el compañero Alí Wazir ha hecho una campaña muy valiente, los resultados aún no se conocían. Hay silencio total. Alí Wazir tuvo que hacer la campaña en unas condiciones muy difíciles y peligrosas. Los reaccionarios pro-talibán le amenazaron con matarle e hicieron lo posible para cumplir su amenaza. Sin embargo, a pesar de arriesgar su vida, Alí se ganó la simpatía de los trabajadores y campesinos pobres de Waziristán, asqueados de los fundamentalistas y los talibanes. Alí organizó un mitin de masas con 10.000 personas, algo nunca visto jamás en Waziristán.

A pesar de la ausencia de noticias, está claro que los fundamentalistas religiosos están en decadencia. El MMA, el partido fundamentalistas que gobierna la NWFP (Frontera Noroccidental) desde hace cinco años, estaba en peligro de desaparecer de la Asamblea Nacional y de la asamblea regional. Esta es una respuesta a todos aquellos "izquierdistas" equivocados en Europa que apoyan a los movimientos fundamentalistas reaccionarios.

Perspectivas

En un reciente documento nosotros escribíamos:

"La crisis en Pakistán no es una crisis política superficial, sino una crisis del propio régimen. El débil capitalismo pakistaní, corrupto y podrido hasta la médula, ha llevado a este enorme país de 160 millones de habitantes a un callejón sin salida horrible. Durante más de medio siglo, la degenerada burguesía pakistaní ha demostrado ser incapaz de hacer avanzar el país. Ahora está en un impase absoluto que amenaza con arrastrarla al abismo.

"Sólo las masas, encabezadas por la clase obrera, pueden mostrar una salida a esta pesadilla. La verdadera circunscripción electoral del PPP son las masas: los millones de trabajadores y campesinos, la juventud revolucionaria y los desempleados que salieron a las calles después del asesinato de la dirigente del PPP. No vitoreaban a un individuo sino a un ideal: el ideal de un Pakistán verdaderamente democrático, un Pakistán sin ricos ni pobres, sin opresores ni oprimidos, un Pakistán socialista".

No hay necesidad de cambiar ni una sola línea. Pero la perspectiva inmediata ha demostrado ser más complicada. En los pasillos de Islamabad y Washington se están produciendo maniobras e intrigas. Tienen suficientes recursos para manipular unas elecciones y robar al pueblo su elección. Pero no tienen suficientes recursos para resolver los problemas profundamente arraigados de la sociedad pakistaní. Se ha preparado el escenario para más turbulencias y agitaciones.

La campaña electoral en sí misma fue un enorme éxito para los marxistas pakistaníes. Participaron con candidatos en cuatro distritos: Karachi, Kasur, Waziristán y en la Frontera Noroccidental (Pukhtunhua). Publicaron más de un millón de carteles y panfletos, organizaron mítines y manifestaciones de masas con la participación de decenas de miles de trabajadores y campesinos. Fue una escuela maravillosa de formación revolucionaria. Enviaron a más de 500 compañeros a distintas zonas para trabajar en la campaña. Aprendieron cómo llegar a las masas, cómo escucharlas, cómo conectar con ellas y plantear consignas transicionales adecuadas que reflejaban sus problemas básicos, mientras que en todo momento defendían la idea de la revolución socialista.

En esta campaña electoral, la Corriente Marxista Pakistaní (The Struggle) realmente se ha dado a conocer. Ha ganado un enorme prestigio entre los activistas obreros y los jóvenes. Ha extendido extraordinariamente su periferia de contactos, amigos y simpatizantes. El objetivo real ahora es construir a partir de estos éxitos, ganar a nuevos compañeros y fortalecer la corriente a todos los niveles. El objetivo inmediato es llegar a los 5.000 militantes activos a finales de este año. Eso nos situará en una posición muy fuerte para aprovechar la situación que ahora se está acelerando.

Es probable que las masas primero adopten la actitud de "ver y esperar" con relación al nuevo gobierno, sobre todo si, como parece probable, el PPP forma parte de él. Pero este período no durará mucho. Los problemas de las masas son demasiado profundos, las divisiones de clase en la sociedad demasiado intensas como para permitir una tregua prolongada. Los trabajadores y campesinos exigirán comida, ropa y vivienda, que el gobierno no podrá darles. Los marxistas en el PPP exigirán ninguna coalición con Nawaz Sharif. Plantarán la consigna de que el PPP rompa con la burguesía y regrese a los objetivos socialistas originales del partido.

El movimiento de las masas ha barrido a un lado a todas las demás tendencias que pretendían defender el marxismo. Ahora sólo hay una fuerza seria en la izquierda de Pakistán y esa fuerza es The Struggle. Se abrirán ahora grandes posibilidades para los marxistas pakistaníes. Ellos han demostrado en la práctica de que son capaces de conectar con las masas. En el próximo período el programa y la política de la burguesía y de los reformistas pequeño burgueses será puesta a prueba, se desenmascarará ante los ojos de las masas. La marea de la historia comenzará a fluir en dirección al socialismo revolucionario y la corriente marxista.

Londres, 19 de febrero de 2008

Mañana esperamos tener información de primera mano de Pakistán.

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