escrito por Alondra Ramos

Al inicio de su gestión, Felipe Calderón prometió a la población una serie de elementos que, según él, ayudarían a mejorar las desastrosas condiciones laborales de miles de mexicanos afectados durante años.

Dichas “promesas de campaña” consistían en:
• Que el gobierno federal solvente las cuotas del seguro social en el primer empleo
• Una bolsa de trabajo nacional en Internet
• Incubadoras de negocios en tecnológicos y universidades
• Préstamos iniciales, capital semilla para egresados universitarios para iniciar negocios.
• Impulsar un acuerdo migratorio con EEUU y ayuda a migrantes, entre otras cosas.

Todas ellas se han desvanecido una a una. Vayamos por partes. La tasa de desempleo en nuestro país se ubicó en febrero de este año en 3.8% según cifras del INEGI. "La tasa de desocupación (TD) fue de 3.81 por ciento de la PEA en el mes de referencia, porcentaje inferior al registrado en igual mes de un año antes, cuando se situó en 4.02 por ciento". “El 96.19% de la Población Económicamente Activa (PEA) estuvo ocupada en el mes de referencia. A su interior, 39.3% se concentró en los servicios, 19.7% en el comercio y en las actividades agropecuarias laboró el 15.9 por ciento. Según su posición en la ocupación, el 65.6% se desempeñó como trabajador subordinado y remunerado.”

Si analizamos estos datos podemos darnos cuenta de que una cantidad importante de la población se desempeña como trabajador subordinado y remunerado. Esa cantidad de trabajadores es la que genera, junto a los demás sectores de la producción, la riqueza de nuestro país.

Esos mismos trabajadores, los que generamos la riqueza de nuestro país, somos los mismos que hemos sido golpeados en nuestros derechos laborales. Desde el mísero aumento salarial de 2 pesos hasta la violación a nuestros contratos colectivos del trabajo son los elementos que si ha tomado en cuenta Calderón.

Durante los dos primeros años de su gestión ha habido alrededor de 80 huelgas, todas ellas por violaciones a contratos colectivos. Aunado a ello se aprobó la reforma a la Ley del ISSSTE con la cual se eliminan derechos fundamentales de los trabajadores.

Trabajadores mineros, textileros, industriales, de la educación, de servicios, burócratas, transportistas y hasta policías se han movilizado por distintas razones pero todos coinciden en una situación, las condiciones de trabajo son deplorables.

En el número anterior de Militante comentábamos que la burguesía está preparando un duro golpe a los trabajadores mediante la reforma laboral. Dicha reforma contempla, entre otras cosas, la eliminación del pago a horas extras mediante un supuesto banco de horas y el contrato del primer empleo. La burguesía ha sumergido en tal miseria a la población que ya no alcanza siquiera para obtener el 100% de los productos de la canasta básica con el salario mínimo.

El aumento de la delincuencia es sintomático. Cada vez una mayor cantidad de gente se ve en la necesidad de incurrir en delitos como el robo o la extorsión, la mayoría van a dar a la cárcel de manera irremediable. No es gente que se haya dedicado de toda su vida a una actividad tan deplorable, sino la necesidad que obliga a ello. Con esto no queremos decir que toda la delincuencia que vivimos está justificada, pero si hay algo de cierto en que es el gobierno, con su política hacia los trabajadores, el que provoca el aumento a las cifras de la delincuencia.

Otro mundo es posible, sólo con el Socialismo

Bajo el sistema capitalista los explotados no tenemos ninguna posibilidad de vida digna. Con la cantidad de recursos que controla la burguesía, y que se ha ganado gracias a la explotación de los trabajadores, se podría mantener a la población mundial.

Sólo mediante la acción y participación de todos los sectores de la población es como lograremos echar para atrás todos los ataques y podremos construir una sociedad digna para nuestra familia.
Debemos seguir el ejemplo de países como Venezuela, donde los trabajadores han tomado como forma de lucha la ocupación de fábricas, fábricas dirigidas por ellos mismos y que no necesitan de un capataz que les diga qué hacer.

Debemos unificar las luchas que hay en nuestro país, debemos salir como un solo puño, debemos levantar un programa de lucha que realmente nos permita cambiar la sociedad. Compañero trabajador, desde el periódico obrero Militante te invitamos a que te integres con nosotros y seas parte de los miles que empujaremos por un mundo mejor, de los miles que empujaremos por una sociedad sin clases, de los miles que empujaremos por el socialismo.

Los trabajadores no tienen nada que perder, más que sus cadenas, en cambio, tienen un mundo que ganar…Marx

¡¡Viva la lucha obrera!!
¡¡Abajo la derecha y el capitalismo!!