Sobre la provocación en la marcha del 2 de octubre del 2008

Escrito por: 

José Luis R.

“Somos muchos desgraciados, pero muy desperdigados y por eso que un puñado de asesinos y rateros nos manejan con sus hilos. Pero unidos ganaremos”

León Chávez Teixeiro

El papel de los porros

Los porros son grupos de choque apoyados y organizados por autoridades, ya sea del gobierno o de las escuelas. El objetivo es no permitir que los estudiantes se organicen. Se valen de la intimidación y la agresión directa. Asaltan y golpean a los estudiantes dentro y fuera de las escuelas, asaltan negocios en las colonias cercanas a donde operan. Y todo esto bajo el visto bueno de las autoridades.

Cuando los estudiantes se organizan para defender sus derechos, para exigir mejores condiciones de estudio, de inmediato hay sanciones y amenazas de expulsión. Pero si los porros golpean y asaltan “no pasa nada”.

Hasta en las actividades deportivas, como en el futbol americano, el papel de los porros ha sido fundamental para promover la división de los estudiantes. La “quema del burro” y “la quema del puma” son eventos aprovechados para realizar actos vandálicos y promover enfrentamientos, incluso entre los mismos grupos de porros del Politécnico y la UNAM.

El aviso

Desde un inicio los porros amenazaron con movilizarse. Ya habían actuado anteriormente provocando que el “clásico” de futbol Americano Poli-UNAM se cancelara y realizara posteriormente en otro lugar. Posteriormente avisaron que irían a la marcha del 2 de octubre. Esto era una advertencia para que las organizaciones estudiantiles actuaran en conjunto, de manera unificada para evitar que estos grupos se infiltraran en la marcha y provocaran enfrentamientos. Pero fuera de esto, aquellos que actúan siempre al margen del movimiento, prefirieron gritar a los cuatro vientos que lo más importante era “no marchar con los grupos del PRD” y que además las Autoridades universitarias quieren “institucionalizar” el 2 de octubre y que nunca marcharían junto a ellos. Pero el organizar acciones contundentes contra la provocación de los porros e infiltrados por parte del gobierno no estaba en su agenda (aunque en el discurso sí).

La tarea era organizar una marcha unitaria entre el movimiento estudiantil, los sindicatos y demás organizaciones sociales participantes a la marcha, no permitir que los provocadores actuaran. Para ello la formación de comisiones de seguridad conjuntas entre trabajadores y estudiantes a lo largo de toda la marcha que expulsaran inmediatamente a cualquier provocador o grupos de ellos los hubiera aislado de inmediato.

Primera provocación

Claramente los provocadores se infiltraron donde no hubo organización, al igual que entre grupos reivindicados como anarquistas que les facilitaran su actuar. Pero en los contingentes de trabajadores brillaron por su ausencia. Saben que los trabajadores no se andan por las ramas y los expulsarían a la menor provocación. Por eso buscaron el eslabón más débil.

Empezaron a hacer pintas incitando a los demás a hacer lo mismo, pero pintas carentes de consignas políticas. Luego empezaron a provocar la represión hacia la marcha aventando objetos a los policías que estaban a lo largo del recorrido. Eso era más que suficiente para sacarlos de inmediato de la marcha. Ahí es donde las comisiones de seguridad de estudiantes y trabajadores hubieran actuado expulsando a estos porros y lúmpenes.

A la entrada de Madero estos grupos empezaron a actuar de manera más directa porque la misma ausencia de comisiones de seguridad dentro de los contingentes lo propiciaba, además que el contacto con la policía era más cercano. Pasaron de las pintas y aventar objetos cubriéndose entre ellos mismos a romper vidrios, golpear cortinas, destrozar casetas telefónicas y a enfrentar directamente a la policía que hasta ese momento estaba sin escudos. Cabe destacar que muchos de los porros vistos en la marcha venían drogados.

La organización es fundamental

Ya contingentes de trabajadores de la marcha que venía de Tlatelolco había pasado por la calle de Tacuba y llegado al Zócalo. Ahí no hubo provocación alguna, no había margen para hacerla.

En la marcha que venía desde Tlatelolco, los compañeros de Atenco venían con los machetes que los han caracterizado a lo largo de su movimiento pero con su comisión de seguridad para evitar cualquier provocación que permitiera al Estado tener algún pretexto para detener. Ahí los provocadores ni se pararon: sabían que serían expulsados ante la primera provocación. Al igual que los compañeros de Atenco, los miembros de las normales rurales venían organizados para evitar provocación e infiltración alguna. Pero no sucedió lo mismo con la retaguardia de la movilización y algunos otros sectores.

Con la marcha proveniente de Antropología no hubo ningún problema ni resquicio de provocación.

Primer enfrentamiento

Tras romper vidrios y causar destrozos en casetas telefónicas pasaron a asaltar una tienda. Rompieron la entrada y empezaron a saquearla. Esto y ya la agresión directa hacia la policía claramente buscaba en sí no el saqueo mismo sino que la policía actuara y empezara a detener a diestra y siniestra, pero buscando detener a los activistas y dirigentes. La Policía Judicial, infiltrada ya a lo largo de toda la marcha (más de 100 policías según la prensa) claramente buscaría ubicar a los dirigentes y detenerlos entre el caos. Buscarían ligarlos a los saqueos y agresiones.

Desde la llegada de Flavio Sosa (dirigente de la APPO recién liberado) al cruce del Eje Central y Madero se veía a agentes Judiciales vestidos de civil dando vueltas. No dudamos que a lo largo de la marcha estuvieron ubicando a otros dirigentes presentes (como los de Atenco y diversos dirigentes estudiantiles) con la finalidad de poder detenerlos llegada la ocasión.

Los Judiciales, al cobijo de los granaderos (ya con escudos) se llevaron a una persona (hasta el momento de escribir estas líneas no sabemos si era activista o miembros de grupos porriles), lo que desató el primer enfrentamiento entre la policía y los provocadores, quienes siempre arengaban a los asistentes a sumarse y enfrentar a la policía. No dudamos que algunos estudiantes radicalizados cayeron en esta provocación y se sumaron inocentemente. Finalmente nadie más los secundó y la marcha detenida en un momento siguió avanzando.

Aquí, insistimos, era necesario aislar a los porros y provocadores de la marcha. Pero no se actuó en este sentido porque ni siquiera había una comisión de seguridad (más que la que algunos contingentes tenían).

Segundo enfrentamiento

Ante esta situación los provocadores empezaron a actuar con mayor libertad. En primera buscaron tener instrumentos para enfrentar de manera más violenta a la policía. Quitaron dentro de los contingentes ya en la plancha del Zócalo palos de pancartas y mantas, arengando una y otra vez a los asistentes a ir a enfrentar a la policía, esta vez ya con el pretexto de que habían detenido a una persona. Ya la mayoría de los contingentes de trabajadores se habían retirado y sólo quedaba la llegada de poco menos de la mitad de la marcha que provenía del Museo de Antropología.

Ante esto buscaron ya con un segundo enfrentamiento realizar una provocación mayor. Armados con los palos que quitaron a los participantes en la marcha, más botellas que robaron de la tienda que saquearon y petardos que ya tenían preparados, se enfrentaron a la policía en 20 de Noviembre y Plaza de la Constitución, justo en la entrada del Palacio de Gobierno. Esto fue aproximadamente a las 7:30PM. Mientras hacían esto provocadores corrían al a plancha del Zócalo a tratar de arengar a los asistentes que aun se encontraban ahí a que se sumaran al enfrentamiento.

El objetivo

El objetivo era provocar la represión hacia la marcha y dentro del caos buscar que dirigentes, activistas y participantes fueran detenidos. Las autoridades y los porros serían los primeros beneficiados. Divide y vencerás dice un proverbio. Y el Estado lo usa para que no nos organicemos y actuemos conjuntamente para unificar las luchas de los estudiantes y trabajadores.

Unidos y Organizados Venceremos

Finalmente se habla de más de 20 detenidos, entre jóvenes y menores de edad. Ese fue el saldo del actuar de estos grupos de porros y provocadores. Sumado a esto, destrozos en tiendas, casetas telefónicas. Pero no sólo eso, sino también el que se satanice a los jóvenes para ubicarlos como vándalos (esto con ayuda de la los conductores de Televisión y comentaristas de la Prensa).

Como mencionamos anteriormente, la organización a lo largo de toda la marcha era fundamental para aislar y expulsar a porros y provocadores. Comisiones de seguridad de estudiantes y trabajadores les hubiera aislado totalmente y hasta expulsado. Pero esto no se hizo y es lo que les permitió actuar.

Un papel negativo en este sentido es el que juegan los grupos de activistas sectarios, los cuales se aíslan del movimiento y viven de las críticas, como ellos dicen, hacia los “grupos del PRD”. Vociferan siempre contra ellos o contra quienes presentar una alternativa de organización para los estudiantes, pero no construyen una organización estudiantil que busque aglutinar a la capa más avanzada de estudiantes con el fin de prepararse y organizarse para las lucha por mejores condiciones de estudio, por los derechos democráticos para los jóvenes, contra el porrismo, por mayor presupuesto a la Educación, etc.

Es necesario construir esa alternativa organizativa dentro de las escuelas, sindicatos, organizaciones vecinales, campesinas. Por ello te invitamos a participar en Militante.

¡Unidos y Organizados Venceremos!

Domingo 5 de octubre de 2008

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