Se conjura la huelga del SME contra LyFC

escrito por José Guadalupe Madrigal Alejo
martes 1 de abril de 2008

A las 7:15 hrs del 16 de Marzo, fue aprobada por la comisión legislativa, la propuesta final de LyFCDE QUE?, presentada por el secretario general de nuestro Sindicato Mexicano de Electricistas. Quedando el paquete de la siguiente forma: 4.25 % de aumento directo al salario, más 2% de aumento en transporte, dando un total de 6.25%, más un 2% adicional para fondo de ahorro.

Por otro lado se firmó un convenio de productividad, que conlleva aspectos como la ampliación de generación de electricidad, gestionar la concesión para que la paraestatal de servicios de voz, datos y video, gestionar para la reestructuración en la tarifa de compra de energía eléctrica en bloque a CFE y la cancelación de la deuda histórica que tiene LyFC, deuda que el día de hoy asciende a 22mil 988.8 millones de pesos.

Lo anterior tendremos que analizarlo con detenimiento y seriedad, y para ello comenzaríamos por dividir la propuesta en dos términos.

UNO: El paquete económico de 4.25% directo al salario es un aumento totalmente marginal. El aumento que se dio sólo en los rubros de alimentos, bebidas y tabaco fue de 6%, pero en varios productos el incremento fue mayor:
PAN BLANCO-----------16.5%
LIMÓN---------------------68.9%
CEBOLLA-----------------13.44%
JITOMATE----------------17.25%
NOPALES----------------16.5%
HUEVOS------------------18.0%
POLLO---------------------7.0%
CARNE DE RES----------6.0%
GASOLINA----------------5.2%
ELECTRICIDAD-----------3%
GAS--------------1.76%

A lo anterior habría que sumarle los aumentos que se han dado en otros renglones, por ejemplo la Cultura.

Pérdida del poder adquisitivo

La inflación acumulada de: 1999 a 2007 fue de 68% mientras el salario sumado en la misma fecha fue de 50%, lo que indica que en este periodo el salario tubo una perdida de 18%.

DOS: Con respecto al convenio de productividad, habría que considerar, que, uno de los mecanismos por las cuales se caracteriza el desarrollo capitalista a nivel internacional es precisamente por flexibilizar los contratos colectivos de trabajo, mediante tres rubros, la polivalencia, libre movilidad del personal, costos y tiempos. El convenio de productividad acordado con el SME va también en esta lógica.

Sin duda que en los otros tres factores que es la concesión para operar servicios de Internet, la reestructuración de compra de energía en bloque a CFE, y la condonación de la deuda histórica, jugaran su papel, pero no serán suficientes para solucionar los graves problemas financieros en la paraestatal derivados de la nefasta política que aplican los gobiernos de derecha.

Habría que recordar que, el gobierno siempre ha actuado en doble sentido. En 1994, dentro del convenio de productividad, ya se establecía, por ejemplo la revitalización de las principales generadoras de LyFC, la condenación de la deuda y la estructuración de la tarifa de compra de energía eléctrica a la fecha ninguno de estos acuerdos pactados se han cumplido, por parte del gobierno federal. Por tanto no existen ahora elementos para suponer que se cumplirá lo pactado.

No cabe la menor duda, camaradas que en este proceso de revisión contractual, salieron a relucir, factores que hemos de analizar con mucho detenimiento. La dirección del sindicato afirma que el sindicato y nuestra fuente de trabajo estuvo en grave riesgo de desaparecer por la requisa que ya había decidido el gobierno a realizar.

Esto quiere decir que no teníamos ninguna capacidad de reacción, como organización. Lo cual pone en entredicho los objetivos históricos que tenemos como vanguardia del movimiento obrero nacional. La realidad es que si teníamos, el SME es un gran sindicato con trabajadores muy conscientes de la lucha que debemos dar. Sin embargo, necesitamos dar una batalla para reconquistar a nuestros aliados históricos y preparar el terreno para las próximas luchas. También debemos apuntar que, la huelga no es una herramienta que se pueda improvisar ni puede surgir espontáneamente durante los acontecimientos. Por ello necesita construirse con anterioridad, forjando cuadros de brigadero con capacidad para ganarse a la sociedad cuando las condiciones objetivas sean favorables y para esto las tácticas que hemos de concensar en el núcleo mismo de las asambleas será fundamental.

Debemos de entender que los ataques hacia las condiciones laborales delos trabajadores así como los recortes al gasto social no se dan por mero capricho de los gobernantes, por el contrario son los mecanismos que usa la clase de la burguesía para seguir con la Ley de la acumulación de capital.
El temor de la clase dominante es y será que los trabajadores se den cuenta del papel fundamental que desempeña en el proceso de producción capitalista, es decir en el factor decisivo de la fuerza de trabajo y que es finalmente esta clase social la que dispone de la capacidad material para hacer posible el derrocamiento del propio sistema capitalista. Ninguna otra clase, ninguna casta puede paralizar la producción capitalista y atacar el corazón de la economía de mercado como la clase trabajadora.

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